Monday, March 26, 2012

Cuento chino

En mi primer día libre después de terminado el curso en Tenaris de Beijing tomé un tour para ver la muralla China y las tumbas de los emperadores. Entre uno y otro los guías nos llevaron a lugares de interés (interés de que compremos). Vimos cómo se trabaja el jade (jade joder !) como se hacen los jarrones chinos, cuáles son las variedades de té y como se trabaja la seda. Todas las visitas muyinteresantes. Cuando me pasaron a buscar noté que la guía iba a hablar la mitad en chino y la otra mitad en inglés porque éramos un grupo mixto a pesar de que yo expresamente había pedido un grupo de todos anglófonos y eso me habían prometido. Hice notar el asunto y hubo conversaciones durante 20 minutos que incluyeron lágrimas de la guía. Resuelto amsitosa y satisfactoriamente el tema fuimos a la muralla. Dos día más tarde me duelen aún las piernas. Acostumbrado a subir los siete pisos de mi oficina con frecuencia, me jugué y subí hasta el punto más alto que implicaba como una hora de trepar escalón tras escalón. Me hubiera gustado ver alguna parte de la muralla que no estuviese reconstruida y mantenida como esta, pero están cerradas al público. Era tan parecida a las fotos que a uno mismo le daba sensación de ser foto.

En la casa de te caí en la tentación de comprar una tetera de piedra muy linda por la simple razón de que en la tapa tiene, como manija, una rana. Podría decirse que uno pone agua caliente adentro y que cuando saca la tapa la rana está saltando. Pienso realizar una solemne ceremonia en la consultora y convidarle te chino de esa pequeña tetera a quienes crean el la sagrada religión Intéligis y su Dioses, el sapo Pepe, la rana René y sus profetas de los últimos días: Mobius, Gore, Nelson, Donovan, Brandi y compañía.

Lo de la seda fue súper interesante. Vimos lo delgado de la fibra que produce el gusano. Se corta con cierta facilidad, por eso se los hila de a ocho para hacer las madejas que luego van al telar. Me encantó ver que un capullo se puede abrir y estirar (lo hicieron delante de nosotros con ayuda de quienes observábamos, tirando cada uno de una punta) hasta ponerlo en el marco del tamaño de una cama doble con lo cual luego de encimar muchos se logra un cubrecama de características muy interesantes: liviano, abrigado, sin desprendimientos que provoquen alergia… Pero no compré. Me dio la sensación de que si empezaba a dejarme seducir tan temprano iba a volver pobre a casa.

De la belleza de los jarrones no puedo ni empezar a hablar. Desde chico un jarrón chino me ha parecido siempre una ridiculez insoportable: fea, incómoda, inútil y a punto de romperse. Pues ya no soy un chico. No son de cerámica ni porcelana como yo creía, sino de cobre al que luego se le pegan dibujos hechos de alambre de cobre que en el horno se funden a la pieza. Los contornos que quedan se llenan de pinturas que al fundirse en una nueva horneada se cristalizan. La cantidad de veces que el coso val horno es interminable. Lo minucioso del trabajo es un caso más que merece el calificativo de trabajo chino.

Bueno, para no aburrirlos más salto al segundo día, Domingo. Ya un poco más descansado y con el optimismo de desayunar temprano salí a caminar. Destino final: un almuerzo previsto con Santi Diaz, quien me fue referido por Ana Muños, la argentina que vive en Barcelona pero está especializada en China y que iba a ser una pata de nuestro proyecto China. Santi, casualmente, trabaja para Arcor desde hace menos de un año, vendiendo en la mitad de China. Vive acá hace seis, tiene treinta y uno, estudió relaciones internacionales y después hizo un MBA en Chino en China. ¿Qué tal? Su padre era el cantante de Pintura Fresca, un conjunto de rock de los setenta que se desarmó cuando en un accidente murieron tres de los cinco.

Lo primero que hice al salir del hotel, tipo nueve de la mañana, fue meterme en un parque público como el Club de amigos y gozar de lo que parecía un documental de la felicidad del ciudadano Chino: partidos de futbol en canchas sintéticas ( no me animé a pedir colada) partidos de tenis, padres jóvenes con sus únicos hijos legales permitidos remontando barriletes o paseando en carritos o pateando pelotas. Un señor tocando un disonante violín primitivo con una mujer que cantaba a la par. Gente haciendo tai-chi. Y nadie me hablaba.

Caminé más de tres horas para llegar al punto de encuentro con Santi. Por todos lados edificios altos y edificios en construcción, pero entremedio casitas pobres donde arreglan bicicletas hechas mierda o lavan autos o venden verdura o se acumula basura. Y también terrenos con árboles frutales pelados por que estamos saliendo del invierno y hace mucho frío todavía. De solo recordarlo acabo de estornudar. Es como si la ciudad hubiera crecido hasta Escobar y todavía hubiera mezcal de fábricas, cultivos, villas y rascacielos.

Al lado de las torres se ven aún chimeneas de industrias, algunas todavía echando humo frente a la ventana de la señora Wo.

Tras casi cuatro horas de caminata me encontré con Santi en una especie de Shopping/plaza seca en que edificios de cuatro pisos incluyen a Addidas, Apple, Starbucks, cines y marcas de primera con un diseño y calidad que no vi en Nueva York.

Luego de un buen almuerzo se nos sumaron dos mexicanos, Alejandra y Paco. La pasamos genial. Al final fuimos al cine a soportar John Carter en tres dimenciones (me vino bárbaro sentarme un rato). La película trata de un tipo que súbitamente se ve transportado a Marte y envuelto en complicadas situaciones con marcianos. Nada más parecido a lo que yo siento en este momento. Como encima era para ver con los anteojos esos, me vi inmediatamente atrapado por las tres demencias: quién soy, dónde estoy, qué mierda estoy haciendo acá!? No me ha abandonado nunca desde mi llegada una sensación de irrealidad que de a ratos me hace hablar solo. Por ejemplo voy por la calle y digo “China la puta madre quien hubiera dicho” y nadie me contesta. Como dijo el famoso Gato Ortega de Ecuador, "Loco estaría si no me contestaran" cuando lo acusaron de hablarle en noches de borrachera a lso retratos de sus padres. Lo cierto que a mi nadie me contesta. Al punto que no estoy muy seguro de haber venido.

Al final del día Alejandra quería comprar una valija y yo también asíque fuimos a regatear y ahora tengo algo más como la gente porque la que me mandó el ministerio de logística de la república popular de Steinvillalba se me estaba desarmando, tenia las ruedas salidas y había que arrastrarla con tractor.

Lo interesante del asunto es que Santi es un muy buen tipo, inteligente e inquieto con capacidad de realizar en China. Su función es venderle, en chino, Bonobón y Tofi a distribuidores de alimentos. Te imaginás…

Se interesaron por lo que les conté y están organizando un grupito (ya sumaron 5) para que les de una charla esta noche. Uno de los presente s va a ser Javier, muy amigo de Santi, que es el director de la cámara argentino/china de Beijing e hijo del director de la de Buenos Aires (es una dinastía). A medida que se iba armando este entusiasmo yo les explicaba que el proyecto China había ido a parar al freezer porque del BRIC habíamos optado por Brasil y que no dábamos abasto para encarar tanto proyecto. Pero viste como son esas cosas… La táctica femenina de hacerla difícil seduce hasta al destino. Cada vez que él me decía lo que tenés que hacer acá es tal y tal cosa yo le respondía si yo hago algo acá mis socios me hacen el harakiri. Lo único que podría yo hacer es encontrar un aliado que haga todo acá y que nos traiga el negocio servido. Cuando me preguntaron si pensaba volver pronto a China respondí que quizás esta fuera la primera y última vez. Porque cuando uno está acá parece tan fácil estar… pero lo mismo me pasó cuando me interné tres días en el medio de la selva amazónica para convivir con los shuar. Y lo cierto es que no volví y dudo que lo haga.

Pienso mucho en todos ustedes que viven en un lugar tan lejano, que duermen cuando hay sol, caminan colgando de la Tierra y que mantienen vivos y avanzando todas las cosas que nos interesan. Les escribo con mucho gusto, pero a veces sospecho que se puede poner un poco pesado tanto renglón en medio de un día de trabajo. Pero no se preocupen… es opcional… no va al examen.

Un abrazo

Boy En Lai

Honorable Chau Fran de la dinastía Ing (y asociados)

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Casi me sentí ahi! Gracias por hacerme viajar a mi tambien por unos minutos!!!

Pia

6:10 AM  

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