Wednesday, June 01, 2016

en memoria de Mr. Boyd

Iba en un taxi por Cabildo y la caprichosa democracia del los semáforos nos detuvo frente a una pizzería. “Pizzería” pensé, porque soy dado a filosofar.
Y la luz de las musas, a quienes debo los destellos de genialidad que a veces mis ser brinda al resto de los mortales, me impactó como un rayo: “Pizze… ría” es decir “Pizza… ría” … “Se llama así porque venden Pizza!” 
Traté de tomar el descubrimiento con serenidad y modestia… Me propuse seguir, fiel en mi amor a la sabiduría, explorando el infinito universo de la verdad. Me pregunté:
“Si vendieran queso ¿Qué sería?”
Ávido de compartir con mis pares el descubrimiento, intenté narrar el hecho a mi esposa, cuando llegué al hogar. Pero la memoria me jugó una mala pasada y no pude recordar la conclusión final de mi reciente raciocinio.
No pude lograr que se ría.
Ante este fracaso y viendo que su rostro no esbozaba ni la sombra de una sonrisa, le espeté, Dios me perdone, con algo de irritación:
“Qué seria!”