Wednesday, June 24, 2009

un gran dia



El día del padre fue una fiesta! Mi primero en la triple.
Y casualmente el sombrero que tengo puesto era del padre de Maribel, que, se ve, no se la quiso perder.
...y hablando de padres... me impresiona lo parecido que me veo a Pancho en esta foto.
Sancho puso su mejor cara apremiado por tan dura y experimentada competencia, se lo ve esforzándose.

Monday, June 15, 2009

Fuego Temprano

Prendí el fuego temprano mientras me hacía un buen jarro de té.
Maribel y Sancho dormían todavía.
Puse un disco (predilecto de otra época) en este equipo nuevo que llena todo de sonido tan claro y sabio.
Mierda, pensé, uno se olvida la fuerza que había en esa música. Como los besos o la poesía que cada vez que vuelven superan la expectativa.

Al rato Sancho dio señales de vida y lo bajé. Le puse un jardinero para que hiciera sus tours, cuerpo a tierra por el living, sin ensuciar el pijama.

Sancho parece más sorprendido que yo con el sonido. Últimamente he descubierto que le encanta la música que me gusta a mí. Los primeros síntomas fueron en el recital de Paloma.

Cuando el fuego estaba a pleno bajó Maribel y le preparó un jugo de naranja. El tipo está chupando feliz de su vasito amarillo cuando hace su entrada en escena Magia, nuestra gata negra. Sancho la ve y da un cabezazo súbito y certero para sacar la boca del chupete del vaso y poder verla mejor.

Le clava los ojos y su cara se ilumina.
Se apodera de él un tornado de interés.
La sonrisa que veladamente le matiza la cara delata que goza de lo que está viendo, pero es un síntoma involuntario: todo su ser está volcado a percibir.

Quiere ver eso que ve.

Quiere ser el que esta siendo y estar donde está.
¿Cómo sabe que quiere eso? Me pregunto. Y de ahí paso a pensar Cómo logra, ahora que me mira, que la música y su sonrisa y los movimientos de la gata y mi mirada clavada en su mirada hagan esto que están haciendo con el universo.

Se que durará solo unos instantes. Y, efectivamente, al rato, estoy, ya no viviendo eso, sino pensando en cómo fue.

Entonces me digo: algún antepasado remoto, cazador nómada, colector de frutos silvestres o gusanos, habrá experimentado alguna cosa parecida. Junto a su fuego, más tarde, quizás lo haya comentado con alguien y hayan decidido ponerle un nombre a las causas de las cosas así de fascinantes. Un nombre que sería el ancestro de los nombres que las religiones han puesto a sus dioses.

Siglos después, en otro fuego, en otro continente talvez, cuando la fría noche cae sobre el desierto tras el calor del día, otra persona, de ojos negros y brillantes, participando del mismo tipo de diálogo, quizás haya negado con la cabeza y permanecido en silencio. Quiero creerlo: se resistió a achicar, con un nombre, el tamaño de las preguntas… el vértigo de la experiencia… Se resistió a la tranquilidad de compartir en palabras el abismo cósmico de donde viene aquello… aquello que Sancho esgrime sin que nadie se lo de. Y la negación del hombre de ojos negros talvez sea el ancestro de la idea del Innombrable.

Se que desciendo de esos dos hombres. Del que nombra y del que elije enfrentar en bolas el poder del universo. Prefiero al segundo, al rebelde de ojos negros dispuesto a todo sin anclas. Pero aquí me ves, persiguiéndolo con mi máquina de escribir para traicionarlo y dejarlo clavado en el papel. Mis letras atravesándole la carne.

Sunday, June 14, 2009

Tratamiento de Belleza: Antes y Después


Saturday, June 13, 2009

Caso

Condenados desde tiempo inmemorial su culpabilidad fue revisada y han sido declarados inocentes. La investigación se orienta ahora en otras direcciones y aparentemente las pistas más significativas señala hacia la motosierra o hacia Sancho, que se llevó mis anteojos. Descartados los árboles, posiblemente pronto sepamos quién es que no me deja ver el maldito bosque.