Friday, February 27, 2015

Hay una persona gritando


Hay una persona gritando afuera.

Pero no hay nadie adentro.

Los muebles quietos con sus manchas y su manera de recibir la luz del  farol de la plaza repiten una y otra vez la misma quietud.

El pasto del jardín acepta  el brillo de la luna y las estrellas.

 La persona grita.

Y el agua de la pileta no está del todo quieta porque hay una brisa.

Y se mueven un poco las ramas de los pinos.

No hay nadie en casa.

Ni la gata, cuya comida espera en su plato, inmóvil.

Arranca la heladera.

El cielorraso y la mesa  se miran en silencio.

Hay un montón de libros cerrados.

La cocina con su boca seria y las cacerolas vacías apenas repiten el brillo verde del reloj y la hora que el microondas cambia cada tanto, como quien pestañea...

Y la persona vuelve a gritar.

Hay un auto en la puerta, cocodrilo dormido pero alerta.

Y hay una calle de cemento seco.

Y una plaza, y un barrio, y una ciudad. Y un río. Y más allá un mar que es curvo como el planeta. Y un cielo que abraza al mundo. Y un infinito de silencio.

Porque no hay nadie.

Afuera una persona ha dejado de gritar.

1 Comments:

Blogger Silvia Bonetti said...

La Tierra sin humanos.
Precioso post. Zen, visto como desde una interdimensión.
Me da lástima arruinarlo con un comentario, y me callo.

10:46 AM  

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