NO SE QUE PONER

Cuando me contaron que un tipo había escrito un graffiti en una pared de Quito que decía no se que poner me corrrió algo por adentro como una carcajada milenaria sin sonrisa.

Hay veces que uno se encuentra con un clásico y sabe que está ante algo de otra categoría.

Cuando Tano mezcló en una grabación los cantos de una rana y de una cantante de ópera y se los oía felices en ese dúo de la tierra diciendo "miren, podemos" supe que estaba ante un clásico.
Cuando Mairal agarró los sustantivos y los hizo verbos en un poema de amor me quedó claro que era una de esas veces.

No cualquiera reconoce la caldiad de un clásico. Algo de la magia está en el ojo que ve.

Estoy seguro de que para un lector lector superior mi frase más aburridad puede ser una obra de arte, pero no vale dejarle toda la tarea al que lee. Nunca ssbremos cuánto de una buena obra es subjetivo y cuanto objetivo. Y si supíeremos...¿ que mierde hicéremos con ese dato?

Debo confesar que cuando veo que crecen los yuyos en mi blog abandonado y que no hay comentarios que se sumen al viejo post que quedó como un tapón oxidado haciendo de último... me da angustia.

No veo mi blog como mío, veo los ojos de Taze, Florencia demás conspicuos... los veo somniolientos . Ellos van allí a verme y yo los veo allí a ellos.

Cuando no sé que poner la visibilidad debiera ser absoluta.
Pero no.

Será que las palabras hacen de deshollinador de comunicaños?