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Desde hace una bofetada que el reloj me babea la nuca
dejando una llaga y posponiendo todas las soluciones obvias que parecen venir
de frente, que se disuelven como espejismos, disfrazados de que no pasa nada,
de que no seas boluda, de que tenemos que ver cómo evoluciona y me tratan con
esas caras que he visto antes pero mirando a otros.
A veces pienso lo que voy a decir antes de decirlo para
asegurarme que no sea absurdo, lo miro, lo pongo sobre el mantel entre mis
manos tan mías y estoy de acuerdo con el que quiera discutir que es absurdo,
que siempre fue, que las palabras son desde que se inventó el amor apenas unas
hojas secas que cruzan la plaza como fantasmas y que yo estaba para otra cosa,
y que hablar, ahora hablar… Les voy a pedir que no me jodan.
Quiero ser stripper los próximos minutos. Empezar por
arrancarme el caracol inmundo que se trepa escondido por mi espalda con el tic
tac de mis vértebras. (Quizá le dé un beso de aquellos antes de decirle que se
perdió lo mejor de mí). Después me voy a bajar lentamente los títulos… los
pergaminos, los homenajes y los diplomas y se va sentir un fresco y un olor a
primavera y una calesita ingenua llena den semanas felices. Con un guiño de ojo (de
divino ojo de vaca sagrada) voy sacar de mis largos guantes ensangrentados
miles de vuelos en avión y caras de funcionarios con apellidos y frases dichas en
burocracia y mujeres celosas y números de teléfono y hoteles con ventilador de
techo y calles casi vacías con cadáveres en la vereda. Y esos chicos que me
miran porque salvé a su mamá pero no dicen nada.
Y en uno de los próximos minutos voy a dudar. Me preguntaré
algo asustada ¿Es el momento? ¿Estoy para florecer? ¿Tengo la fuerza o es una
ilusión con que me engaña la debilidad? ¿Me
voy a animar a ser todo lo que siempre estuve por ser? ¿En este escenario? ¿A la sombra de estas luces que parecen las de todos los días? ¿Con estas mechas…?
En medio del acto se presenta el huracán de cosas que nunca acepté girando en
torbellinos con otras que no pude hablar y encuentros que no se dieron y miradas
de pacientes que traté de entender y no volví a ver. Y hay pasillos de hospitales
y hay camillas y hay música. Y junto al adagio de Albinoni , en la penumbra,
apenas iluminado por unos brillos lejanos, está mi padre. Diciendo con una
sonrisa que él sabe que yo sé. Y el minuto de duda se hace minuto de paz y
certeza. Y ahora tiro desde el escenario las peleas, la plata, el respeto, el
amor a la patria… reparto como un hada madrina los caramelos que el público
recibe agradecido. Me desprendo hasta del malhumor hecho helados de palito para
los chicos. Soy la belleza. Como una musa griega me he despojado del
tiempo. Se oye un latido. Tengo todo lo
que quiero. Y entonces decido que todo seguirá como antes. A mí me gusta acá.
6 Comments:
Este post me hace pensar que uno de las cosas que más me gustan de tus escritos es que desmenuzás el tonto aquí y ahora en infinitos pedacitos de metarealidad, procesos mucho más interesantes que la mera situación de estar en algún lado haciendo algo.
Sos un tanque de guerra manejado por un psicópata borracho que redobla la apuesta ante la crítica. Es muuuuy bueno. Está muy bien escrito, tiene una gran empatía con el actor del que hablás (???).Y entiendo que ése es el tono y los decibeles en los que te gusta escribir, pero nadie lo entendería. Yo quiero que llegues a todos, en lo que a mi respecta "trop touché" y me lo llevo para que veas lo que te digo.
lindo boy. la agarraste a flor y la hiciste una cajonera de poesia. le abriste los cajones y le pusiste poesia adentro. a mi en lo personal me parece un buen ejercicio el que hiciste.
no pretendamos que la diseccionada por el poeta acepte sus propios pedazos con alegria.
digamos que la ayudanta del mago sabe en sus piernas que aquellas piernas son falsas. para todos los demas el acto sirve. la ilusion esta.
apostaron algo?
dividimos la ganancia.
taz
Dále Taze! Ganemos! Me llamó muchísimo la atención que no le den la bola que amerita el mago. Y pensé que feo ser periodista, porque lo que importa es la noticia y no el pobre tipo que se rompió la cabeza para darla. Yo estoy contenta en mi condición de cajoneara, pero EL MAGO extraña "nuestro ex" y yo también. Quizá Tito te esté pidiendo que nos veamos más seguido por acá (las cajoneras son manejadoras?).
Qué lindo! Silvia, Flor, Taz...
huele a primavera. Cae el muro de Berlín, hay sonrisas de hipopótamo, las piernas de la asistente se venden en el barrio chino... si te llevás tres te hacen descuento. Flor pidió que escribiera y desató un yo yo barranca abajo. El mundo está volviendo a ser chato y las flechas ya no se clavan en nada.
Una chica de la edad de Sancho vio mi libro y me preguntó "Lo escribiste vos?" le contesté que sí. Lo abrió por la mitad y lo miró con interés. "Qué linda letra!" me dijo.
jajajajajajaja. Las cosas son cuando tienen que ser, o algo así... Es verdad que tenés muy linda letra, ahora falta que te esmeres al usarla y yastá.
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