como la estela
Tengo la libertad de escribir lo que quiera.
Quiero belleza impactante, ingenio y sabiduría.
Pero querer no es poder.
La libertad no alcanza.
Los intentos fallidos me insultan desde la hoja.
La evolución de la especie tomó millones de años.
Años compuestos de minutos, uno tras otro.
Estoy evolucionando mientras elijo estas letras y las alineo, una tras otra.
Minuto a minuto.
Cuando ponga el punto final estaré más lejos del pez con patas y más cerca de un hombre futuro al que no me animo a calificar.
La belleza de estas líneas ahora me resulta obvia:
No es una belleza nueva.
Está en las huellas del antiguo primate que quedaron atrapadas en el barro fosilizado.
En el tic-tac del grandfather clock.
En el tercer segundo del Big Bang, en que se vaporizó el amoníaco.
En las cartas que escribió la tía solterona desde España.
En el ronronear de mi gata negra.
En la estela.
Su belleza, su sabiduría, su ingenio, simplifican el universo en un gesto:
Van, de acá para allá.
3 Comments:
de acá!
Me gustó lo de "grandfather clock", será porque me llamo riosdeltiempo.
Ta bueno.
Una vez le preguntaron a Whistler cuánto tiempo había tardado en pintar uno de sus nocturnos. El contestó: «Toda mi vida».
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