Thursday, December 08, 2011

Bang

Un error ocurrió en Frederica, Delaware, poco antes de Halloween: una mujer se suicidó colgándose de un árbol en el jardín de su casa. Los vecinos y personas que pasaban por la calle creyeron que era parte de la decoración macabra de la fiesta y la dejaron allí un buen tiempo.
Otro error: Un ingeniero francés había reunido todo el progreso tecnológico de su época en la construcción que hoy lleva su nombre: la torre Eiffel. A fines de los años cincuenta una fábrica argentina de medias de mujer optó por la marca “París” e imprimió la torre en el frente de los sobres plásticos que contenían su producto. Esa fue la primera vez que vi la torre y miré con atención el diseño. Me costaba entender cómo las mujeres se ponían medias de una forma tan diferente a sus pies. Ocurrió en Punta Chica, Buenos Aires.

Las piedras no se equivocan.
Para equivocarse hay que tener un órgano que haga una representación de la realidad, un cerebro. Cuando el cerebro reconoce que se alejó de la realidad en su interpretación de las representaciones que hace, los humanos llamamos a eso “un error”.
Las piedras no fabrican errores.
Los cerebros fabrican muchos errores por día.
Emerson Chu Jiménez, estudiante prodigio, candidato a PHD de la universidad de Cagliari, Kentucky, ha creado un algoritmo matemático que es capaz de redondear números de dos series desconocidas asimilando las varianzas que las diferencien y/o aproximen. Utilizando un valor random como variable default propone que en los grandes números las imperfecciones de la inestabilidad se “evaporan”.
Su primera aplicación del algoritmo ha sido calcular que si los errores que produce el cerebro tuviesen, en alguna dimensión que no conocemos, la dureza y el tamaño promedio de una piedra, los errores pronto superarían en cantidad y por lo tanto en volumen total, a las piedras. Aún tendiendo en cuenta que el aire y el agua, en esa dimensión tendría categoría de piedras.
Esto nos lleva a una inevitable conclusión y a una obvia pregunta.
La conclusión es que pronto en el universo el error superará a la realidad.
La pregunta: ¿nos equivocamos al distinguir a los errores de la realidad? ¿No se originan, acaso, en el Big Bang como cualquier otra cosa del universo?
Lo que estés pensando en el momento que se acabe esta lectura… ¿no es un descendiente directo de una poderosa explosión?

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