Tiene hojas Super Gillette Azul para mañana?
Vista de bien lejos esta hoja blanca es un punto filoso, propio
de una flecha… Y un manicomio, desde la
ruta, es una casona pintoresca.
Estaba tratando de ver así, desde un ángulo diferente, el
tumor que me estaba digiriendo el estómago. No era fácil, porque uno no tiene
una imagen visual del cáncer. Si le doy
audiencia por sólo un instante podría ser la resaca de una fiesta maravillosa
que terminó a la hora del desayuno. Si lo acelero como a una película en cámara
rápida podría ser un fuego que se come el celuloide. Puede ser también la punta
de una madeja y tirando de ella se irá mi vida pero atrás de mí morirán uno por
uno todos los que hoy me tratan con cuidado y sacan temas alegres y me
preguntan vas a tomar antes de servirme vino.
Es la catapulta de todo lo que compré en mi vida y lo que
tengo en el banco… a otras manos. Es
trabajo y ganancias para doctores, enfermeras, laboratoristas, visitadores médicos,
secciones fúnebres de los diarios, cementerios y sepultureros. Y una fiestita para los gusanos.
Pero se hace obvio que estoy cayendo en
lugares comunes. Y eso es un derroche impensable a la hora de morirse. Si la muerte no trae una revelación, no vale
la pena morir.
Pero la revelación no puede ser con respecto al pasado… a lo
terrenal… tengo que admitir que esa mirada indiferente con respecto a las
novedades (que le he visto a algunos viejos que conocí de cerca) se ha ido
instalando en mí. Lo hablé con el psicólogo del equipo de mi cirujano. Me dijo
que para vivir hay que tener proyectos e interesarse por las cosas. Lo miré en
silencio.
Cuando me dieron la novedad, mi primer impulso después de
meterme en un bar y tomarme unas copas, fue comprar una moto. Ahí está.
Antes no la compraba porque tenía miedo de matarme. Ahora no la uso
tampoco, y no sé si es porque le sigo teniendo miedo a matarme o porque sin
miedo la moto es aburrida.
Me propuse, hace como tres días, contestar alguna de las grandes preguntas de
la vida. Me dije mientras me afeitaba:
voy a ser el primer tipo que conteste un misterio. Porque tengo la decisión de hacerlo…
y lo que le ha faltado a los filósofos es un poco de determinación. Dejé, en
ese instante, de afeitarme, cuando iba por la mitad, y decidí que no me afeitaría hasta tener una
respuesta. Esa noche dormí de una forma
muy extraña, casi despierto, soñando todo el tiempo y con bastante dolor. Y todo el tiempo repasando las grandes
preguntas de la vida. Pero no terminaba ninguna oración… las preguntas siempre
eran inconclusas o incoherentes o necesitaban ser pasadas en limpio.
A la mañana siguiente me vi más barbudo que lo habitual, con
cara de enfermo y mal dormido y supe que no iba
contestar nunca nada: yo era la respuesta. Y las respuestas no contestan. Vengo de afeitarme.
6 Comments:
da para dibujarlo, SB?
el autor aclara que esto es ficción y que por ahora goza de buena salud
Ah!, bueno....
Sí, lo intentaré.
Me gusta "las respuestas no contestan", es genial,
besos
SB
Tampoco es que nos llenamos de plata¡¡¡ Nadie se llena de nada ni se vacía tampoco, porque básicamente somos muerte.
FELIZ CUMPLE de parte de aquellas frías e indigestas albóndigas, las medias grises del guarda, y por supuesto de la vaca y sus ojos¡¡¡¡
y no le coquetees a la muerte¡
Hola Boy,
me dejaste un comentario en mi blog.. blog q tengo abandonadísimo hace mucho tiempo.. por lo que te invito a ver mis cosas por acá si te interesa! www.facebook.com/todeart
No ando con tiempo para leer tu blog ahora, pero cuando pueda lo haré!
Saludos!
Teode. (hija de Pablo)
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