Sunday, February 08, 2015

Reportaje (capítulos uno, dios y santísima trinidad)


-          Acostumbrado a preguntarme “¿Qué corresponde hacer en situaciones como esta?” en el momento en que empecé a darme cuenta de que yo era Dios me lo pregunté como quien pregunta dónde está la  salida de emergencia.

-          ¿Y qué te contestaste?

-          Ahora que soy Dios las respuestas son siempre el universo entero.

-          ¿Y se te pasó el miedo… digo…  esa sensación de necesitar una puerta de emergencia…?

-          No… es parte del universo. ¿Me convidas un cigarrillo?

-          ¡Ja! ¡Dios fumando…! Las tabacaleras se hacen una fiesta...

-          Si…

-          No te importa que el tabaco enferme y mate a tantos…

-          Si…

-          Y que nos mientan con avisos de televisión en que gente sana fuma y hace deporte y se ríen como boludos…

-          Son unos hijos de puta.

-          Yo no entiendo por qué te creo… por qué te dedico un poquito de mi credulidad… por qué te estoy haciendo un reportaje… sos un tipo igual o peor que cualquiera…

-          Si, si... Si.

-          Y cómo calza eso con esta convicción… ¿cómo la llamaste, “revelación”, de que sos Dios?

-          No, no creo haber dicho revelación… no… ¿dije eso? No…me fui dando cuenta mientras nadaba todos los días, una hora por día ,en la pileta de mi casa… No sé qué te dije, no me acuerdo, pero la imagen que yo tengo es de haberle sacado el verdín a la tapa.

-          Verdín…   No puedo creer lo que estoy oyendo. Siempre lo mismo… me impactás y después me veo a mi misma de afuera y pienso qué boluda, se babea por que el forro ( Dios, nuestro señor) dijo verdín. Supongo que tu truco es ser tan excéntrico que no se te pueda argumentar. Hay que hacer un salto de fe. Pero no creo en saltar.

-          Jaja, si es como lo que te dicen los curas… la duda es parte de la fe. Pero en mi caso no hace falta fe… acá me ves, no soy más de lo que ves… desesperado por un pucho encima.

-          Bueno… ampliá un poquito porque no puedo poner verdín sin explicaciones.

-          A ver… lo que fui sintiendo es que soy parte de todo y que la cultura, la educación, la costumbre de hablar de Dios como si fuera otro me había ido poniendo una tapa como la tapa que veía cuando nadaba, en el fondo de la pileta. ¿Cómo podría explicarlo de otra manera…?


-          Si… intentá por otro lado…

-          Hay una de esas típicas preguntas zen que hacen los monjes para provocar la iluminación… dice: “¿vos crees que caíste en el mundo como una estrella o creciste como la hoja de un árbol?”. De todas esas preguntas fue la que más cosquillita me hizo en la panza…

-          Cosquillita…

-          Mmm… me parece que no estás poniendo mucha onda para empatizar… si no entendés cosquillita en la panza voy a hacer silencio y dejarte que te des cuenta sola de todo esto que preguntás…

-          Ok… entiendo cosquillita… pero pensá que yo tengo que escribir esto y me lo tienen que aprobar. Te hago un poco de abogada del diablo.

-          Ahá… creo que ese quizá no sea el objetivo principal… al menos no el inmediato.

-          Touché… aceptado… me voy a portar mejor.

-          Bueno… te decía que me pegó esa pregunta porque elegí sin dudar ser la hoja del árbol. Con el tiempo también logré sentirme la estrella, pero a primera impresión no dudé en ser algo que crece de acá… algo que es universo, fermento de universo, voluntad del infinito. Y ahora que te lo digo estoy viendo de nuevo la tapa de la pileta cubierta e verdín que no deja que salga desde abajo esa fuerza divina (esa hoja que soy), desde la entraña de todo lo que es a mostrarse a mis ojos como lo que soy: el todo manifiesto.

-          ¿Y qué cambió con esa revelación?

-          Sabés que lo que más me gusta del asunto es lo tenue, lo imperceptible del cambio.

-          No hubo un éxtasis…

-          No…

-          ¿No?

-          No. Apenas me animo a decir que hubo, de vez en cuando un poquito más de paz. Pero ni siquiera me animo a asegurarlo….puede ser una racha.

-          ¿Y se justifica, entonces, el uso de la palabra más fuerte que tiene el idioma," Dios", para explicar cualquier cosa que se relacione con este proceso tuyo? Casi te digo que suena a estafa, a sinsentido.

-          Si… tiendo a estar de acuerdo. Nadie nos había avisado que Dios era un estafador. Pero claro, todos los que hablaron de Dios antes estaban mirando para otro lado.

-          ¿Querés decir que sos el único en la historia de la humanidad que ha llegado a estas ideas? Me parece que ahí la soberbia te va a jugar en contra… es difícil convencer a nadie sin humildad para dorarnos la píldora.

-          Jaja… creo que se le puede perdonar a Dios que sea un poco soberbio, jajaja.

-          No estamos progresando.

-          Bueno, te puedo dar una respuesta un poco más conceptuosa… ¿viste esa otra frase que dice que cuando alguien apunta a la luna los necios miran el dedo?

-          Claro, vos sos Dios  y los demás son necios.

-          O las veces que otros señalaron en la dirección correcta no nos dimos cuenta.

-           Bueno… a ver… concretemos alguna cosa ¿qué le puedo decir a mis lectores que Dios les pide o les ofrece?

-          Me mataste…

-          Dios ha muerto…

-          ¿Un cigarrillo? Eso pediría, ahora.

-          Un cigarrillo… te estás haciendo el piola, Dios. ¿O hay que interpretar y quedarse  meditando? Me temo que es un poco remanido eso… “buscar agua y cortar leña” “aquí y ahora”… No me aprueban la nota, Dios. ¿No tenés algo más inquietante?

-          Sí.

-          ¿Qué?

-          Soy Dios.

-          Me tengo que ir.






El Reportaje siguió


 


La mina volvió unos días después y preguntó si necesitaba poner una excusa para seguir con el reportaje.

-          No, para nada- le dije

-          Hablé con una amiga de Córdoba que sabe de estas cosas.- dice ella

-          ¿Si?

-          Bueno, es una mina inteligente, que se conecta con estos temas…

-          ¿Viajaste a Córdoba?

-          No por mail, y Skype… Nos conocimos en una revista.  Es diseñadora.

-          Y entonces?

-          Ella dijo que el verdín también es Dios.

-          Me hace la competencia…

-          Ja ja ja… No pensé que te ibas a entregar tan fácil.

-          jaja

-          O sea que tus ideas las puede tener cualquiera. No es que de golpe bajó Dios a la Tierra.

-          Dejame pensar qué te contesto…   Lo del verdín… a ver…  Debo confesarte que no había verdín en la tapa del fondo de la pileta. Es una metáfora que me apareció en la mente mientras nadaba. Una imagen visual.  Cuando fui descubriendo  que era Dios no quise salir a complicarle la vida a la gente.  Se iban a preocupar por mí  o pensar que estaba jodiendo… iba  a ser incómodo.  Tuve que ir diseñando un aterrizaje suave.

-          Aterrizaje de dónde? De dónde viene Dios?

-          No, es una manera de decir, vengo de donde estaba, sólo cambió que ahora soy Dios.

-          Hubo un momento?

-          No… es como envejecer…  va ocurriendo.

-          ¿Pero estabas consciente de que iba ocurriendo?

-          Mirá… es interesante… reconozco unos antecedentes que lo preanunciaban…

-          Tipo San Juan el precursor?

-          No, en mi cabeza…  Cosas que me daban vuelta sin que yo supiera que me traían en esta dirección.

-          Ideas tuyas o influencias externas.

-          Las dos…  hace como diez años escribí una novelita corta o un cuento largo que se trataba de un rey que se cansaba de la religión. Se daba cuenta que ser justo o injusto, ganar o perder guerras, mejorar o empeorar la economía, no era trascendente, y de golpe se hincha las pelotas de los curas que andaban mintiendo sobre un dios que nunca había visto nadie: “que Dios dice esto, que Dios nos pide lo otro…” Era un tipo bien plantado y no se dejaba llevar por la tradición. “Palabra de Dios, un carajo! “gritó una vez en el medio de la misa y se fue a reunir con sus más allegados a planear algo mejor que aquella interminable postergación de verdades que era la iglesia. Al tiempo salen voceros en todas las direcciones a anunciar pueblo por pueblo que el reino va  a dejar de esperar la voz de Dios y que va a buscar maneras proactivas de conectarse con el más allá´. “Palabra nuestra!”  gritaba el rey. “Nuestra! de todos nosotros! No mía porque yo sea el Rey sino de todos nosotros porque, seamos lo que seamos, nos vamos a apoderar de la palabra y dejar de esperar que nos digan algo que nunca nos van a decir!”                                                                                                           Un cura viejo que también tenía las pelotas bien puestas le gritó  en medio de un  silencio que hizo el rey : “Soberbio!”  y el rey por un momento se asustó porque tenía miedo de que la gente se le revelara, pero después recordó que todo lo demás, hasta una insurrección, era intrascendente y sonrió y caminó hasta el cura y lo abrazó. “El padre Eustaquio tiene razón. Ha dado en la tecla! De tanta humildad que nos enseñaron para que no jodiésemos se nos ha olvidado la mayor virtud del universo: La Soberbia!”

-          Así termina?

-          No es más larga… buscan maneras de mandar mensajes al más allá. Hacen un concurso y la gente sale con unos métodos de lo más extraños… esa parte es un poco entre poética y surrealista…

-          Pero,  a ver si te entiendo bien… no es que seas Dios …es que decidiste que lo vas a intentar.

-          No hay mucha diferencia…

-          Cómo no momentito… yo puedo babear cuando me hablás de tu verdín pero  no es lo mismo babear por el ganador que por un candidato.

-          Te estás dejando llevar por la novelita  del rey…  eso es sólo un antecedente.

-          Hay otros antecedentes?

-          Si, uno más antiguo…. Que quizá provocó la novela.

-          Qué?

-          Una frase en la película Easy Rider… ¿ la viste?

-          No me suena

-          Peter Fonda y un amigo venden un cargamento de droga y con el toco de guita que cobran se van a recorrer Estados Unidos en moto.

-          No me suena.

-          Bueno, en un momento alguien dice “Si Dios no existiera habría que inventarlo”.  Frase que me irritó mucho por lo boluda y la he recordado miles de veces con irritación. Mi analista diría que estaba escapando a mi responsabilidad y por eso me molestaba.

-          ¿Cómo? Cuál era tu responsabilidad? Inventar a Dios…? Ah! Acá tengo un montón de preguntas?

-          Dispare.

-          Sos un invento?

-          Claro.

-          Ah…  no me la publican!

-          Otra pregunta.

-          ¿Quién te dio la responsabilidad de la que habla tu analista? De dónde sale el mandato?

-          De Dios

-          Pero vos sos Dios!!

-          Si.



 

Paren de sufrir

 
Tercer Reportaje

 

La periodista empieza a darse cuenta de que la nota es aburrida. Pero tiene presente una respuesta del entrevistado. “No creo que eso sea lo prioritario” o algo parecido.  Prioritario.... por lo menos quiere irse con alguna idea o dato que represente alguna prioridad sobre lo que ha vivido ella hasta ahora. Entonces insiste y cada vez se convence más de que es útil y de que es inútil. Es decir se da cuenta de que avanza por dos caminos al mismo tiempo. Fe y desconfianza. Que la llevan al mismo punto pero ella, la que llega es diferente. Llegan dos. La de siempre y otra que no se anima a ser.

-          ¿Podemos trabajar al revés? – pregunta en un rapto de inspiración.

-          ¿Cómo?

-          Por donde trato de avanzar retrocedo,  asique seguramente hacer todo al revés podría dar mejores resultados.

-          ¿Por ejemplo?

-          Vos decime lo que quiero saber.

-          Parece que querés saber qué querés saber.

-          ¿Y entonces?

-          Parece que es una buena intención.

-          ¿Y?

-          Y acabás de descubrirlo: querés saber  qué querés saber.

-          ¿Vos decís que a mis lectores le va a interesar eso?

-          ….si se parecen a vos…

-          Ok, te la tomo, a lo mejor esa frase le pega a alguno… pero quiero algo más concreto.

-          ¿Qué?

-          ¿Para qué sirve saber que quiero saber qué cosa quiero saber?

-          No sabría explicarlo mucho con palabras, pero a mí me pasa lo mismo, desde hace rato.

-          O sea que voy camino a ser Dios?

-          Si.

-          ¿Puede Dios no saber las respuestas?

-          Claro. Y puede saber que no sabe. Lo que pasa es que antes de ser Dios hay que dejar de creer en Dios por un tiempo.

-          ¡Ese es un buen título!

-          ¿Vos lo que querés es una nota?

-          Claro! ….No! Claro que no! Yo no quiero un colectivo, yo quiero llegar a mi casa.

-          Estás en casa.

-          ¿Si? ¿Vos decís?... ¿no se puede aspirar a más?

-          Aspirar te aleja.

-          ¿Vos decís que no cualquier colectivo me deja?

-          Ja ja ja!  “¿Vos decís? “ Palabra de Dios.

-          Sos un caso.

-          Si

-          Qué pasa si me enamoro de Dios.

-          ¿De mí? ¿Eso es parte del reportaje?

-          He is just a Man … I don’t know how to love him… he’s just a Man.  Eso canta María Magdalena en Jesus Christ Super star.

-          Claro… todo el asunto del hijo de Dios que es hombre y Dios, que es capaz de morir y después resucitar con cuerpo y todo… nunca entendí para qué la complicaron tanto tanto.

-          ¿Puede amar Dios?

-          ¿Tienen patas los patos?

-          Las patas tienen patitos.

-          Ja ja ja!!

-          ¿Qué me querés decir?

-          ¿Qué mires y veas? ¿Qué me querés preguntar? Sirve para algo todo este lío que estamos hablando?

-          Sabe Dios!

-          Me estas jodiendo

-          Si?

-          Lo que pasa es que volvemos mucho al concepto de Dios del que tuve que salirme. Es un concepto que es como materia negra, agujero negro… come sabiduría en vez de aportarla.

-          ¿Por qué…?  ¡Ese es otro buen título! Explique, Dios, juéguese!

-          Es lo del verdín. Yo me di cuenta que no podía salir de la pileta y ser ese Dios. Yo tenía que seguir laburando, ocuparme de mi familia. Yo no podía ponerme a tallar piedras con mandamientos. Entonces entendí que tenía que ser Dios sin cambiar nada.  Sólo saberlo y sentirlo. Aflorar desde la tapa del fondo de la pileta, pensé. Como una brizna de pasto rompe el suelo para recibir el sol. Pero hasta eso era demasiado. Sacar un poquito el verdín. Un cambio que ya estaba previsto por que los martes viene el piletero. A ese nivel.

-          Pero entonces…

-          ¿si…?

-          No sé… vos le llamás ser Dios a dejar de buscar a Dios.

-          Bueno… sería muy loco seguir buscando algo que uno ya encontró…  Ha dao usté con la persona indicá! Paren de sufrir!!  Jajaja

-          Paren de sufrir.

-          Es una posibilidad.

5 Comments:

Blogger Mundo en Flor said...

NO ESTÁS EN LO QUE ESCRIBÍS! No te encuentro!!!Cierto es que la genialidad ha de ser disciplinada y ejercitarse cada día, pero quizá haya que esperar el rayo iluminador que lleva a la perfección a la que has llegado tantas veces en 40 años. Igual ya sabes que soy inimputable por el momento.

4:58 PM  
Blogger Silvia Bonetti said...

El verdín también es dios.

12:10 PM  
Blogger taz said...

hola dios? que tal. me gusta mucho que a la humildad que te cuestiona la hayas hecho mina. aunque entiendo tambien que no es solo la humildad si no la razon preocupada porque le compren el texto del paisano nadano.
tambien te quiero decir dios, que tus conclusiones se parecen mucho a las que publico mi amigo boy en su texto "el que nada" pero vos ya hiciste a la mina que te cuestiona y tambien esta flor en los comments, asi que solo te pido dios, que la pileta no te sea indiferente, es un monstruo grande de agua verde, donde de tanto en tanto se ahoga gente.

8:37 PM  
Blogger Mundo en Flor said...

Qué grande Taz....

8:37 AM  
Anonymous Anonymous said...

taz ¿grande?: 1,74 vestido

9:17 AM  

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