El vaso de agua
- ¿Tu viejo estuvo?- Preguntó María
- Si, pero no le gusta hablar.- Contestó Patrick.
Se acaban de encontrar. No se conocían. Patrick está investigando el episodio en que tanto su padre como la madre de María se vieron involucrados hace unos (o dentro de unos) años.
- Si… Mi madre se deprimió, cuando volvió.
- ¿Pero contó cosas?
- Si, habló muchísimo al principio. Creo que fue hablando que buscó una salida, pero se fue deprimiendo y al final dejó de hablar.
- ¿O sea que vos sabés cómo fue? No te puedo creer.
- Bueno... sé lo que cuenta ella.
- ¿Sabés cuántos fueron?
- Según mi vieja, once.
- Once! ¿Y dónde están?
- No… eso no sé. Creo que algunos murieron. Uno se suicidó, que era medio amigo de la vieja.
- ¿Pero vos no intentaste conocer algún otro?
- ¿Suena raro? Claro para vos es una curiosidad enorme, para mí la parte más dolorosa de la historia familiar. Ya otra vez me preguntaron lo mismo. La comparación es horrible, pero ¿si tu viejo hubiese tenido cáncer y lo hubieses visto sufrir y abandonarte, querrías salir a buscar otros enfermos para ver cómo les va?
- Si, claro, pero… pero yo recuerdo cuando la sola idea de un viaje en el tiempo era lo más interesante de la ciencia ficción. Digamos, yo era chico y la vida extraterrestre, la inmortalidad y viajar en el tiempo eran las tres ideas que más interés suscitaban. Nunca podría haberme imaginado que una vez logrado perdería tanto interés…
- Si, te entiendo. Es que un milagro deja de ser milagro cuando ocurre. Porque la definición de un milagro es algo que no ocurre. Cuando padecés por años la obsesión y la depresión de tu madre, el viaje… no te voy a decir que pasa a ser trivial, pero es parte de la vida.
- Mirá vos… me has hecho pensarlo desde otro ángulo. Que un bebe nazca a los nueve meses de hacer el amor, es sin duda una cosa tan milagrosa como ir al futuro, pero nos acostumbramos a aceptarla por que el tipo está ahí todos los días, llorando, pidiendo mamadera y necesitando que le cambies los pañales…
- Ja! Si es comparable. Solo que más alegre. Yo perdí a mi vieja en ese portal y tenía doce años. Lo que volvió nunca fue lo mismo.
- Ah! Contame: ¿ella habló del portal? ¿Vos sabés cómo fue? ¿Puede volver a ocurrir?
- Habló muy poco de eso. A ella la obsesionó el idioma. Bah, lo que ella llama el idioma. El no entender nada.
- Pero… ¿evolucionó tanto en doscientos y pico años el idioma? ¿O es que cayó en otro país? ¿Ella coincide en que fueron doscientos y pico hacia el futuro?
- Mirá, si bien mi vieja era científica, es como si hubiera dejado de serlo. Paró de importarle ese camino. Los detalles… no sé… es como que el tiempo dejó de existir par ella como lo vemos nosotros. Pero me parece que ella cree que no, que no va a volver a ocurrir. Que no se puede. ¿Te imaginás lo que debe sentir…?
- No puedo. Mi curiosidad me domina. Yo lo viví más de lejos. Mis viejos estaban separados y yo vivía con mi madre. Me impactó menos desde lo personal y emocional.
- ¿Y qué supiste vos?
- Bueno, yo lo hablé mucho con mi terapeuta… la idea que fui construyendo es que a mi viejo, ver el futuro le hizo perder todo interés por el presente. Es como leer el final de una novela y saber quién es el asesino. Nada que ocurra te resulta tan interesante por que sabés cómo va a terminar la cosa. Hay gente que cuando ve un partido de futbol en diferido prefiere no saber el resultado para no perder interés. A mi viejo, saber el resultado lo mató. A él le hubiese convenido viajar para atrás.
- Increíble… que reacciones diferentes…
- ¿A tu madre no le pasa eso?
- No. El drama de mi vieja es que no pudo comunicarse. Digamos, habló con algunos que sabían hablar como nosotros, pero paradójicamente eso le sirvió para darse cuenta de que había otra forma a la que nunca tuvo acceso.
- ¿Otro idioma?
- No. O sí, si, talvez podría llamarse idioma. ¿Vos visite cómo hace unos años empezó a haber cada vez más gente que vivía pendiente de su celular, su Facebook, su twiter y los demás los cargaban…? Viste cómo se comentaba que para cualquier dato recurrían al Google, la Wikipedia…
- Si, jaja, me había olvidado de algunos de esos nombres… ya es como si pertenecieran a la prehistoria, y no hace tanto…!
- Claro, porque fuimos evolucionando… Pero la evolución, según mi vieja, pegó un salto exponencial cuando conectaron lo electrónico con las terminales nerviosas y fabricaron el “you on line”.
- Mierda!
- Tu viejo te contó algo?
- No pero la idea abre un universo…
- Claro.
- Dejaron de hablar!!
- Si.
- ¿¿Que hacen??
- Patean.
- ¿Cómo “patean”?
- Patty Kim fue una (o mejor digo será una) coreana norteamericana que murió haciendo esta especie de telepatía electrónica. No se sabe muy bien porque no contó el cuento, pero se transformó en un ícono de la revolución. Y de su nombre Patty y quizás también por Tele "patí" a, se adoptó en la jerga la palabra “patting” que en castellano pasó a ser “patear”.
- Pero ¿no se sabe por qué murió?
- Bueno, saberse no, pero como dice mi vieja, nadie nunca sabe nada de nada. Hay que conformarse con las creencias, con lo que somos capaces de entender de lo que otros son capaces de decir de lo que fueron capaces de entender.
- Mierda, mierda, mierda! ¡Contame más!! ¿Cómo explican su muerte?
- Bueno, aparentemente algunos dicen que creyó que comía, que viajaba, que vivía porque hacía todo pateando, es decir estando en “you on line”, y el chiste de humor negro es que pateó el balde, estiró la pata. Pero también se dice que la mina era drogadicta, bulímica, autodestructiva… de todo. O sea, no se puede creer mucho de una leyenda... creo que nadie más se murió por patear. Es más la cosa evolucionó cada vez más, la adoptaron millones de personas para su propio beneficio, aprendieron a hacerlo cada vez mejor, desarrollaron tecnología alrededor de esta práctica y la explosión tecnológica y de hábitos en una población con más gente en internet que sin ella fue una bola de nieve. El crecimeiento fue tan rápido que una generación ya no entendía lo que hacía la siguiente y es el motivo por el cual mi vieja no pudo entrar.
- ¿Entrar?
- Bueno , mi vieja lo llama "entrar"... No pudo acceder al idioma, al sistema. Ella llegó en un tiempo en que desde chicos, desde bebes se preparaba a la gente a integrarse. En vez de ir al colegio los conectaban de bebes. En vez de aprender a hablar aprendían a funcionar en red. Y ella llegó de grande. Su sistema neurológico era el de un animal, como el tuyo o el mío.
- ¿Los enchufaban de bebes? ¿A qué los enchufaban?
- No sé. Mi vieja sabe más que yo pero dice que no sabe bien.
- Pero, por ejemplo, ¿no hay mas colegios, universidades? ¿No se aprende matemáticas?
- Ja, lo de matemáticas justo es algo que hemos hablado bastante… Agarrate: no existen más los números.
- No existen más los números…
- No. La vieja dice que eran muy imprecisos y se volvieron innecesarios.
- Me estás por matar, pero dale, estoy listo…
- Claro, no es muy raro una vez que te lo explican. Si yo te digo tengo veinte vacas vos te tenés que imaginar las veinte. Si yo te transfiero la idea completa de las veinte vacas que yo tengo, exactamente como es, no necesitás de la abstracción del número. Estás en poder de la idea perfecta. El número no le aporta nada. Si yo te digo que mi casa mide cien metros cuadrados no te estoy informando mejor que si tenés acceso a la información infinita de lo que es mi casa.
- ¿Y cómo hacés para darme información infinita? ¿Cómo hago yo para digerir tanto? ¿No prefiero la simplificación de un número para comunicarme más rápido?
- Buscadores…
- ¿Buscadores?
- Lo que hoy conocemos como buscadores evolucionaron mucho y se combinaron con mentes biológicas lo que les dio mucho más celeridad. Imaginate que todo lo que se sabe de mi casa, lo que saben los que la construyeron, la información que está en los planos, las vivencias de los que la habitan, los detalles físicos y químicos de cada baldosa, caño, lámpara están en algún lado y vos tenés acceso con sólo sentir curiosidad.
- ¿Pero el arquitecto está en red? ¿Deja que te metas en su mente?
- Si. Puede resistirse, teóricamente, pero nadie lo hace. Se le entra a su mente por un nivel de conciencia que no interfiere en su vida. Pensá que todo está asistido por un nivel de computadoras que han evolucionado mucho y que trabajan asociadas con todos los cerebros humanos del planeta. Si un tema del que yo soy experta se pone de moda y todos quieren entrar a sacar info de mi cabeza yo no me saturo. No se obstruye el normal funcionamiento de mi mente por que hay sistemas de apoyo y reemplazo No me resulta difícil pensar en lo mío ya que casi sin darme cuenta entro a pensar con las mentes de otros. Mi mente está acostumbrada a pensar en equipo y si bien cuenta con un centro volitivo, pued pedir prestadas neuronas e información a infinitos otros cererbros, al mayoría de los cuales estarán durmiendo, en otros países.
- Esto supera todo lo que yo quería saber. No se si cabe decirte gracias.
- Patrick… ¿notaste que grité cuando llamaste por teléfono?
- ¿Gritaste?
- Sí, grité: “Mamá!”
- No me acuerdo….
- Claro, es típico que cuando uno llama a alguna casa el que atiende grite para llamar al destinatario del llamado.
- Sí, supongo…
- Pero en este caso no fue así. El grito fue medio… fue pánico. Fue “Mamaaaaaaá!”. Y además, vos no habías preguntado por ella y además mi mamá no estaba y además yo sabía quién eras.
- No claro, yo pregunté por vos porque, Mercedes, que me habló de tu vieja, me dijo que convenía primero hablar con vos. Me explicó que tu vieja serguram,ente no estaría en condiciones…
- Yo ya sabía quien eras.
- ¿Te llamó Mercedes?
- No.
- ¿Qué sabías de mí?
- Agarrate:…
- ¡Ja, voy a negar todo! ¿Quién te habló de mí?
- ¿No se te ocurre?
- No sé… puede ser mi primo que fue al colegio con…
- No, Patrick… Mi vieja.
- ¿Tu vieja?
- Mh.
- Mierda!
- Mh.
- Pero yo no puedo haber estado vivo doscientos años después! Claro, puede haber investigado el pasado… ¿Qué averiguó? ¿Qué te dijo? No me digas!! No me mires así… mierda, mierda, mierda, ¿qué te dijo? Mierda! Es amor?
- Mh.
- Mierda…
- Te voy a traer un vaso de agua.
- Mierda…
- No te me mueras que esto recién empieza.
- Si, pero no le gusta hablar.- Contestó Patrick.
Se acaban de encontrar. No se conocían. Patrick está investigando el episodio en que tanto su padre como la madre de María se vieron involucrados hace unos (o dentro de unos) años.
- Si… Mi madre se deprimió, cuando volvió.
- ¿Pero contó cosas?
- Si, habló muchísimo al principio. Creo que fue hablando que buscó una salida, pero se fue deprimiendo y al final dejó de hablar.
- ¿O sea que vos sabés cómo fue? No te puedo creer.
- Bueno... sé lo que cuenta ella.
- ¿Sabés cuántos fueron?
- Según mi vieja, once.
- Once! ¿Y dónde están?
- No… eso no sé. Creo que algunos murieron. Uno se suicidó, que era medio amigo de la vieja.
- ¿Pero vos no intentaste conocer algún otro?
- ¿Suena raro? Claro para vos es una curiosidad enorme, para mí la parte más dolorosa de la historia familiar. Ya otra vez me preguntaron lo mismo. La comparación es horrible, pero ¿si tu viejo hubiese tenido cáncer y lo hubieses visto sufrir y abandonarte, querrías salir a buscar otros enfermos para ver cómo les va?
- Si, claro, pero… pero yo recuerdo cuando la sola idea de un viaje en el tiempo era lo más interesante de la ciencia ficción. Digamos, yo era chico y la vida extraterrestre, la inmortalidad y viajar en el tiempo eran las tres ideas que más interés suscitaban. Nunca podría haberme imaginado que una vez logrado perdería tanto interés…
- Si, te entiendo. Es que un milagro deja de ser milagro cuando ocurre. Porque la definición de un milagro es algo que no ocurre. Cuando padecés por años la obsesión y la depresión de tu madre, el viaje… no te voy a decir que pasa a ser trivial, pero es parte de la vida.
- Mirá vos… me has hecho pensarlo desde otro ángulo. Que un bebe nazca a los nueve meses de hacer el amor, es sin duda una cosa tan milagrosa como ir al futuro, pero nos acostumbramos a aceptarla por que el tipo está ahí todos los días, llorando, pidiendo mamadera y necesitando que le cambies los pañales…
- Ja! Si es comparable. Solo que más alegre. Yo perdí a mi vieja en ese portal y tenía doce años. Lo que volvió nunca fue lo mismo.
- Ah! Contame: ¿ella habló del portal? ¿Vos sabés cómo fue? ¿Puede volver a ocurrir?
- Habló muy poco de eso. A ella la obsesionó el idioma. Bah, lo que ella llama el idioma. El no entender nada.
- Pero… ¿evolucionó tanto en doscientos y pico años el idioma? ¿O es que cayó en otro país? ¿Ella coincide en que fueron doscientos y pico hacia el futuro?
- Mirá, si bien mi vieja era científica, es como si hubiera dejado de serlo. Paró de importarle ese camino. Los detalles… no sé… es como que el tiempo dejó de existir par ella como lo vemos nosotros. Pero me parece que ella cree que no, que no va a volver a ocurrir. Que no se puede. ¿Te imaginás lo que debe sentir…?
- No puedo. Mi curiosidad me domina. Yo lo viví más de lejos. Mis viejos estaban separados y yo vivía con mi madre. Me impactó menos desde lo personal y emocional.
- ¿Y qué supiste vos?
- Bueno, yo lo hablé mucho con mi terapeuta… la idea que fui construyendo es que a mi viejo, ver el futuro le hizo perder todo interés por el presente. Es como leer el final de una novela y saber quién es el asesino. Nada que ocurra te resulta tan interesante por que sabés cómo va a terminar la cosa. Hay gente que cuando ve un partido de futbol en diferido prefiere no saber el resultado para no perder interés. A mi viejo, saber el resultado lo mató. A él le hubiese convenido viajar para atrás.
- Increíble… que reacciones diferentes…
- ¿A tu madre no le pasa eso?
- No. El drama de mi vieja es que no pudo comunicarse. Digamos, habló con algunos que sabían hablar como nosotros, pero paradójicamente eso le sirvió para darse cuenta de que había otra forma a la que nunca tuvo acceso.
- ¿Otro idioma?
- No. O sí, si, talvez podría llamarse idioma. ¿Vos visite cómo hace unos años empezó a haber cada vez más gente que vivía pendiente de su celular, su Facebook, su twiter y los demás los cargaban…? Viste cómo se comentaba que para cualquier dato recurrían al Google, la Wikipedia…
- Si, jaja, me había olvidado de algunos de esos nombres… ya es como si pertenecieran a la prehistoria, y no hace tanto…!
- Claro, porque fuimos evolucionando… Pero la evolución, según mi vieja, pegó un salto exponencial cuando conectaron lo electrónico con las terminales nerviosas y fabricaron el “you on line”.
- Mierda!
- Tu viejo te contó algo?
- No pero la idea abre un universo…
- Claro.
- Dejaron de hablar!!
- Si.
- ¿¿Que hacen??
- Patean.
- ¿Cómo “patean”?
- Patty Kim fue una (o mejor digo será una) coreana norteamericana que murió haciendo esta especie de telepatía electrónica. No se sabe muy bien porque no contó el cuento, pero se transformó en un ícono de la revolución. Y de su nombre Patty y quizás también por Tele "patí" a, se adoptó en la jerga la palabra “patting” que en castellano pasó a ser “patear”.
- Pero ¿no se sabe por qué murió?
- Bueno, saberse no, pero como dice mi vieja, nadie nunca sabe nada de nada. Hay que conformarse con las creencias, con lo que somos capaces de entender de lo que otros son capaces de decir de lo que fueron capaces de entender.
- Mierda, mierda, mierda! ¡Contame más!! ¿Cómo explican su muerte?
- Bueno, aparentemente algunos dicen que creyó que comía, que viajaba, que vivía porque hacía todo pateando, es decir estando en “you on line”, y el chiste de humor negro es que pateó el balde, estiró la pata. Pero también se dice que la mina era drogadicta, bulímica, autodestructiva… de todo. O sea, no se puede creer mucho de una leyenda... creo que nadie más se murió por patear. Es más la cosa evolucionó cada vez más, la adoptaron millones de personas para su propio beneficio, aprendieron a hacerlo cada vez mejor, desarrollaron tecnología alrededor de esta práctica y la explosión tecnológica y de hábitos en una población con más gente en internet que sin ella fue una bola de nieve. El crecimeiento fue tan rápido que una generación ya no entendía lo que hacía la siguiente y es el motivo por el cual mi vieja no pudo entrar.
- ¿Entrar?
- Bueno , mi vieja lo llama "entrar"... No pudo acceder al idioma, al sistema. Ella llegó en un tiempo en que desde chicos, desde bebes se preparaba a la gente a integrarse. En vez de ir al colegio los conectaban de bebes. En vez de aprender a hablar aprendían a funcionar en red. Y ella llegó de grande. Su sistema neurológico era el de un animal, como el tuyo o el mío.
- ¿Los enchufaban de bebes? ¿A qué los enchufaban?
- No sé. Mi vieja sabe más que yo pero dice que no sabe bien.
- Pero, por ejemplo, ¿no hay mas colegios, universidades? ¿No se aprende matemáticas?
- Ja, lo de matemáticas justo es algo que hemos hablado bastante… Agarrate: no existen más los números.
- No existen más los números…
- No. La vieja dice que eran muy imprecisos y se volvieron innecesarios.
- Me estás por matar, pero dale, estoy listo…
- Claro, no es muy raro una vez que te lo explican. Si yo te digo tengo veinte vacas vos te tenés que imaginar las veinte. Si yo te transfiero la idea completa de las veinte vacas que yo tengo, exactamente como es, no necesitás de la abstracción del número. Estás en poder de la idea perfecta. El número no le aporta nada. Si yo te digo que mi casa mide cien metros cuadrados no te estoy informando mejor que si tenés acceso a la información infinita de lo que es mi casa.
- ¿Y cómo hacés para darme información infinita? ¿Cómo hago yo para digerir tanto? ¿No prefiero la simplificación de un número para comunicarme más rápido?
- Buscadores…
- ¿Buscadores?
- Lo que hoy conocemos como buscadores evolucionaron mucho y se combinaron con mentes biológicas lo que les dio mucho más celeridad. Imaginate que todo lo que se sabe de mi casa, lo que saben los que la construyeron, la información que está en los planos, las vivencias de los que la habitan, los detalles físicos y químicos de cada baldosa, caño, lámpara están en algún lado y vos tenés acceso con sólo sentir curiosidad.
- ¿Pero el arquitecto está en red? ¿Deja que te metas en su mente?
- Si. Puede resistirse, teóricamente, pero nadie lo hace. Se le entra a su mente por un nivel de conciencia que no interfiere en su vida. Pensá que todo está asistido por un nivel de computadoras que han evolucionado mucho y que trabajan asociadas con todos los cerebros humanos del planeta. Si un tema del que yo soy experta se pone de moda y todos quieren entrar a sacar info de mi cabeza yo no me saturo. No se obstruye el normal funcionamiento de mi mente por que hay sistemas de apoyo y reemplazo No me resulta difícil pensar en lo mío ya que casi sin darme cuenta entro a pensar con las mentes de otros. Mi mente está acostumbrada a pensar en equipo y si bien cuenta con un centro volitivo, pued pedir prestadas neuronas e información a infinitos otros cererbros, al mayoría de los cuales estarán durmiendo, en otros países.
- Esto supera todo lo que yo quería saber. No se si cabe decirte gracias.
- Patrick… ¿notaste que grité cuando llamaste por teléfono?
- ¿Gritaste?
- Sí, grité: “Mamá!”
- No me acuerdo….
- Claro, es típico que cuando uno llama a alguna casa el que atiende grite para llamar al destinatario del llamado.
- Sí, supongo…
- Pero en este caso no fue así. El grito fue medio… fue pánico. Fue “Mamaaaaaaá!”. Y además, vos no habías preguntado por ella y además mi mamá no estaba y además yo sabía quién eras.
- No claro, yo pregunté por vos porque, Mercedes, que me habló de tu vieja, me dijo que convenía primero hablar con vos. Me explicó que tu vieja serguram,ente no estaría en condiciones…
- Yo ya sabía quien eras.
- ¿Te llamó Mercedes?
- No.
- ¿Qué sabías de mí?
- Agarrate:…
- ¡Ja, voy a negar todo! ¿Quién te habló de mí?
- ¿No se te ocurre?
- No sé… puede ser mi primo que fue al colegio con…
- No, Patrick… Mi vieja.
- ¿Tu vieja?
- Mh.
- Mierda!
- Mh.
- Pero yo no puedo haber estado vivo doscientos años después! Claro, puede haber investigado el pasado… ¿Qué averiguó? ¿Qué te dijo? No me digas!! No me mires así… mierda, mierda, mierda, ¿qué te dijo? Mierda! Es amor?
- Mh.
- Mierda…
- Te voy a traer un vaso de agua.
- Mierda…
- No te me mueras que esto recién empieza.
3 Comments:
NICE!
Este final con "continuará", ... Me gusta...
Yo
buenísimo! me mató
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