Plasma

Cuando oí por primera vez la palabra plasma referida a un televisor pensé en la sangre y no entendí qué me estaban diciendo. Igual puse cara. Miembro conspicuo del nivel ABC1 de alto poder adquisitivo cumplí mi deber de aprender rápido y actuar como si siempre hubiese sabido IVA incluído.
Fui a Garbarino 12 cuotas sin interés y garantía contra robo por un año.
Me atendió uno joven pelado con bigotes DNI triplicado.
Un plasma dije.
Seré curioso por qué prefiere un plasma a un televisor estandar que cuesta mucho menos me dijo el irreverente iconoclasta servicio militar cumplido.
Una cuestión de calidad le tiré escuetamente como una puñalada terminante.
En qué sentido preguntó resilente.
Calidad de imagen suspiré impaciente haciendo un gesto hacia adelante con la cabeza como para que avanzaramos hacia la zona de los plasmas.
Qué tipo de programas ve usted?
Péliculas. Principalmente DVD dije para que entendiera que estaba ante un consumidor final refinado exigente y selectivo a quien correspondía conducir con premura al exclusivo ámbito de calidad top plus premium.
Y con qué calidad prefiere ver esas películas?
Quiero high fidelity. Máxima definición. Realismo puro.
Realismo? preguntó asustado y por un instante dudé si la palabra denominaba a algún modelo pasado de moda y yo estaba metiendo horriblemente la pata por hablar de más.
Para qué realismo? dijo tragando saliva.
No supe qué contestar.
Usted quiere creerse lo que ocurre en la películas?
Sonreí incómodo.
Usted sabe que es ficción pero está dispuesto a pagar de más para engañarse.
Se disitinguir entre realidad y fantasía contesté mirando al costado por si alguien nos escuchaba.
Entonces? me preguntó el pelado y fue como si hubiese dicho por primera vez el verdadero nombre de mi madre.
Gracias le dije tímidamentente y me fui patente en trámite.
La pregunta "entonces?" se me aparece constantemente desde entonces.
A la semana siguiente me lo encontré al pelado en un colectivo tasa anual de autopistas paga.
Me senté al lado de él pero no parecía reconocerme.
Adónde vas? le pregunté.
Al templo dijo.
A hacer qué?
Vamos a tratar de deshacer algunos de los intentos que hace la gente por ponerle nombre a lo innombrable.
Me bajé.
Me dolía el CUIT y la AFJP me daba vueltas.