Sunday, August 28, 2016

a Nora


Abrí esos ojos, no estés muerta. No seas como la mesa.

Dame, aunque sea, palabras.

Dale un sentido al puñal que me mostraste, una noche en el campo,  que formaban las tres marías y esas otras estrellas.

Volvé a sentarte en la reposera. Dale un sentido a la lona.

Unime con el resto de la gente, no dejes que tu ausencia inexplicable me  separe de todos.

Estoy dispuesto a entregar a cambio mi amor por la poesía, mis amigos raros, mi brillo, y toda la tristeza de mi infancia. Por tu mano.

Tengo ahora la edad que tenías cuando enfermaste.

Y ahora sé que morir no es para tanto. Pero sí  sé que ir sin despedirse, sin hablar del tema, sin mirar a los ojos, sin decir tengo miedo, sin abrazar y llorar… es un desperdicio. Un patinazo accidental y turbio que sólo le podés dejar a un chico de siete años si sabés que con esa bomba va a inventar un amor nuevo.

Que como el pez grande se coma al pez chico.

1 Comments:

Blogger Silvia Bonetti said...

"dale un sentido a la lona" es la frase que más me gusta.
Al enseñarte el cuchillo del cazador (Orión), quizá ya te estaba advirtiendo que la vida trae heridas. Pero has vivido para contarlo.
Besos

4:31 AM  

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