Thursday, September 12, 2013

Consultorio Espiritual

Nos escribe Roger Kovalski, empleado de mantenimiento de la escuela primaria de Townsville, Ohio, de treinta y ocho años, soltero.
Cuenta que en la fría  madrugada del 17 de enero cuando sonó su despertador, él oprimió el botón de la lámpara de su mesita de luz y, al encenderse esta, él alcanzó la iluminación.
El maestro Zen de Townsville, Bruce Jaime García, sentenció que fue una coincidencia.
Un joven discípulo del maestro, Rick Digiovani, argumentó que las coincidencias no existen.
El maestro retrucó que la iluminación que produce la luz eléctrica y la iluminación espiritual son dos cosas totalmente desconectadas aunque se emplee la misma palabra para referirse a ellas.
No es casual que se use la misma palabra, insistió el discípulo.
El maestro le recriminó que se presentara a las sesiones de meditación (y hasta le hablara a su maestro) mascando chicle.
Roger Kovalski termina su carta diciendo que le desagrada que discutan por su caso... y, lo que es peor, siente que se le está pasando la iluminación.
Desde esta columna queremos recordarle al atribulado Roger que el único momento en que podemos ser felices es ahora.


2 Comments:

Blogger Boy said...

Asoma un signo de que Mikel ha alcanzado la admiración, que es un paso muy cercano a la iluminación y mucho más barato.
Aleluya hermanos, desde esta columna lo tendremos en nuestras oraciones y nos alegramos por el ahorro.

8:57 AM  
Blogger Mikel said...

:)

6:30 AM  

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