Lo racional y lo otro.
Hay un planeta de nuestra galaxia llamado Ortseun, en que habita la especie Sortoson.
Los individuos de esta especie necesitan realizar ciertas tareas.
Son seres muy independientes y hasta egoístas pero una de estas tareas llamada otneimasac debe realizarse en parejas. Los Sortoson buscan entonces a un individuo con el cual realizarla. Hay dos tipos de individuos y deben realizarla con uno del tipo diferente al propio. A todos los sortoson les crecen unas cosas llamadas solep. Pero los de un tipo se ven obligados a arrancárselas o cortarlas en un acto que se llama nóicaliped a fin de ser elegibles por los del otro tipo. Si bien esta práctica es dolorosa, quien no lo hace no sólo no es elegido sino que es objeto de burlas y provoca repugnancia en miembros de ambos tipos.
A nosotros nos choca esa idea y nos parece injusta e inadmisible porque cuando nos la cuentan estamos funcionando racionalmente. ¿Por qué un bando debe avergonzarse de lo que les crece a ambos y estar obligado a extirparlo? Nos parece que si pudiésemos intervenir en el planeta Ortseun, liberaríamos a los oprimidos de esa práctica horrenda.
Sin embargo esa es solo la impresión de nuestra razón. Hay un gran cisma entre lo que nuestra razón puede manejar y lo que maneja el resto de nuestro ser.
Porque vivimos en ese planeta:
Para entenderlo hay que mirar de nuevo el primer párrafo leyendo las palabras en cursiva de atrás para adelante. El planeta Ortseun es el nuestrO y la ceremonia en que se arrancan los solep es la depilación.
Los individuos de esta especie necesitan realizar ciertas tareas.
Son seres muy independientes y hasta egoístas pero una de estas tareas llamada otneimasac debe realizarse en parejas. Los Sortoson buscan entonces a un individuo con el cual realizarla. Hay dos tipos de individuos y deben realizarla con uno del tipo diferente al propio. A todos los sortoson les crecen unas cosas llamadas solep. Pero los de un tipo se ven obligados a arrancárselas o cortarlas en un acto que se llama nóicaliped a fin de ser elegibles por los del otro tipo. Si bien esta práctica es dolorosa, quien no lo hace no sólo no es elegido sino que es objeto de burlas y provoca repugnancia en miembros de ambos tipos.
A nosotros nos choca esa idea y nos parece injusta e inadmisible porque cuando nos la cuentan estamos funcionando racionalmente. ¿Por qué un bando debe avergonzarse de lo que les crece a ambos y estar obligado a extirparlo? Nos parece que si pudiésemos intervenir en el planeta Ortseun, liberaríamos a los oprimidos de esa práctica horrenda.
Sin embargo esa es solo la impresión de nuestra razón. Hay un gran cisma entre lo que nuestra razón puede manejar y lo que maneja el resto de nuestro ser.
Porque vivimos en ese planeta:
Para entenderlo hay que mirar de nuevo el primer párrafo leyendo las palabras en cursiva de atrás para adelante. El planeta Ortseun es el nuestrO y la ceremonia en que se arrancan los solep es la depilación.
7 Comments:
pa las peludas esta el monito.
pues mas vale el pelio libre que la libertad con fijador
De pelos.
sedadicilef fapap. saicarg rop le laticer. yum zilef oña.
raalezat
Acá estoy...adaliped extremis, como se usa en esta parte del mundo, anitnegra.
Gracias por el 2007 a todos, y les deso un 2008 aún mejor!!!
Que no decaiga EX!!!
Florencia Freixá
welcome back flower!
many, many thanks...still hide, but i will appear soon.Why the blog is not runing fast? FF (ssshhh)
al ultimo parrafo hay que ponerle cera y tirar fuerte.
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