Thursday, August 31, 2006

Blumberg, D'Elía, Nosotros.

Hay gente que se siente representada por Blumberg, otros por D'Elía.
Unos por el crecimiento de la inseguridad otros por una historia de exclusiones.
Los que se sienten representados por uno de ellos lo ven como alguien que trabaja por una causa importante, pero seguramente les cuesta entender o creer que a los otros les pasa lo mismo.
Tomando mate y charlando de lo que realmente les importa en la vida, quizás los de un bando no se distingan de los del otro: un país donde puedan vivir, trabajar, amar y criar hijos.
Los unen los intereses, los separan las posiciones. Y han elegido enfrentarse por las posiciones en lugar de trabajr juntos buscando opciones que den soluciones consensuadas a los intereses. A ninguno de los representados nos conviene eso. Es lo la jerga del manejo de conflictos llama "negociación perdedor-perdedor", en la que lejos de aunar esfuerzos para satisfacer los intereces comunes y beneficiarnos por la sinergia resultante, nos centramos en las diferencias de nuestras posiciones y nos atacamos mutuamente.
Un estudio realizado en Europa sobre cómo actúan los mejores negociadores reveló que dedican tres veces más tiempo a hablar de aquello en que están de acuerdo que los negociadores comunes. Eso fortalece la relación y le da la energía y la confianza necesarias para trabajar juntos sobre los puntos en que todavía no hay coincidencia.
A la inversa, cuando nos centramos en las diferencias, lo que ocurre es que nos dedicamos a criticar al otro (proceso demonización que se da invariablemente) para, en contaste con el cadversario, parecer más buenos. El otro hará lo mismo y todos perederemos la conciencia de que nuestros intereses son parecidos. Los discursos que se cruzan en estos días demuestran eso: Blumberg dice que al gobierno le molesta su manifestación. D'Elía dice que Blumberg quiere trepar a una candidatura usando el cadaver de su hijo. No hablan de intereses sino que se concentran en criticar a otros.
Lo paradógico es que cuando hay un conflicto es porque entre las partes comparten un territorio, un ámbito o el poder sobre algunas decisiones que afectan a ambos bandos. Eso hace que se necesiten mutuamente.
Las fuertes emociones que motivan a ambos los impulsan y justifican estos medios poco eficaces para resolver los problemas de la sociedad. Conviene entender que la frase de Machiavelo funciona mejor si la invertimos: Los medios justifican el fin.
Un buen proceso de diálogo nos hará encontrar soluciones que podamos compartir. Yo sé que es posible. Que suena utópico pero que lo he visto ocurrir muchas veces en mi práctica profesional como mediador y asesor en negociación. El primer paso es creer que se puede. Luego estudiar, pracitcar y adoptar las herramientas de diálogo que lleven a la construcción de consenso.
Los escépticos me miran incrédulos. Para ellos mi respuesta es una pregunta: ¿cual es la alternativa? Pareciera que es volver a dividir al país en izquierda y derecha y usar la amenza y la violencia. Si por ese camino uno de los bandos logra sus fines será, como ha ocurrido otras veces a costa de mucho daño a ambos bandos y a los terceros que convivimos con ellos.
Un buen político debe entender las oportunidades que le da la situación.
Colaborar con el otro es una gran oportunidad de hacerlo amigo y de no hacerlo enemigo.

Monday, August 28, 2006

I started with nothing many years ago

and I still have most of it.

listo

Me es dado algo bueno.

Vino, como yo, sin preguntar.
Como un beso sabio, a iluminarme.
Como un dormitar.
Con el derecho de la realidad
y la justicia del deseo.

Es una forma de amar casi casi sin estar.

Hoy es de brisa.

Me voy haciendo ángel al tocarte
De cuánto me suavizás.

Voy camino a quererte
con la paz con que al paisaje.
Con la paz con que junto las manos
para soltar y rezar.
Con la voz con que hablo al mar
cuando me hundo a callar.

Antes no lo hubiese dicho
Por temor…
Pero es como estar
más listo.

Saturday, August 26, 2006

Posdata

Amo a la gente que no avisa y me deja esperando.
Amo el sorete de perro en la vereda.
Amo el calefón que se apaga en medio de la ducha.
Amo a la gente que deja botellas y papeles en las plazas.
Amo al déspota mesiánico que llegó al poder.
Amo las nauseas y la fiebre.
Amo a quien se acerca demasiado para hablarme y tiene mal aliento.
Amo perder la billetera con todos los documentos.
Amo a las dos personas que se distrajeron y me chocaron de atrás el mismo mes.
Amo a los coimeros.
Amo a los adictos que arriesgan la vida de los demás.
Amo a los racistas.
Amo a los que le echan la culpa a los otros y no ven la propia.
Amo a los que cortan rutas, calles y avenidas.
Amo la cosa como viene y te la tenés que bancar.

PD: Lo demás me gusta.

Monday, August 21, 2006

mexico city

Estoy acá, pero no se nota... porque en esta ciudad somos 24 millones.
En el colegio eramos mil. Si en vez de mil personas hubiésemos sido mil colegios la aquella cosa hubiera o hubiese sido un desastre. Ese desastre se llama millón... aca conviven 24 de aquellas.

nadie puede conocer toda la ciudad

es el terror cósmico llevado a la manufactura humana

el futuro será peor

pero si uno aprende a ser mejor quizá este todo bien


aca me tratan barbaro.
pero extraño igual.

me subí a las pirámides
y tuve que bajar


me voy mañana a monterrey


que conste que escribí esto a pedido de eze que insiste.

Tuesday, August 08, 2006

Autopsia del Norte

Hoy no voy a inventar nada porque tengo el seso lleno, compacto, de una realidad que me entró esta mañana y no dejó espacio.
Volvía de San Nicolás por la Panamericana cuando llegando a la Capital, a pesar de los cinco carriles, el tráfico se puso lento como la última escena de una película, justo antes de los títulos.
Iba por el carril de la izquierda junto al muro bajo de hormigón que separa a los que van rápido para un lado de los que van rápido para el otro. (Eso es raro, lo único que diferencia a unos de los otros es que unos van mientras los otros vienen. Y lo único que une a los que van, entre ellos, es esa abstracta dirección en común)
Más lejos de la ciudad, dónde la autopista pasa sin ver el pueblo de Escobar los carrilles son dos y entre la ida y la vuelta hay un guarda rail de metal y una franja de pasto. Fue por ahí que yendo a San Nicolás, dos días antes, vimos un tumulto con luces y señales y al pasar, junto al guarda rail, boca abajo, con la remera levantada para cubrirle la cabeza, un cuerpo de un tipo joven. Mis hijos estaban en otras partes, pero igual me quedé pensando. Ver un muerto siempre es ver un muerto.
En San Nicolás hicimos un fútbol, comimos asado, jugamos con el perro, charlamos con la parentela, dormimos, desayunamos y todo eso. Y después nos volvimos. Dejé a Maribel y Santiago y me vine sólo por la Panamericana.
Ffue entonces que llegando a la Capital el tráfico se puso pesado y los objetos, ahora en cámara lenta, se mostraron más nítidos.
Entonces vi unas huellas de frenada en el pavimento que se dirigían hacia el murete divisorio de concreto. Donde terminaba la frenada el auto había impactado de lleno pero apenas había dejado una mínima marca que parecía haber querido trepar la pared con la gracia de un buey.
La marca tenía el color y la forma de un fantasma. El impacto había sacudido del cemento el hollín dejado por millones de autos. Pero la defensa no estaba dañada en lo más mínimo. Algún ingeniero habría elegido una fórmula de concreto adecuada para la función, y se había ido a casa a comer con su familia. Una mancha como esa talvez no sobreviviría a muchos meses de lluvia, hollín y vientos.
El tráfico se hizo más lento y empecé a ver las manchas más viejas, como atrapadas por el envejecimiento de la pared… a veces sepultadas por manchas nuevas. Huérfanas de frenadas ya que estas pronto desaparecían pisadas por el torrente de los autos subsiguientes. Como si su pasado inmediato la abandonara y la mancha quedara hecha un alma errante esperando su liberación.
Tuvimos que ir más lento y, a paso de hombre,las manchas me miraban a la cara.
Me decían con los ojos que en los rayones del cemento estaba el paragolpes, la puerta, los vidrios y mezclados con ellos el grito de horror y la edad de los chicos. Los equipajes de los muertos que nadie quiere tocar. La yerba del mate que se esparce en la autopista como polvo de galaxias. Una tras otras se ven las manchas del brutal beso. Son miles y miles. Una al lado de la otra. Por kilómetros. Encimadas sin pudor ni respeto. Y nadie nos lo dice. Es un complot.
Nadie se entera salvo que lea entre líneas el antiguo testamento y apague la luz.

Monday, August 07, 2006

A quién le calienta?

Global warming: Is it too late to save our planet?
IAN JOHNSTON
GLOBAL warming is irreversible and billions of people will die over the next century, one of the world's leading climate change scientists claimed yesterday. Professor James Lovelock, the scientist who developed the Gaia principle (that Earth is a self-regulating, interconnected system), claimed that by the year 2100 the only place where humans will be able to survive will be the Arctic.

http://living.scotsman.com/index.cfm?id=76062006

Sunday, August 06, 2006

El hombre sabio nunca está apurado.