Candidato
Un hombre que se emborrachó porque su amante le ha dicho que
no quiere verlo más ha chocado un auto de lujo contra un poste de semáforo y
luego ha entrado con auto y todo en una casa de muebles que ofrece planes de 12
cuotas y regala el somier a quien compre el colchón
Yo salí del centro cultural, esa noche, media hora antes del
accidente. Mi hijo estaba contando chistes esa noche y había ido a verlo. Se me había
calentado el pico con el vino barato que me vendieron en frascos en vez de vasos…
y quería fumar… Había dejado hacía un par de meses, pero en ese momento, un
whisky en las rocas y un cigarrillo eran lo más lejos que podía mirar. No me
gusta que mis hijos me vean fumar porque vivo diciéndoles que no fumen. Cuando salí me sentí liberado y caminé varias cuadras buscando el lugar adecuado.
Encontré un bar en la esquina del accidente, antes de que
ocurriera, y tenía mesas afuera. Si nunca fuiste adicto a nada no me vas a
entender pero te lo repito para darte una chance: había un bar en la esquina y
tenía mesas arafue. Eso significa chupi y cigarros sin culpa.
Todos sabemos que un whisky no alcanza a mojar los hielos
asique lo pedí doble y un atado de jockey que con el tiempo y un par de frases
se transformó en un Marlboro, tipo Coca
puede ser Pepsi.
Había dado dos tragos y tres pitadas cuando ya sentía que las cosas se
ordenaban, que la madre tierra me amaba… y estaba mirando el perro este que
paró a rascarse en medio de la avenida… Lujos que uno puede darse a esa hora de
la noche… pero venía un par de faros a alta velocidad y el rope salió cagando
pero no antes de que llegara el auto que intentó frenar y derrapó y lo vi
estrolarse contra el poste del semáforo, seguir pegando vueltas hasta meterse
en la vidriera de la mueblería. Pasó todo demasiado rápido.
Esto no me lo esperaba, me dijo mi cerebro.
Saqué el celular y marqué 911 y me llenó de orgullo que
habiendo tomado un montón de vino en el centro cultural todavía era un ciudadano
útil para el prójimo. Cuando la mina me preguntó dónde había ocurrido el
accidente le pasé el celu al mozo que había salido a mirar y le dije: no sé la
dirección de acá… y me fui corriendo para que él se ocupara de lo demás
mientras yo iba a la escena de los hechos a ayudar a quien necesitara un
borracho solidario.
Otra gente llegó antes que yo. Raro porque no suele haber
muchos samaritanos rápidos. Se llevaban al herido y se lo oía decir: Me maté por Jazmín… que ella lo sepa!
Me quedé sólo ante el auto. Y vi que decía Ferrari. Había un
reloj que todavía latía. Y acá es donde lamento haber bebido, porque quisiera
ser totalmente confiable en mi relato: vi ese relojito latiendo … y pensé (no se olviden que un perro se había rascado,
que un conductor había sido llevado herido, que mi hijo había contado chistes
del vasco, que acaba de dar tres pitadas de un cigarrillo, que me he pasado la
vida pidiendo que no le mientan a los chicos con el asunto de que Cristo es
hijo de una virgen, que a veces me siento como un Tarzán que no encuentra la
siguiente liana de la que agarrarse en su viaje por la selva….) Pensé que lo
que pasaba en ese lugar y en ese momento era relevante al universo. Como cuando
una garza se come un renacuajo en una laguna del sur de la Guyana francesa.
No puedo reproducir lo que sentí en ese momento (que fue
mucho, realmente mucho) sin temor a mentir… pero sí lo que recordaba al día
siguiente.
El reloj del auto, aun haciendo su tic tac me llevó a pensar
en un universo vivo. Todo sigue en movimiento, pensé. Todo es el universo. Y
por primera vez entendí que la carne jugosa y viva de mi cuerpo era el universo
tanto como una galaxia congelada o hirviendo. Que mis pensamientos eran parte
de mi galaxia. Que yo no era más que la erupción de un planeta en fermentación.
Me pareció que la idea merecía un homenaje y me senté en el
piso.
Mis guardaespaldas empezaron a preocuparse después de unos
minutos y Carl que tiene confianza me habló después de un rato.
Y yo pensé: “ si no fuera yo candidato a vice presidente, podría
ser Dios, o el dueño del universo, pero tiene razón Carl… no sería bueno que me
saquen una foto de rodillas acá en Almagro, borracho y enamorado del universo.”
1 Comments:
Qué lindo, Boy. El giro del final, no sé si llamarlo político, me dejó bastante consternado. Creo que no lo entiendo, pero me parece bien.
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