Reportaje (capítulos uno, dios y santísima trinidad)
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Acostumbrado a preguntarme “¿Qué corresponde
hacer en situaciones como esta?” en el momento en que empecé a darme cuenta de
que yo era Dios me lo pregunté como quien pregunta dónde está la salida de emergencia.
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¿Y qué te contestaste?
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Ahora que soy Dios las respuestas son siempre el
universo entero.
-
¿Y se te pasó el miedo… digo… esa sensación de necesitar una puerta de
emergencia…?
-
No… es parte del universo. ¿Me convidas un
cigarrillo?
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¡Ja! ¡Dios fumando…! Las tabacaleras se hacen una
fiesta...
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Si…
-
No te importa que el tabaco enferme y mate a
tantos…
-
Si…
-
Y que nos mientan con avisos de televisión en
que gente sana fuma y hace deporte y se ríen como boludos…
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Son unos hijos de puta.
-
Yo no entiendo por qué te creo… por qué te
dedico un poquito de mi credulidad… por qué te estoy haciendo un reportaje… sos
un tipo igual o peor que cualquiera…
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Si, si... Si.
-
Y cómo calza eso con esta convicción… ¿cómo la
llamaste, “revelación”, de que sos Dios?
-
No, no creo haber dicho revelación… no… ¿dije
eso? No…me fui dando cuenta mientras nadaba todos los días, una hora por día ,en la
pileta de mi casa… No sé qué te dije, no me acuerdo, pero la imagen que yo
tengo es de haberle sacado el verdín a la tapa.
-
Verdín… No puedo creer lo que estoy oyendo. Siempre
lo mismo… me impactás y después me veo a mi misma de afuera y pienso qué
boluda, se babea por que el forro ( Dios, nuestro señor) dijo verdín.
Supongo que tu truco es ser tan excéntrico que no se te pueda argumentar. Hay
que hacer un salto de fe. Pero no creo en saltar.
-
Jaja, si es como lo que te dicen los curas… la
duda es parte de la fe. Pero en mi caso no hace falta fe… acá me ves, no soy
más de lo que ves… desesperado por un pucho encima.
-
Bueno… ampliá un poquito porque no puedo poner
verdín sin explicaciones.
-
A ver… lo que fui sintiendo es que soy parte de
todo y que la cultura, la educación, la costumbre de hablar de Dios como si
fuera otro me había ido poniendo una tapa como la tapa que veía cuando nadaba,
en el fondo de la pileta. ¿Cómo podría explicarlo de otra manera…?
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Si… intentá por otro lado…
-
Hay una de esas típicas preguntas zen que hacen
los monjes para provocar la iluminación… dice: “¿vos crees que caíste en el
mundo como una estrella o creciste como la hoja de un árbol?”. De todas esas
preguntas fue la que más cosquillita me hizo en la panza…
-
Cosquillita…
-
Mmm… me parece que no estás poniendo mucha onda
para empatizar… si no entendés cosquillita en la panza voy a hacer silencio y
dejarte que te des cuenta sola de todo esto que preguntás…
-
Ok… entiendo cosquillita… pero pensá que yo
tengo que escribir esto y me lo tienen que aprobar. Te hago un poco de abogada
del diablo.
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Ahá… creo que ese quizá no sea el objetivo
principal… al menos no el inmediato.
-
Touché… aceptado… me voy a portar mejor.
-
Bueno… te decía que me pegó esa pregunta porque
elegí sin dudar ser la hoja del árbol. Con el tiempo también logré sentirme la
estrella, pero a primera impresión no dudé en ser algo que crece de acá… algo
que es universo, fermento de universo, voluntad del infinito. Y ahora que te lo
digo estoy viendo de nuevo la tapa de la pileta cubierta e verdín que no deja que
salga desde abajo esa fuerza divina (esa hoja que soy), desde la entraña de
todo lo que es a mostrarse a mis ojos como lo que soy: el todo manifiesto.
-
¿Y qué cambió con esa revelación?
-
Sabés que lo que más me gusta del asunto es lo
tenue, lo imperceptible del cambio.
-
No hubo un éxtasis…
-
No…
-
¿No?
-
No. Apenas me animo a decir que hubo, de vez en
cuando un poquito más de paz. Pero ni siquiera me animo a asegurarlo….puede ser
una racha.
-
¿Y se justifica, entonces, el uso de la palabra
más fuerte que tiene el idioma," Dios", para explicar cualquier cosa que se
relacione con este proceso tuyo? Casi te digo que suena a estafa, a sinsentido.
-
Si… tiendo a estar de acuerdo. Nadie nos había
avisado que Dios era un estafador. Pero claro, todos los que hablaron de Dios antes
estaban mirando para otro lado.
-
¿Querés decir que sos el único en la historia de
la humanidad que ha llegado a estas ideas? Me parece que ahí la soberbia te va
a jugar en contra… es difícil convencer a nadie sin humildad para dorarnos la
píldora.
-
Jaja… creo que se le puede perdonar a Dios que
sea un poco soberbio, jajaja.
-
No estamos progresando.
-
Bueno, te puedo dar una respuesta un poco más
conceptuosa… ¿viste esa otra frase que dice que cuando alguien apunta a la luna
los necios miran el dedo?
-
Claro, vos sos Dios y los demás son necios.
-
O las veces que otros señalaron en la dirección
correcta no nos dimos cuenta.
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Bueno… a ver…
concretemos alguna cosa ¿qué le puedo decir a mis lectores que Dios les pide o
les ofrece?
-
Me mataste…
-
Dios ha muerto…
-
¿Un cigarrillo? Eso pediría, ahora.
-
Un cigarrillo… te estás haciendo el piola, Dios.
¿O hay que interpretar y quedarse
meditando? Me temo que es un poco remanido eso… “buscar agua y cortar
leña” “aquí y ahora”… No me aprueban la nota, Dios. ¿No tenés algo más
inquietante?
-
Sí.
-
¿Qué?
-
Soy Dios.
-
Me tengo que ir.
Paren de sufrir
El Reportaje siguió
La mina volvió unos días después y preguntó si necesitaba
poner una excusa para seguir con el reportaje.
-
No, para nada- le dije
-
Hablé con una amiga de Córdoba que sabe de estas
cosas.- dice ella
-
¿Si?
-
Bueno, es una mina inteligente, que se conecta
con estos temas…
-
¿Viajaste a Córdoba?
-
No por mail, y Skype… Nos conocimos en una revista. Es diseñadora.
-
Y entonces?
-
Ella dijo que el verdín también es Dios.
-
Me hace la competencia…
-
Ja ja ja… No pensé que te ibas a entregar tan
fácil.
-
jaja
-
O sea que tus ideas las puede tener cualquiera.
No es que de golpe bajó Dios a la Tierra.
-
Dejame pensar qué te contesto… Lo del verdín… a ver… Debo confesarte que no había verdín en la
tapa del fondo de la pileta. Es una metáfora que me apareció en la mente
mientras nadaba. Una imagen visual.
Cuando fui descubriendo que era
Dios no quise salir a complicarle la vida a la gente. Se iban a preocupar por mí o pensar que estaba jodiendo… iba a ser incómodo. Tuve que ir diseñando un aterrizaje suave.
-
Aterrizaje de dónde? De dónde viene Dios?
-
No, es una manera de decir, vengo de donde
estaba, sólo cambió que ahora soy Dios.
-
Hubo un momento?
-
No… es como envejecer… va ocurriendo.
-
¿Pero estabas consciente de que iba ocurriendo?
-
Mirá… es interesante… reconozco unos
antecedentes que lo preanunciaban…
-
Tipo San Juan el precursor?
-
No, en mi cabeza… Cosas que me daban vuelta sin que yo supiera
que me traían en esta dirección.
-
Ideas tuyas o influencias externas.
-
Las dos… hace como diez años escribí una novelita corta
o un cuento largo que se trataba de un rey que se cansaba de la religión. Se
daba cuenta que ser justo o injusto, ganar o perder guerras, mejorar o empeorar
la economía, no era trascendente, y de golpe se hincha las pelotas de los curas
que andaban mintiendo sobre un dios que nunca había visto nadie: “que Dios dice esto,
que Dios nos pide lo otro…” Era un tipo bien plantado y no se dejaba llevar por
la tradición. “Palabra de Dios, un carajo! “gritó una vez en el medio de la misa
y se fue a reunir con sus más allegados a planear algo mejor que aquella
interminable postergación de verdades que era la iglesia. Al tiempo salen
voceros en todas las direcciones a anunciar pueblo por pueblo que el reino
va a dejar de esperar la voz de Dios y
que va a buscar maneras proactivas de conectarse con el más allá´. “Palabra
nuestra!” gritaba el rey. “Nuestra! de
todos nosotros! No mía porque yo sea el Rey sino de todos nosotros porque, seamos
lo que seamos, nos vamos a apoderar de la palabra y dejar de esperar que nos
digan algo que nunca nos van a decir!” Un
cura viejo que también tenía las pelotas bien puestas le gritó en medio de un silencio que hizo el rey : “Soberbio!” y el rey por un momento se asustó porque tenía
miedo de que la gente se le revelara, pero después recordó que todo lo demás,
hasta una insurrección, era intrascendente y sonrió y caminó hasta el cura y lo
abrazó. “El padre Eustaquio tiene razón. Ha dado en la tecla! De tanta humildad
que nos enseñaron para que no jodiésemos se nos ha olvidado la mayor virtud del
universo: La Soberbia!”
-
Así termina?
-
No es más larga… buscan maneras de mandar
mensajes al más allá. Hacen un concurso y la gente sale con unos métodos de lo
más extraños… esa parte es un poco entre poética y surrealista…
-
Pero, a
ver si te entiendo bien… no es que seas Dios …es que decidiste que lo vas a
intentar.
-
No hay mucha diferencia…
-
Cómo no momentito… yo puedo babear cuando me
hablás de tu verdín pero no es lo mismo
babear por el ganador que por un candidato.
-
Te estás dejando llevar por la novelita del rey…
eso es sólo un antecedente.
-
Hay otros antecedentes?
-
Si, uno más antiguo…. Que quizá provocó la
novela.
-
Qué?
-
Una frase en la película Easy Rider… ¿ la viste?
-
No me suena
-
Peter Fonda y un amigo venden un cargamento de
droga y con el toco de guita que cobran se van a recorrer Estados Unidos en
moto.
-
No me suena.
-
Bueno, en un momento alguien dice “Si Dios no
existiera habría que inventarlo”. Frase que
me irritó mucho por lo boluda y la he recordado miles de veces con irritación.
Mi analista diría que estaba escapando a mi responsabilidad y por eso me
molestaba.
-
¿Cómo? Cuál era tu responsabilidad? Inventar a
Dios…? Ah! Acá tengo un montón de preguntas?
-
Dispare.
-
Sos un invento?
-
Claro.
-
Ah… no me
la publican!
-
Otra pregunta.
-
¿Quién te dio la responsabilidad de la que
habla tu analista? De dónde sale el mandato?
-
De Dios
-
Pero vos sos Dios!!
-
Si.
Paren de sufrir
Tercer Reportaje
La periodista empieza a darse cuenta de que la nota es aburrida. Pero
tiene presente una respuesta del entrevistado. “No creo que eso sea lo
prioritario” o algo parecido. Prioritario.... por lo
menos quiere irse con alguna idea o dato que represente alguna prioridad sobre
lo que ha vivido ella hasta ahora. Entonces insiste y cada vez se convence más
de que es útil y de que es inútil. Es decir se da cuenta de que avanza por dos
caminos al mismo tiempo. Fe y desconfianza. Que la llevan al mismo punto pero ella, la que llega
es diferente. Llegan dos. La de siempre y otra que no se anima a ser.
-
¿Podemos trabajar al revés? – pregunta en un
rapto de inspiración.
-
¿Cómo?
-
Por donde trato de avanzar retrocedo, asique seguramente hacer todo al revés podría
dar mejores resultados.
-
¿Por ejemplo?
-
Vos decime lo que quiero saber.
-
Parece que querés saber qué querés saber.
-
¿Y entonces?
-
Parece que es una buena intención.
-
¿Y?
-
Y acabás de descubrirlo: querés saber qué querés saber.
-
¿Vos decís que a mis lectores le va a interesar
eso?
-
….si se parecen a vos…
-
Ok, te la tomo, a lo mejor esa frase le pega a
alguno… pero quiero algo más concreto.
-
¿Qué?
-
¿Para qué sirve saber que quiero saber qué cosa
quiero saber?
-
No sabría explicarlo mucho con palabras, pero a mí
me pasa lo mismo, desde hace rato.
-
O sea que voy camino a ser Dios?
-
Si.
-
¿Puede Dios no saber las respuestas?
-
Claro. Y puede saber que no sabe. Lo que pasa es
que antes de ser Dios hay que dejar de creer en Dios por un tiempo.
-
¡Ese es un buen título!
-
¿Vos lo que querés es una nota?
-
Claro! ….No! Claro que no! Yo no quiero un
colectivo, yo quiero llegar a mi casa.
-
Estás en casa.
-
¿Si? ¿Vos decís?... ¿no se puede aspirar a más?
-
Aspirar te aleja.
-
¿Vos decís que no cualquier colectivo me deja?
-
Ja ja ja!
“¿Vos decís? “ Palabra de Dios.
-
Sos un caso.
-
Si
-
Qué pasa si me enamoro de Dios.
-
¿De mí? ¿Eso es parte del reportaje?
-
He is just a Man
… I don’t know how to love him… he’s just a Man. Eso canta María
Magdalena en Jesus Christ Super star.
-
Claro… todo el asunto del hijo de Dios que es
hombre y Dios, que es capaz de morir y después resucitar con cuerpo y todo… nunca
entendí para qué la complicaron tanto tanto.
-
¿Puede amar Dios?
-
¿Tienen patas los patos?
-
Las patas
tienen patitos.
-
Ja ja ja!!
-
¿Qué me querés decir?
-
¿Qué mires y veas? ¿Qué me querés preguntar?
Sirve para algo todo este lío que estamos hablando?
-
Sabe Dios!
-
Me estas jodiendo
-
Si?
-
Lo que pasa es que volvemos mucho al concepto de
Dios del que tuve que salirme. Es un concepto que es como materia negra,
agujero negro… come sabiduría en vez de aportarla.
-
¿Por qué…?
¡Ese es otro buen título! Explique, Dios, juéguese!
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Es lo del verdín. Yo me di cuenta que no podía
salir de la pileta y ser ese Dios. Yo tenía que seguir laburando, ocuparme de
mi familia. Yo no podía ponerme a tallar piedras con mandamientos. Entonces
entendí que tenía que ser Dios sin cambiar nada. Sólo saberlo y sentirlo. Aflorar desde la
tapa del fondo de la pileta, pensé. Como una brizna de pasto rompe el suelo
para recibir el sol. Pero hasta eso era demasiado. Sacar un poquito el verdín.
Un cambio que ya estaba previsto por que los martes viene el piletero. A ese
nivel.
-
Pero entonces…
-
¿si…?
-
No sé… vos le llamás ser Dios a dejar de buscar
a Dios.
-
Bueno… sería muy loco seguir buscando algo que
uno ya encontró… Ha dao usté con la persona
indicá! Paren de sufrir!! Jajaja
-
Paren de sufrir.
-
Es una posibilidad.
5 Comments:
NO ESTÁS EN LO QUE ESCRIBÍS! No te encuentro!!!Cierto es que la genialidad ha de ser disciplinada y ejercitarse cada día, pero quizá haya que esperar el rayo iluminador que lleva a la perfección a la que has llegado tantas veces en 40 años. Igual ya sabes que soy inimputable por el momento.
El verdín también es dios.
hola dios? que tal. me gusta mucho que a la humildad que te cuestiona la hayas hecho mina. aunque entiendo tambien que no es solo la humildad si no la razon preocupada porque le compren el texto del paisano nadano.
tambien te quiero decir dios, que tus conclusiones se parecen mucho a las que publico mi amigo boy en su texto "el que nada" pero vos ya hiciste a la mina que te cuestiona y tambien esta flor en los comments, asi que solo te pido dios, que la pileta no te sea indiferente, es un monstruo grande de agua verde, donde de tanto en tanto se ahoga gente.
Qué grande Taz....
taz ¿grande?: 1,74 vestido
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