Wednesday, March 31, 2010

A media cuadra


A media cuadra hay un quiosco de diarios. El viejo que lo atendía le daba de comer a una paloma, de su mano, medio a escondidas, tapado por hojas y hojas de escándolos políticos, minas en bolas y jugadores de fútbol. Lo he visto varias veces. Lo hacía medio acurrucado y con una expresión de gozo que se morfaba la ciudad.
Pasamos por ahí cientos de personas y su amor ridiculizaba nuestro devenir. Me inventé una historia en que, a pasos cuidadosos y progresivos, el viejo se había ganado la confianza de aquel pequeño cuerpo tibio y emplumado y su libre albedrío de volador.
Un torpe día del pasado me rehusé a ser uno más y me detuve a sacarle una foto con el celular. Otra vez le pregunté por la paloma y me contestó con timidez que ya había estado, más temprano.
Cuando el viejo desapareció a cambio de un rubio con arito pensé que era el reemplazo por un franco. Pero en las semanas siguientes el rubio perseveraba y nunca venía el viejo.
Hasta que averigué. Fui con una carta y el de arito me dio una dirección, de la viuda.
Tomé café, en su casa, con una mujer que dijo haber estado casada con él por más años de los que tengo. A la tercera tacita encontré la forma de que me dijera lo ocurrido. Subrayaba las frases con más heroismo que amor. Lo de la paloma era un secreto. Pero la vieja se había enterado. Había ido un día y los vecinos le habían contado.
Lo esperó en aquella casa con esa expresión de calle cortada que solo tiene quien está entre vos y tu destino. Le habló de las pestes que transmiten las ratas y las palomas. Le congeló el aire. Le minimizó el infinito.
El viejo se acercó a la ventana porque se estaba ahogando y le dolía una inelasticidad en el pecho.
Cuando corrió el vidrio sintió la despedida entre sus pies y el suelo en una soplido de aperturas. Se le cayó la gorra y la pelada surcó el límite prohibido de la voz con que su mujer enredaba las salidas.
- Saltó sin decir nada- narró la viuda, y yo apoyé la tercera taza vacía.
- Pero nunca los encontraron - me dijo tras una pausa larga, porque supo que yo ya había entendido.

6 Comments:

Blogger Fernando Travaglini said...

Me rompió la cabeza.
Excelente!

1:01 PM  
Blogger sinonimo said...

libre

4:23 PM  
Blogger Mundo en Flor said...

No comento porque estoy nerrrrrviosa y necesito la asistencia de un LETRADO. Acabo de inaugurar mi blog (ja!) y necesito tu opinion

12:43 PM  
Anonymous Anonymous said...

Bello...verdadero minestrone. Sí, lo de cubito era para desmerecer un poco, pero en realidad era una queja por tu ausencia. Es que soy así, qué voy a hacer?
Éste lo adoré.
Sil

9:20 AM  
Anonymous (otra) paloma said...

sehr nett!

3:39 PM  
Blogger Boy said...

este va sin comentarios

10:32 AM  

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