Sunday, October 29, 2006

El registro del tiempo

Si te ponés a hacer panqueques y los vas apilando es muy fácil saber cuál hiciste primero, cuál un rato después, y cuál estás haciendo ahora. Se percibe a simple vista porque unos están más arriba y otros más abajo. Será así como la memoria va registrando el paso del tiempo y uno distingue natural y espontáneamente las cosas que ocurrieron hace un rato de las más recientes y sobre todo de lo que está ocurriendo en el presente? Pero si a medida que vamos haciendo los panqueques los metemos en una licuadora y después nos metemos nosotros en la licuadora talvez perdamos la capacidad de distinguir lo que ocurre de lo que ocurrió.
Parece que a algunas personas les está dando un síndrome tipo licuadora. Si bien ahora los investigadores dicen que no es nuevo, solo reciéntemente lo distinguen de la demencia común y hasta sospechan que las causas pueden ser externas, relacionadas con cierta exposición a radiaciones solares.
La sonda que mandaron los ponjas, en alianza con los yankis, a estudiar el sol la semana pasada no es porque sí.
Aparentemente ellos y los yanquis sospechan que ciertas explosiones microscópicas que ocurren en la superficie solar tienen efectos sobre la memoria de los humanos y otros vertebrados. No es que les preocupe salir corriendo a curarlos… el proyecto lo banca el Pentágono, no sé si me explico. Da para un montón de especulación confabulatoria y paranoica.
Por supuesto los militares yanquis no fueron los que descubrieron el asunto y por eso no es secreto, a pesar de que trataron de hacerlo confidencial cuando se enteraron.
Los primeros casos aparecieron, ahora se dan cuenta, en los años setenta, al mismo tiempo que el sida, y en algún momento se investigó si estaban relacionados pero ahora se cree que no.
La cosa empezó con un caso de un tipo de sesenta años al que daban por loco. (ver Miami Herald de 23 de octubre)
Que hablaba muy coherentemente con un montón de gente invisible, como si estuviese en una fiesta y estaba solo en el living de su casa. Aparte de eso el tipo estaba perfecto, seguía trabajando y todo. Solo le ocurría en el living de su casa. Una de sus hijas descubrió que algunos fragmentos que repetía en esas conversaciones con amigos y parientes invisibles eran exactos a unas conversaciones filmadas en su casamiento, justo en el living de esa casa. Palabra por palabra.
Con el tiempo se descubrió que lo que le pasaba al viejo es que no distinguía entre los diversos pasados y el presente. Veía todos los panqueques a la vez. El mecanismo del tiempo se había soltado y en el living de su casa (y solo allí por suerte para él) vivía todos los presentes anteriores al mismo tiempo.
Parece que a pesar de este trastorno el cerebro no puede soportar todos los presentes de todos los lugares y elige algunos lugares o algunos hechos. Hay un tipo que siempre ve la plaza de mayo llena de gente (de distintas manifestaciones desde los años setenta a los 90).
Una mujer veía en su cama a todos los hombres con que se acostó. Murió sin explicar demasiado antes de que avanzaran las investigaciones.
La ciencia va a seguir descubriendo cosas. Llegará y superará seguramente el punto de que ya no me importe un carajo.
Pero hasta acá me sirvió: recuerdo una chica con la que tuve algún trato romántico y ahora siento que la entiendo. Creo que padecía este síndrome y que todo el tiempo la acompañaba un presente lejano en que su padre le estaba por pegar, con el puño cerrado.

Friday, October 27, 2006

Plop

Está la tierra que es dura y está la atmósfera que es blandita y le baila alrededor como un tul de novia.
Y estamos nosotros, pedacitos de tierra suelta que como salpicaduras nos despegamos de la tierra después de llenar el papelito amarillo de inmigraciones.
El pedacito vulgarmente conocido como Papáf que está poniendo estas letras en este orden, se encuentra acá, en México, otra vez, rodeado de desconocidos, durmiendo pésimo por la altura, el stress y la ausencia de piernas en la cama.
Intermitente, duerme y entra en Internet a las 2 a las 4 a las 5 y 45 y siempre se entera de que han matado a otro y supone (porque eso no lo dicen) que habrán nacido varios para reemplazarlo. El riesgo de que a los pedacitos nos hagan pedazos está latente. La carne está latente.
Si un pedacito logra ridiculizar absolutamente todo, la vida comienza a tener un sentido real. En su propio idioma.

Wednesday, October 04, 2006

A ver qué pasa con esto:

No hubo quien viera cuando
entró el avión en la tormenta
como a mordiscones de perro
destrozando en jirones esas nubes
hechas de ángeles vencidos

Nadie recuerda como
con el ancla, sobre el bote
destrozaron los costados del pez vela
y se comieron cruda
su escalera al cielo

Ni uno de ellos en la plaza
de infinitos zapatos polvorientos
supo si ya estaba muerta
cuando las manos sedientas
le sacaron, rompiéndole, la ropa

Nadie estaba para verme
a las ocho menos diez
en la cocina, esa vez,
cuando me arrodillé

No es mala idea tamizar del aire los testigos

que no brille en la sombra
del bosque una mirada
para hacer un mundo
de objetos sin valor
desnudos de sentencia

vivir todo otra vez pero sin verbos
desconocer las líneas punteadas
y el espacio entre las cosas
oir del reloj un solo tic…

desconectado

y entonces … qué dirán?