Cuba Diving

Hola.
(La palabra hola tiene personalidad de envase... carece de significado pero se llena de riquísimos sentimientos. Uno se mete entero dentro de ella diciendo aca estoy y te veo y te quiero decir todo pero no se puede.)

Así que hola.

El avión se sambulló en el aeropuerto de La Habana. Lo primero que pensé fue que siempre había pensado en Cuba como un país chiquito, y no lo es... Quizás me había infuído el contraste con los Estados Unidos, su Goliat.
Uno va a Cuba a hacer turismo político. En mi caso también iba a realizar tres talleres de capacitación para la empresa cervecera Bucanero, una de las pocas empresas mixtas del país. El Estado se asoció con la mayor cervecera del mundo, que también es la duenia de Quilmes. Uno mira la gente en cuanto aterriza a ver que huella ha dejado en sus caras y sus aspectos el Che Guevara, Fidel, el comunismo, el bloqueo, el sistema económico en que el Estdo es duenio de todo, los sueldos de menos de cincuenta dólares mensuales, el fin del socialismo en el resto del mundo...
Maribel, Sancho y yo nos llevamos maravillosamente con los cubanos y ellos con nosotros. Hemos vuelto con infinidad de amigos.
He hablado con total libertad de política, he oído críticas y defensas y he postergado la tentación de juzgar con mucha más facilidad de lo que suele ocurrirme. La simpatía y el carinio mutuo estaban siempre en primer plano.
Los talleres fueron recibidos con muchísimo interés y con una avidez de aprender que resultó emocionante. Nos llenaron de regalos, elogios y pedidos de que volviéramos.
Siempre quise ir a Cuba y es un suenio realizado. Ahora estamosde vuelta. Como me ocurre a menudo en los viajes el último día ya me quería volver.
Se cerró el paréntesis y retomamos la lectura de la novela que habíamos dejado.
Me traje dos bastones artesanales que ya integran la colección. Uno de la Habana y otro de Holguín) Deben sentirse raros junto al de la India, el de Luján, el de Guatemala, el de Dubai, el de Quinara y el de Otavalo(ambos de Ecuador), el de tartagal, el de Nepal, el que me regaló Simón,el que me dio Santi, el de Tano, el de la Vieja y los dos de mi abuelo Atilio.
Y por qué no escribía?
Estuve pensando excusas y me reí de mi mismo ya que me pesqué buscando algo racional para decir... El trabajo, los viajes, el stress, el malhumor. Hay tantas cosas que no sabemos.
Me gustó que aparecieran dos quejas por mi ausencia.

Un día Maribel y yo caminábamos por el gran hotel de la playa en que estábamos hospedados en Holguín. Ocupa varias hectáreas y tiene senderos peatonales. En una intersección había un cantero con plantas y un jardinero se esforzaba por carpir la tierra. Al pasar le dije que su jardín estaba lindísimo... y sonrió.
Le dije a Maribel que me gustaría que en mi lápida dijera "le dijo al jardinero que el jardín estaba lindo".