Colorín Colorado
Me llamó mi hermana al celular. Yo acababa de dar un curso en Bahía Blanca y estaba en un taxi, llegando al aeropuerto para volver a Buenos Aires. Pensaba ir a ver a la vieja ni bien llegara porque no había estado bien los últimos días.
Cuando atendí Inés me dijo con la voz cortada "She's gone". Eso es todo lo que recuerdo del diálogo.
Esa noche la velamos en lo de Girola.
Mis amigos de la infancia Juan y Marcos Bretón se quedaron hasta tarde y cuando se estaban por ir les pedí que se quedaran más. Me encantó que aceptaran.
Maribel se había ido con Sancho a dormir a nuestra casa en Pilar y yo me quedaría esa noche en lo de mi hermana. Sancho tenía cerca de dos años y no hablaba mucho. Jugaba con los vecinos en las calles del barrio en que vivíamos y cuando aparecía algún vehículo uno de ellos gritaba "auto" y todos se subían a las veredas de pasto hasta que pasara el peligro.
Al día siguiente Maribel y Sancho volvieron a lo de Inés ya que desde allí íbamos a partir hacia el cementerio británico de la Chacarita. Estábamos en el jardín, preparándonos para salir y decidiendo quién iba en qué auto cuando se abrieron las puertas del living y los funebreros avanzaron con un carrito que traía el cajón. Como estábamos en el camino Sancho dijo "Auto" y se corrió hasta que pasara el peligro.
Mi vieja que había sugerido el nombre "Colorín Colorado" para un cementerio privado hubiese disfrutado la anécdota.
Cuando atendí Inés me dijo con la voz cortada "She's gone". Eso es todo lo que recuerdo del diálogo.
Esa noche la velamos en lo de Girola.
Mis amigos de la infancia Juan y Marcos Bretón se quedaron hasta tarde y cuando se estaban por ir les pedí que se quedaran más. Me encantó que aceptaran.
Maribel se había ido con Sancho a dormir a nuestra casa en Pilar y yo me quedaría esa noche en lo de mi hermana. Sancho tenía cerca de dos años y no hablaba mucho. Jugaba con los vecinos en las calles del barrio en que vivíamos y cuando aparecía algún vehículo uno de ellos gritaba "auto" y todos se subían a las veredas de pasto hasta que pasara el peligro.
Al día siguiente Maribel y Sancho volvieron a lo de Inés ya que desde allí íbamos a partir hacia el cementerio británico de la Chacarita. Estábamos en el jardín, preparándonos para salir y decidiendo quién iba en qué auto cuando se abrieron las puertas del living y los funebreros avanzaron con un carrito que traía el cajón. Como estábamos en el camino Sancho dijo "Auto" y se corrió hasta que pasara el peligro.
Mi vieja que había sugerido el nombre "Colorín Colorado" para un cementerio privado hubiese disfrutado la anécdota.
2 Comments:
Me encantó.
Es mi favorito.
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