Wednesday, December 31, 2008

Las Vacaciones Antes de la Crisis.

El Tao Te King, un libro chino de 2500 años, propone que el líder debe tomar el ejemplo de los procesos naturales para guiar su conducta… Observar cómo ocurren las cosas en el universo y captar la esencia de ese cómo. Hacer silencio, estar quieto, percibir lo que sucede y destilar de lo que sucede la esencia de la manera en que sucede, el espíritu de ese modo, para luego actuar imbuido de su sabiduría. El resultado será que, lejos de la imagen de líderes hiperactivos que frecuentemente vienen a nuestra mente, el líder sabio actuará muy poco. Frases como “El líder que brilla encandila”, “El líder sabio debe parecer tonto” y “Las intervenciones fuertes interrumpen procesos” invitan a una actitud más contemplativa y a pasar a la acción con pequeños toques suaves que complementan y guían a los demás sin sacarlos de su camino o anularlos.

No es frecuente que relacionemos un trabajo contemplativo, de orden espiritual, con nuestro rol en la organización. Al lector puede parecerle una conexión forzada. Más aceptable resulta la idea de que las vacaciones en la naturaleza son buenas para recargar energías y volver al trabajo con nuevos ímpetus e ideas creativas. Veamos entonces cómo puede ayudarnos una temporada en contacto con el medio natural, durante este verano, para enfrentar el 2009 con sabiduría.

El agua es un gran placer. Nos recibe ligeramente, nos contiene, hace más leve nuestro peso y carece de aristas o roces. Se adapta a todo. Encuentra siempre su nivel. Sin embargo la vastedad de la arenas habla de su triunfo sobre las rocas. Dicho así es un lugar común, pero caminar serenamente por la playa nos puede hacer percibir ese cómo de la naturaleza (el tao) que nos permite actuar en armonía con la realidad.

Los árboles. Contemplar las similitudes y a la vez la diversidad de los árboles que componen un bosque y dejar que nos invadan esas dos ideas a la vez. Permitir que coexistan los opuestos sin ejercer sobre la realidad intervenciones racionales. Saber que lo verde caerá y volverá crecer. Sentir la flexibilidad de las grandes ramas cediendo al viento. Percibir las luchas y la cooperación que conviven en el sistema.

El sol. El tiempo. El sonido de la noche. Las tormentas. Los ríos. Los cielos estrellados. Las formas de las nubes. La arena caliente en los pies. El universo se nos ofrece en infinidad de formas y todas traen la oportunidad de conectarse con el tao. Todos sabemos dónde están. Apagar la televisión. Manejar tranquilo. No ir al casino. Hablar un poco menos y un poco más suave. Mirarse a los ojos sin decir nada. Dormir en paz.

Y volver al trabajo sintiéndonos parte de lo que hemos percibido. Sin desafinar. Logrando más con menos esfuerzo. Y sabiendo que venga como venga el año, las cosas se comportaran del modo del universo, y nosotros estuvimos charlando con Él.

2 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Tao, te quiero.
Silvi, una taoista empedernida.

3:46 PM  
Anonymous Anonymous said...

I agree!Flor

7:14 AM  

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