El otro yo
Recibí una carta firmada: Yo.
De entrada pensé que en estado de irresponsabilidad etílica, anoche, había recurrido al medio espistolar para comunicarme con el resto de mi propia cosa.
Pero despues pensé : No.
Debe ser otro que se cree yo.
Tras un opíparo sandwich de lomo y queso, y largas meditaciones naufragadas en la cerveza que me proveyó el chiringuito de la playa catalana me dije: meditando frente al mediterraneo debo centrar el cráneo y darme cuenta de que no tuve yo una idea inrreproducible.... alguno puede haberla copaido y sentir genuinamente que eso que él es merece llamarse (me cuesta pronunciarlo por que abandona el plano de la hipótesis en cuanto le doy palabra) yo.
El duelo y la aceptación de la idea duró lo que dura dura. Pagué la cuenta y me lancé al ruedo. Dónde está ese que se atreve! You can leave your hat on! Con la cólera del Pélida Aquileo, y dispuesto a matar o morir ante el otro yo, salí a buscarlo: Me metí en un shoping para, de paso, ver si conseguía una camiseta de Messi del Barça o alguna otra cosa típica de la ciudad.
Anduve mirando a la gente a los ojos... y debo admitirlo: hay una confabulación para confundirme... todos están a punto de lograrlo...a punto de poder ser, sufren, se divierten, dicen lugares comunes, se sorprenden estúpidamente ante los shows callejeros, pareciera que reúnen todas las condiciones...Cada uno de ellos está a punto de firmar una carta... con la Y griega y la O.
Pero ahora les he sacado ventaja...
Ser yo es escencialmente una cosa que no son.
Ninguno de ellos me está buscando a mí.
Los delata la asimetría.
De entrada pensé que en estado de irresponsabilidad etílica, anoche, había recurrido al medio espistolar para comunicarme con el resto de mi propia cosa.
Pero despues pensé : No.
Debe ser otro que se cree yo.
Tras un opíparo sandwich de lomo y queso, y largas meditaciones naufragadas en la cerveza que me proveyó el chiringuito de la playa catalana me dije: meditando frente al mediterraneo debo centrar el cráneo y darme cuenta de que no tuve yo una idea inrreproducible.... alguno puede haberla copaido y sentir genuinamente que eso que él es merece llamarse (me cuesta pronunciarlo por que abandona el plano de la hipótesis en cuanto le doy palabra) yo.
El duelo y la aceptación de la idea duró lo que dura dura. Pagué la cuenta y me lancé al ruedo. Dónde está ese que se atreve! You can leave your hat on! Con la cólera del Pélida Aquileo, y dispuesto a matar o morir ante el otro yo, salí a buscarlo: Me metí en un shoping para, de paso, ver si conseguía una camiseta de Messi del Barça o alguna otra cosa típica de la ciudad.
Anduve mirando a la gente a los ojos... y debo admitirlo: hay una confabulación para confundirme... todos están a punto de lograrlo...a punto de poder ser, sufren, se divierten, dicen lugares comunes, se sorprenden estúpidamente ante los shows callejeros, pareciera que reúnen todas las condiciones...Cada uno de ellos está a punto de firmar una carta... con la Y griega y la O.
Pero ahora les he sacado ventaja...
Ser yo es escencialmente una cosa que no son.
Ninguno de ellos me está buscando a mí.
Los delata la asimetría.
posted by Boy at 12:02 PM
7 Comments:
tase no se atrase
ese otro yo que esta dando vueltas x todas esas cabezas no soy yo, aunque sé que hay quienes me imitan, pero sepan que yo soy yo (no se dejen engañar)
quien?
yo o yoyo
o yo-ye-ga
ahora haces censura previa!!!???
esto se parece a una dictadura
otro yo mas
Al fin estás tan loco como yo.
Me parece que estás resistiendo al Nirvana (fundirse en el Yo universal).
El sentimiento de separatividad es una enfermedad terminal.
Que termina justamente con el Nirvana.
creo q es la globalizacion contra vos.
tb efectos colaterales de alguna de esas sustancias prohibidas q te copan.
a cada uno le pega como le pega, viste.
De todas maneras, boy, esas diatribas es mejor tenerlas en Barcelona que en otro lugar, qué se yo. Qué se Jones.
Mi papá de chico se levantaba a la mañana y se preguntaba con miedo: ¿Soy yo o me cambiaron los extraterrestres? Entonces se hacía preguntas a las que solo él podía responder. Lógico.
Lu.
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