Monday, September 05, 2016

Dejar de ser.


 



Alguien quizás recuerde la serie El agente de CIPOL. Vi muchos episodios en mi infancia, pero recuerdo uno solo. Los malos se habían vuelto invencibles gracias a una droga.  Pero en la última escena, la espía rusa, mala, que había matado a casi todos, estaba tan acelerada que reventaba. Un mensaje moralista contra las drogas, supongo. Pero no aprendí.

En los últimos días estoy como aquella rubia. Escribiendo como un trompo. Sacándome ropajes y disfraces, límites y estilos, semáforos, carteles y caminos.

Como la meditación, como el silencio, como la iluminación, dejar de ser es un salto interesante. Soltar lo que te define: el arma, el oro, la fama o la personalidad.

Vi tres alemanes fumando a pasos del colegio Goethe, hoy a la tarde, bajo una mínima garúa. Y paré el auto. Me bajé como quién va a preguntar por una calle y les dije: se ha muerto el perro del personaje principal de mi novela. No pasó nada. La nada duró más de cinco eternos segundos en que les sostuve la mirada. Necesito un cigarrillo, les dije. El varón sacó un vulgar paquete de Marloboro box, y me dio fuego. Cobardes, pensé. Y después de la primera pitada me puse a llorar.

Odiaba a ese perro, les dije entre sollozos.  Y a mí mismo me dije: no puedo creer que lo estás haciendo. ¿Qué será… el uno por mil? ¿Qué porcentaje de gente burguesa y normal se anima  dejar de ser y abordar al prójimo con una situación de ficción delirante?

Dalmiro Saenz. Chapeau! Se disfrazó de linyera para experimentar lo que la gente le deparaba al marginal….recorrió las grandes cañerías de los desagües pluviales y las cloacas para conocer al hombre en sus situaciones alternativas. Los demás que conozco nos aferramos al caminito de ayer.

Hay un momento en que se decide ser o no ser el mismo de ayer. El de recién. El de este instante.

Si el almacén está cerrado mañana,  si no te viene a buscar el remís a la hora pactada, si no encontrás a tu hijo en la cama cuando lo vas a despertar, si tu marido te dice Palangana en vez de Marta, si no hay agua en las canillas ni pasto en el jardín…

Podés cagarte en las patas y rezar, o aprovechar.

Te gustaba tanto a dónde íbamos como para que te irrite esa posibilidad.

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Me encantó. Independientemente que en mi visión nadie ES , sino que va siendo. Es excelente soltar amarras y resurgir , patear tableros , innovarse. Buen mensaje! Me gusta que además del estilo literario que cautiva, dejes un mensaje que paradójicamente invite al no cautiverio en nada.

5:27 AM  

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