Sunday, February 20, 2011

Descentrado

Tras varias noches de insomnio, en esta, se me ha aparecido un recuerdo de juventud. Todo es vago en la imagen que recuerdo, salvo un detalle que, de pronto me ha parecido, podría ser la clave de mi vida. Como un puñal que viniese envuelto en las confusiones de un poncho, he sentido ese filo y nada más.
Sé que esto ocurrió, pero (a mi edad ya no me avergüenza admitirlo) no recuerdo cuándo, dónde ni con quién. Ni siquiera tengo claro si sería justo echarle algo de culpa al alcohol.
Parte de la búsqueda del hombre se lleva a cabo en las mujeres y, como a cualquiera, a mí me tocó una porción.
Tengo la sensación de que, en este caso, y con esta dama en particular quemé algunas etapas… había, a veces, un orgullo en la celeridad del logro que no es momento de discutir y que en el Don Juan Tenorio se ha desarrollado mejor de lo que yo podría.
Sé que estaba obscuro y que ante alguna señal de que las resistencias se habían transformado en bienvenidas me poseyó un desenfreno de toros como cuando en Pamplona se abre el portón.
Ahora que he dicho eso me parece recordar que ella tenía acento extranjero o provinciano.
Todavía oigo su voz con la misma claridad de aquel día. Lo dijo dos veces:
- Dónde vas?... Dónde vas?!-
En un primer instante pensé que había entendido mal y que no era bienvenido.
En segunda instancia creo que tuve claro todo lo que había que entender.
“Yo soy la vida… y te estás pasando de largo.”

3 Comments:

Blogger Mateo said...

me encantó

12:13 PM  
Blogger Mikel said...

sí, es buenísimo. la metáfora del cuchillo y el poncho es una buena trampa porque te convence desde el principio que vas a leer algo de calidad

11:29 PM  
Blogger Boy said...

va

9:10 AM  

Post a Comment

<< Home