Saturday, July 04, 2009

Sectas Secretas

Cada tanto, ahora que lo que Sancho toma es mamadera, me levanto yo, a la noche cuando llora, se la preparo y se la doy. El agujerito de la tetina es chico y en el silencio paralizado de la casa a media luz se oye el chorro de mínimas burbujas entrando en la mamadera a cambio de lo que sale. El consumo es mucho mas lento de lo que uno espera. Le doy mi dedo índice para que agarre mientras toma, o le masajeo su mano ente mis dedos. Y de vez en cuando sostengo la mamadera con la otra mano y le acaricio el poco pelo que le cubre la cabeza. Me pregunto si estará recibiendo mis señales y si eso le hará bien.
- ¿Vos qué haces cuando le das la mamadera?- Le pregunté a Maribel esta mañana.
- Nada. Nos miramos a los ojos.-
- Mierda!- Pensé – Mierda, mierda, mierda!! ¿Cómo recién ahora vengo a enterarme? Obviamente eso es lo que hay que hacer! Había una secta de miradores a los ojos y yo estaba estúpidamente afuera.
Pero no es la primera vez que me pasa. Hubo toda una época de mi vida en que yo acepté la existencia de varones y mujeres sin preguntarme para qué servía. Estaba lleno de gente que conocía el secreto. Y hasta algo me habían explicado alguna vez, en términos abstractos y carentes de interés, como tantas otras cosas aburridas que intentaban que escuchara. Finalmente crucé la frontera y estuve del lado de los que sabían perfectamente para qué, cómo y por donde eran útiles las mujeres. No podía mirar al pasado sin un poco de resentimiento. ¿Cómo pude vivir tan alegremente en la ignorancia?
Desde entonces me pasa cada tanto lo mismo que esta mañana: enterarme que he estado afuera de algo creyéndome un piola bárbaro y haciendo el ridículo.
Entonces ando más atento, y miro a la gente a ver si sus ojos traicionan la culpa de pertenecer a algo que me excluye o alguna sabiduría secreta que yo desconozca.
He descubierto de casualidad, por efecto de esta actitud medio paranoica, que gente me debe libros o discos y se sienten culpables pero no me los devuelven, que las mujeres de mis amigos los engañan, que Santi no se lavó los dientes y ya está metido en la cama, que el perro ha mordido mis zapatillas de correr, que el vecino usa mi tacho de basura, y un montón de cosas que antes se me escapaban y que ahora ya me aburren. Pero sectas, lo que se dice sectas, que compartan un gran secreto y que me excluyan, de esas todavía no pesqué ninguna.
Tengo una pista, sin embargo, y quiero dejar esto escrito por lo que pudiera pasar si mi investigación da con algo importante.
Estoy mirando de cerca a los viejos. Se hacen los boludos de manera olímpica. Les cuesta poco, con esos ojos medio enturbiados y escondiéndose tras arrugas y dolores de diverso origen. Con una mano apoyada en tu brazo para caminar te venden el verso de que poco daño puede hacer quien tiene casi nada que esperar, ya, de la vida. Que astucia!
Justamente allí esta el secreto y te lo dicen para que no te des cuenta de que es un secreto. Entre ellos se miran y hablan de boludeces sabiendo perfectamente por qué lo hacen: pertenecen a la secta de los que se dieron cuenta de que el futuro no existe. Nunca lo mencionan, ni entre ellos. Me he tomado el trabajo de escuchar conversaciones desde el cuarto de al lado. Todo es tácito y sobreentendido. Hasta festejan los éxitos de los más jóvenes  que se cuentan unos a otros con orgullo: logros de hijos, sobrinos o nietos, que generalmente les parecen bien. Aunque sepan que detrás de un aparente triunfo está todo eso que ellos saben. Aunque sepan que todo es inútil. Porque lo saben. Pero no se lo dicen a nadie.
Todavía no tengo pruebas porque esta gente no deja nada por escrito. La esencia misma de su secta es prescindir de todo eso. Pero basta imaginar. Ponerse en el lugar de ellos: si todo lo que compres tendrá otro dueño a corto plazo, si todo lo que ganes lo perderás, si no verás crecer nada que siembres, si nadie puede castigarte, si la vida que pueden quitarte ya la usaste toda…. Ellos han limpiando del vidrio a través del cual miran la vida todo lo que les impedía ver.
Y han de saber. Han de haber entendido como es la cosa cuando no estás distraído por toda la vida que hay por delante.
Pero se hacen los boludos.
A centímetros del abismo han de estar mirando a los ojos de algo.
Pero disimulan. No les interesa decirnos…
Ni a nosotros escuchar.

10 Comments:

Anonymous Anonymous said...

me enteré de que hay gente que lee y no saluda

2:05 PM  
Anonymous Anonymous said...

Muy lindo. Muchos secretos grosos solo caben en una mirada que se encuentra con otra.
Silvia

4:14 PM  
Anonymous Anonymous said...

Muy lindo. Muchos secretos grosos solo caben en una mirada que se encuentra con otra.
Silvia

4:14 PM  
Anonymous Anonymous said...

no creo que sean necesariamente los viejos boy.
y bueno, es interesante ver q en tu visión, el lente se limpia, con la certeza del no futuro. porque yo todavía me pregunto, si es q no se va ensuciando, hasta que quedas afuera, del lente, del vidrio, de las puntas de tus dedos, y después de todo.
mientras leía, me imaginaba un racimo de uvas q se marchita, hasta solo quedar, digamos, la rama. y me imaginaba a la rama adoptando una forma arácnida, que se mueve con sus muchas patas, y salta afuera de la vida.
taz.

10:42 PM  
Anonymous Anonymous said...

IM PRE SIO NAN TE!!!!!!Flor

7:02 PM  
Anonymous Anonymous said...

Es raro... este post tiene tres o cuatro tonos diferentes: el emocional de la mirada con Sancho, el pícaro de la secta que sabe qué hacer con las mujeres y el sórdido de la secta de la vejez que a la vez puede ocultar un secreto no tan sórdido. Hay un cuarto semitono que es el del narrador que se burla un poco de su inocencia y se enoja y se pone paranoico.
Silvia resonó con el de la mirada, Taz con lo de los viejos. Creo que a Florencia le habrá interesado lo de la vejez sin olvidar lo otro pero con visión más alegre que el arácnido de Taz. Otros comentarios no escritos se quedaron más en la tierna mirada de los bebes. La escueta aprobación de Mat parece referirse al todo. Servirá para hacer un test de estilos psicológicos?
Me pregunto si en una escuela de escritores no sugerirían que se unificase el tono para darle homogeneidad y no tener al lector sacándose y poniéndose ropa.
Me llama la atención también, (y me extraña que no me lo hayan señalado mis conspicuos comentaristas) como se repite la estructura del post anterior, "Fuego Temprano":
se empieza con Sancho, se sigue con un pensamiento inspirado por él, se pasa a un par de ideas filosóficas que por fin explican la realidad en su totalidad terminando para siempre con las preguntas eternas de los filósofos y extinguiendo definitvamente la angustia existencial que asolaba a la Humanidad.
El Gran Papaf

3:49 AM  
Anonymous Anonymous said...

Deme la bendición Tatita.
Brille diamante loco,necesitamos muchos post como éstos. Gracias,
Silvia

5:10 AM  
Anonymous Anonymous said...

Cuando eran las autopistas las que te iluminaban, todos soportamos estoicamente...(aunque creo que Mat hizo algún comentario). Ahora la humanidad reciente de Sancho te dá una luz mucho más sensible a todas las humanidades, desde aquel estrecho post donde reconocías tu cambio. Yo celebro la sensibilidad de los sensibles, y me encanta que alguien exprese tan bien lo que yo siento y no encuentro palabras para describir. Después de todo ésa es la magia del buen escritor. Flor

2:49 PM  
Anonymous Anonymous said...

Para ser más exacta: Novelás la vida misma, desde la paranoia de quedarte afuera de algo importante, hasta la mirada de la vejez y de la infancia, y lo hacés sin crueldades, con poesía . Me encantó! Flor

2:56 PM  
Blogger unapalomaenberlin said...

boy! qué alegría leerte. decile a sancho que pienso regalarle uno nuevo no muy pronto, pero mucho mejor que el que tiene.
un abrazo!

creo que las fotos de tu post se oponen al texto.

4:40 PM  

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