Sunday, December 13, 2015

Límite

Queríamos comprar una hornalla para cocinar afuera, en el quincho.


Fuimos  a La Vaca Tuerta que vende todo tipo de parrillas, salamandras , hornos y anafes.
Vi un aparato que no conocía... un anafe a leña.


En la parte de abajo, donde se debía meter la leña, había un divisor de rejilla metálica cuya función yo no alcanzaba a entender.


- ¿Para qué es esto? - le pregunté al vendedor especializado.
- Es algo que puso el fabricante - me respondió.




Tardé como cinco minutos en darme cuenta de que la respuesta había logrado alcanzar el límite máximo de la estupidez universal.


Lo que no me explico es por qué todo el asunto me hace tan feliz.



2 Comments:

Anonymous Anonymous said...

No me gustan las vacas sean tuertas y siempre me hace feliz que vos lo seas.

2:42 PM  
Anonymous Anonymous said...

No tuerto ( ni vaca ) FELIZ!

2:43 PM  

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