Wednesday, March 19, 2008

Quietud

Era un colegio privado, caro, pero vivíamos con hambre. Y en el recreo se despertaba la posibilidad de conseguir algo. Como perros nos distraíamos de nuestros juegos cuando veíamos comida. Si alguien se compraba un sándwich, un turrón o unos caramelos en el kiosco, inmediatamente tenía a un par de sus amigos más cercanos pidiéndole y a los demás mirando con envidia y reprimiéndose, a sabiendas de que su pedido sería infructuoso. La botella de crush o de coca generaba la misma reacción y sus dueños prendidos al pico como terneros denegaban con sonidos guturales los pedidos. Un trago era el objeto de una codicia unánime e indiscutida.
La vida de una persona puede definirse por los recuerdos que tendrá en la cama de su muerte. Yo se que hay uno que no faltará y me rebela lo caprichoso y poco épico del asunto. Era ese patio de ásperas baldosas esterilizado desertificado por millones de pisadas de zapatos negros mal lustrados y de cordones sueltos Medias personas vestidas con sacos azules y pantalones grises se arrastraban por el piso o jugaban al fútbol con tapitas de botellas y esgrimían proyectos de emociones que apenas se respetaban. Una persona entera se destacaba entre todos: una mujer. La maestra a quien le tocaba cuidarnos ese día. Ella no estaba obligada a hacer la cola del kiosco y hacía su pedido a María por sobre las cabezas de los chicos.
La escena que no olvidaré es cuando vino a devolver la botella de coca, también por sobre las cabezas. Vi cuatro cosas que me quedaron grabadas: sus zapatos de tacos altos que mostraban los dedos de sus pies, sus ojos pintados con unas líneas negras, la pajita blanca que sobresalía de la botella y que era un privilegio de los maestros, la marca de rouge en la punta de la pajita, y por sobre todo esto: el hecho de que estaba devolviendo una botella con un tercio de coca-cola sin tomar. Los chicos que estábamos en la fila miramos pero no dijimos nada. Era tremendo pero la vida continuaba.
En algún momento entre aquel episodio y hoy he dejado de codiciar la coca cola de aquella forma.
Tampoco tengo la pasión que sentía antes por probar cualquier deporte nuevo.
Ya no me interesa atrapar la mirada de esa mujer en el subte y sentir como ella y yo somos súbitamente filamentos incandescentes venciendo la oscuridad.
El canto de sirena que envuelve al abstruso comercio carnal se ha disipado y solo se me ofrece a los sentidos lo impertinente de ese abuso de confianza.
El dinero… visto que se transforma en una y no en todas las cosas… habiendolo usado repetidas veces… ahora se me olvida, cada vez me cuesta más tenerlo en cuenta.
El elogio, por el que tanto trabajé, es para el que elogia. Se esconde el egocentrismo en la lisonja. Nadie que me lo haya dado lo ha soltado… al menos nada tengo.
En cuanto a escribir con intención literaria, me entretuve eligiendo las palabras y su orden…pero sé que la cantidad de posibles combinaciones es finita.
El alcohol… viene y va. Como el carnaval. ¿Cuántas veces quieres ir al carnaval?
Los cielos de colores siempre me han gustado por su efímera generosidad. La hora del ángelus. Ayudan a tomar concienciay al carpe dime. Pues bien, eso ya está. Lo veo y pienso y siento lo que pensé y sentí ayer.
Las repeticiones gastan y las novedades… tanta novedad ya es repetitiva.

Ahora que lo dije miro tu mirada. Por un instante te oigo quejarte de que deshonro la vida. Porque me tenés fe, le buscás a mis palabras un sentido superior. Finalmente tu mirada queda quieta. Y en esa quietud vuelvo a sentir lo que sentí por la botella de la maestra.

9 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Donde está esa memoria selectiva que por arte de magia nos hace recordar lo bueno?
Todo es cierto, pero con prozac se ve mejor, y no estoy de acuerdo, los elogios (al menos los sinceros como los mios) son de quienes los generan, y nadie tiene asegurada una muete en una cama, o sea, no programes.
Segui honrando la vida de esta forma,, que no es para cualquiera un broadcast de sentimientos. Quien sabe que??? Y si no te leen son ellos quien se lo pierden, pero nada es para siempre y volveran.Flor

7:08 AM  
Anonymous Anonymous said...

porque tantas quejas para con tus lectores? uno piensa q escribis casi mas para nosotros q para vos. tus textos siempre tienen esa expresion, como un guiño, que nos apunta, a los q te leemos.
yo entro y te leo siempre, siempre.
pero muchas veces no se que decir, y antes q hacerme el langa, prefiero dejar el silencio.
pero no quiero q te angusties por la falta de comentarios, de modo q desde ahora, cada vez q entre y no sepa q decir, y no quiera fabricar un chiste malo, te voy a firmar un silencio.
adiviná quien soy.

6:57 PM  
Anonymous Anonymous said...

porque tantas quejas para con tus lectores? uno piensa q escribis casi mas para nosotros q para vos. tus textos siempre tienen esa expresion, como un guiño, que nos apunta, a los q te leemos.
yo entro y te leo siempre, siempre.
pero muchas veces no se que decir, y antes q hacerme el langa, prefiero dejar el silencio.
pero no quiero q te angusties por la falta de comentarios, de modo q desde ahora, cada vez q entre y no sepa q decir, y no quiera fabricar un chiste malo, te voy a firmar un silencio.
adiviná quien soy.

6:58 PM  
Anonymous Anonymous said...

taz.

6:58 PM  
Anonymous Anonymous said...

Defensa:
No me pareció que se quejara de sus lectores!
Qué sentido tiene escribir para uno mismo, sin pensar que algún dia algo se leera?
Si salió asi esta bien. Boy no puede ser un genio todo el tiempo!!!. Que fácil entrar y dejar un silencio...NO SE METAN CON EL PORQUE MATO!!!Flor

3:52 AM  
Anonymous Anonymous said...

taz
parto dela premisa (cobarde talvez) de que todo lo dicho en estos mensajes es medio jugando
Flor me ha hecho dudar de si todos juegan...
A mi me divierte (y lo hago a nivel reconocimiento honorífico a tu leal presentismo) retarte cuando te salteas una... pero los faltazos le ponen condimento a la rutina y incertidumbre al destino.
Por sobretodas las cosas la libertad es liebre y un papaf que da conejos mas que un padre es un amague.

Pffffffffff

9:35 AM  
Blogger Boy said...

Flor

no mates ni para matar el tiempo


El tao de los líderes dice que cuando una persona se siente inclinada a una intervención fuerte debe cuestionar su involucramiento emocional en el asunto.

9:43 AM  
Anonymous Anonymous said...

Eso si lo digo "jugando". La muerte es una amiga cercana a todos, pero NO SE ME OCURRIRIA JAMAS...o te olvidas de que trabajo, y de que soy?
Soy de "intervenciones muy fuertes"
(como vos), pero no me involucro con la táctica, sino con la estrategia. Flor

7:53 PM  
Anonymous Anonymous said...

Ah...Tampoco me interesa el liderazgo

8:32 PM  

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