Tuesday, December 19, 2006

Fe

...................................................................................... (Traducido del sueco por Federico Vernon)

Fui criado en un familia temerosa de Dios y severa en sus modos y costumbres.
Las formas y la moral son más fáciles de fijar en el carácter con los clavos de la educación que la fe. Y, por eso quizá, son lo único que me ha quedado. Resultado: no hablaría mal de la virgen, pero hace años que la lógica de una inmaculada concepción se me antoja innecesaria y la inutilidad de ese invento ha ido horadado todo el credo de la iglesia en mi modesta visión de la vida. La virginidad de la madre de Jesús me resulta una mentira tan obvia como una careta de carnaval aplicada contra la voluntad del que la porta. Una calumnia de la que ella fue víctima y por la que debieran ser juzgados, condenados y castigados los que la pergeñaron. Sigo escribiendo la palabra Dios con mayúscula, pero no recuerdo haber hablado con El como hablo con un amigo. ¿Qué es eso de Dios? No tengo dónde ponerlo. Me alcanza con el resto de las cosas.

Hoy tengo alrededor de 65 años (hubo alguna confusión en la fecha de mi anotación y podría ser un año menos). He enviudado dos veces. Mi tercera mujer, Berna, es muy joven. Está construida de una forma que despierta admiración. A menudo me encuentro invocando a Dios cuando la veo. Son esas expresiones que conservo de una educación religiosa. Sus piernas son la obra de un arte supremo que conjuga solidez y suavidad con la dulzura de una melodía. Es el resultado de miles de batallas en que dueños de piernas lentas, débiles o mal diseñadas murieron degollados permitiendo que los triunfadores entrecruzaran, generación tras generación, diversos propuestas genéticas de piernas exitosas, dando paso al modelo triunfador de mi Berna. Supongo que por un lado actuó la espada y por otro la mirada. Porque las mujeres, menos prescindibles por el valor irremplazable de sus vientres, que los hombres, no se exponían a la batalla. Pero hay otro espadeo, de miradas, en el que un selector genético en el gusto de machos y hembras calientes prefiere y elige. Mi Berna ha llegado a ser lo que es tras el triunfo de sus genes en infinitos juegos de miradas con que los más exitosos recorrieron sus opciones de parejas. Triunfó el diseño. Triunfó el deseo de triunfo. Triunfó un hilo conductor que es la fuerza de la vida, que hace de todos los que hemos vivido y viviremos un solo ser: un interminable ciempiés que, ignorando el invento humano de la dimensión del tiempo, tiene un par de patas en cada generación. Y camina quién sabe a dónde. Y quién sabe qué piensa este infinito ciempiés sobre la frase “la meta es el camino”.

Kennedy ha anunciado que conquistará la Luna, lo cual me suena más a una bravuconada política y demagógica que a un hecho realista, pero sin duda han realizado progresos científicos y técnicos que le permiten decirlo sin quedar en ridículo. ¿Y cuánto tiempo le tomó a la Humanidad lograr eso? Hace algunos miles de años el Hombre casi no usaba herramientas ya que era un cazador y colector que no necesitaba (ni podía cargar en su deambular) muchos objetos. Y ahora pensamos ir a la Luna. Una célula de nuestro cuerpo realiza miles operaciones por segundo. Se necesitaría de un ejército para reemplazarla… o quizás tres ejércitos dado que la célula trabaja las veinticuatro horas. Lo que quiero decir es que el progreso material que logramos con la técnica es muy impresionante, pero ni en un millón de años podríamos diseñar la uña del meñique de Berna. Pero ¿qué es lo que me lleva a decir todo esto que aparentemente es un desvarío? Mi Berna me ha dicho que tiene un pequeño atraso y quizá esté embarazada. Ha sido un shock. Era probable, pero que su voz diga esas palabras en esta realidad, en este presente, en este día de sol… tiene la certeza de un hecho único. Todo otro maquillaje de la realidad se desvanece. El ciempiés me toma la mano y solo oigo el latido de mi corazón.
Recuerdo haber preguntado a un compañero de facultad de gruesos anteojos, para qué traer hijos al mundo. Ese y todos los demás recuerdos de mi vida son el maquillaje de la realidad que ha dejado de existir. En aquellos tiempos con el de anteojos gruesos hablábamos de fines y de medios. ¿Traería un hijo al mundo para que ayude a la humanidad a conquistar la luna?


Berna estaba desnuda, en cuatro apoyos, y levantó una rodilla por sobre mi cabeza para quedar a horcajadas sobre mí y entregar su entrepierna a mis besos. Era la primera vez que hacía esto. El momento me ha quedado grabado en la memoria y no ha perdido un grado de intensidad desde entonces. Fue un festejo, una fiesta de ese hilo conductor que es la fuerza de la vida. El hecho de que yo haya reaccionado como papel fotográfico registrando para siempre esa gloria me dice quien o qué soy. Soy para eso. Yo creía que era Arquitecto, vecino, ciudadano, contador de cuentos, navegante, profesor… Pero en ninguna de esas funciones he sacado una foto de lo que me hace ser. ¿Podría ahora explicarle al de anteojos que me vale la pena traer un hijo al mundo para que se sume al ciempiés? Por mi formación puritana y por que el erotismo suele ser objeto de bromas y burlas me ha costado escribir esto. Y eludí, por lo tanto, una expresión que tiene un lugar en mi mente desde aquel momento. Expresión que había oído en boca de herejes, con tono soez, e intención blasfema: Fue como ver la cara de Dios. No hablo de belleza porque la estética es una categoría y quiero referirme a la esencia: fue como saber la verdad. O talvez un poco menos: como que me confirmaran que la verdad existe. Y tal vez un poco más: que me dejaran la esperanza de conocerla en vez de agotar todas las posibilidades en el momento de mostrármela.

6 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Que te pario...
Me alegra haberle ganado de mano en algun comentario a tus fans de siempre. Aunque creo, aunque ellos lo lamenten, que yo estaba primera en tu linea de fanaticos.
Como dirian algunos en mi Pais: "Bien pibe, muy bien!!! Eso si, cuando lo hagas ponele siempre la misma poesia"
Siempre esto fue "lo tuyo". Felicitaciones una vez mas. Tengo que poner nombre o me puedo llamar "Anonymous"???

7:14 AM  
Blogger Boy said...

flor de comentario!

8:25 AM  
Blogger tazelaar said...

en fin..... me queres poner celoso? en un rato vas a ver.

8:28 AM  
Blogger Gugú said...

que lindo, y que lindo:
"Mi Berna ha llegado a ser lo que es tras el triunfo de sus genes en infinitas juegos de miradas con que los más exitosos recorrieron sus opciones de parejas."

mencantó che

11:18 AM  
Blogger tazelaar said...

el personaje del cuento es genial. porque si uno lee,pasa a explicar que le dijo que estaba embarazada, y despues lo del sexo oral. el chabon la embarazo con la boca. es mi nuevo idolo. hay que traer hijos a un mundo asi sin dudas. sin dudas. quisiera decir algo mejor, pero cuando algo me gusta me quedo en silencio o digo tonterias.

2:13 PM  
Blogger Boy said...

no te mueras nunca taze...

2:17 PM  

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