You don´t really need it. (10)
Después de aceptar:
La vida de Jane cambia aunque el contrato que firmó sigue idéntico.
Las palabras escritas se alejan de las personas que las escriben como un barco del puerto ni bien se cortan las serpentinas que arrojaron los pasajeros en la despedida.
El papel picado se humedece sobre las piedras del puerto e inicia su democrático camino hacia la podredumbre pero las palabras escritas conservan intacta la tipografía, la semántica, la sintaxis.
Jane firmó. (Admitámoslo: saospecho que mirando con especial emoción ese 20% de las ganancias que se mencionaba en la cláusula séptima.)
Y la vida siguió adelante como un carruaje de ocho caballos que pasa por encima de un transeunte distraído.
Al día siguiente le mostraron un plan de entrevistas de personal a contratar. Los avisos de búsqueda ya estaban redactados por una agencia de selección y serían publicados cada dos días en las cuarenta plazas principales de los Estados Unidos. Ella iniciaría un tour de sesenta días entrevistando a los diez preclasificados de cada plaza para elegir a dos de esos diez. Un grupo de analistas especialmente capacitados identifiracían los parametros intuitivos que guiaren la conducta de Jane en esas seleciones para asilarlos, cuantificarlos, estandarizarlos y multiplicarlos. Ese marco lógico sería trasladado a seis selectoras experimentadas que elegirían otras ciento veinte personas cada una. En la selección de las personas estaba la mitad del éxito habían acordado Alex Midas y su suegro. Las restantes setecientas veinte personas debían ser elegidas " con la misma intuición" había subrayado Alex en su mail a la agencia de selección. Y se había quedado pensando que no podía haber nada en el universo que no pudiera ser entendido y replicado. Que quizás los humanos fuesemos imperfectos y por lo tanto incapaces de hacerlo a la con exactitud, pero que una buena una imitación era suficiente para ganar unos dociendtos millones el primer año y arriba de trescientos cincuenta en los años sucesivos.
La lectura de ese plan de acción y de los avisos que se publicarían en los diarios (quiero creer)causaron en Jane un impacto importante.
Tengo en mi mente la imagen de un techo a dos aguas y una persona tratando de empujar un tronco barranca arriba por ese techo. Si logra llevarlo hata arriba y empujarlo sobre el la cima, el tronco seguirá solo barranca abajo. Pero llegar arriba no es fácil. Con esa imagen quiero decir que ese plan de replicar el estilo de selección de Jane en seis seleccionadoras como ella, para replicarla luego a ella misma en ochocientas vendedoras de la idea de no comprar, tiene que haber sido un trago difícil de pasar para Jane. Pero, una vez pasado eso, todo lo demás debe haber sido fácil. Me pregunto si el maldito Midas, este, no lo planeó así especialmente para ponerla a prueba y descartarla en caso de que no pudera digerir eso. Si Jane se dio cuenta que todo eso le jodía y que en el fondo el problema era que tenía un ego debe haber pensado: You dont really need it... porque siguó adelante. Mi nujer dice que es justamente al revés. Que el ego fue lo que la llevó a enamorrse de la idea de multiplicarse por todo el país. Pero le tengo dicho a mi mujer que no lea sobre mi hombro meintras ecribo en mi blog.
Y yo me sigo preguntando. ¿Se puede pasar de ese idealismo individual, del contacto personal, del desapego zen , del mirar a los ojos, del escuchar la historia íntima, del festejar un triunfo único e irrepetible... a la producción en serie? Y me contesto que por supuesto que se puede y por eso existe McDonald y sus infinitas atomizaciones de la vaca muerta, descuartizada, picada y recalentada. El Franchising es la alegría de muchos. O sea que ese obstáculo lo supero.
Lo que no logro contestarme es qué le hace eso a la mente de Jane. Intuyo que no se puede seguir igual. Y planteo el problema de que si cambia la líder posiblemente se tambalee la pirámide construída sobre ella, o surja algún conflicto.
Una solución para que la pirámide no se vea alterada es momificar al líder.
No sería el primer caso.
Cinco mil años de historia nos contemplan.
La vida de Jane cambia aunque el contrato que firmó sigue idéntico.
Las palabras escritas se alejan de las personas que las escriben como un barco del puerto ni bien se cortan las serpentinas que arrojaron los pasajeros en la despedida.
El papel picado se humedece sobre las piedras del puerto e inicia su democrático camino hacia la podredumbre pero las palabras escritas conservan intacta la tipografía, la semántica, la sintaxis.
Jane firmó. (Admitámoslo: saospecho que mirando con especial emoción ese 20% de las ganancias que se mencionaba en la cláusula séptima.)
Y la vida siguió adelante como un carruaje de ocho caballos que pasa por encima de un transeunte distraído.
Al día siguiente le mostraron un plan de entrevistas de personal a contratar. Los avisos de búsqueda ya estaban redactados por una agencia de selección y serían publicados cada dos días en las cuarenta plazas principales de los Estados Unidos. Ella iniciaría un tour de sesenta días entrevistando a los diez preclasificados de cada plaza para elegir a dos de esos diez. Un grupo de analistas especialmente capacitados identifiracían los parametros intuitivos que guiaren la conducta de Jane en esas seleciones para asilarlos, cuantificarlos, estandarizarlos y multiplicarlos. Ese marco lógico sería trasladado a seis selectoras experimentadas que elegirían otras ciento veinte personas cada una. En la selección de las personas estaba la mitad del éxito habían acordado Alex Midas y su suegro. Las restantes setecientas veinte personas debían ser elegidas " con la misma intuición" había subrayado Alex en su mail a la agencia de selección. Y se había quedado pensando que no podía haber nada en el universo que no pudiera ser entendido y replicado. Que quizás los humanos fuesemos imperfectos y por lo tanto incapaces de hacerlo a la con exactitud, pero que una buena una imitación era suficiente para ganar unos dociendtos millones el primer año y arriba de trescientos cincuenta en los años sucesivos.
La lectura de ese plan de acción y de los avisos que se publicarían en los diarios (quiero creer)causaron en Jane un impacto importante.
Tengo en mi mente la imagen de un techo a dos aguas y una persona tratando de empujar un tronco barranca arriba por ese techo. Si logra llevarlo hata arriba y empujarlo sobre el la cima, el tronco seguirá solo barranca abajo. Pero llegar arriba no es fácil. Con esa imagen quiero decir que ese plan de replicar el estilo de selección de Jane en seis seleccionadoras como ella, para replicarla luego a ella misma en ochocientas vendedoras de la idea de no comprar, tiene que haber sido un trago difícil de pasar para Jane. Pero, una vez pasado eso, todo lo demás debe haber sido fácil. Me pregunto si el maldito Midas, este, no lo planeó así especialmente para ponerla a prueba y descartarla en caso de que no pudera digerir eso. Si Jane se dio cuenta que todo eso le jodía y que en el fondo el problema era que tenía un ego debe haber pensado: You dont really need it... porque siguó adelante. Mi nujer dice que es justamente al revés. Que el ego fue lo que la llevó a enamorrse de la idea de multiplicarse por todo el país. Pero le tengo dicho a mi mujer que no lea sobre mi hombro meintras ecribo en mi blog.
Y yo me sigo preguntando. ¿Se puede pasar de ese idealismo individual, del contacto personal, del desapego zen , del mirar a los ojos, del escuchar la historia íntima, del festejar un triunfo único e irrepetible... a la producción en serie? Y me contesto que por supuesto que se puede y por eso existe McDonald y sus infinitas atomizaciones de la vaca muerta, descuartizada, picada y recalentada. El Franchising es la alegría de muchos. O sea que ese obstáculo lo supero.
Lo que no logro contestarme es qué le hace eso a la mente de Jane. Intuyo que no se puede seguir igual. Y planteo el problema de que si cambia la líder posiblemente se tambalee la pirámide construída sobre ella, o surja algún conflicto.
Una solución para que la pirámide no se vea alterada es momificar al líder.
No sería el primer caso.
Cinco mil años de historia nos contemplan.
4 Comments:
para alabara al siguiente comentador copio:
(Hay una humildad escencial en los escritores, aún en los más soberbios y ególatras... Se evidencia en nuestra convicción de que no basta con que sepamos una historia. Para que esté completa, realizada... Para que valga, debemos ponerla en palabras y que la sepa otro. El valor lo pone el lector. Los escritores nos consideramos a nosotros mismos un medio, nunca un fin. No nos abandona jamas una autodesprecio propio del alcahuete.)
Como comentadora, no busco alabanzas.
Están bellísimas las metáforas del comienzo, el barco, el transeunte distraído, las carrozas.
El dulce que te introduce en el terror de esa conspiración siniestra.
Ese pensamiento de Midas de que todo se puede entender y replicar coincide con una versión new age de que así pensó Lucifer y armó este mundo que tenemos como una mala copia de la verdadera creación divina.
Y toda la codicia del plan me hace descomponer, casi.
Igual seguiré leyendo, dale.
Silvia
Gracias, Silvia:
Creo que sos la única que queda de los diez indiecitos.
En esta novela el autor no mata a los personajes sino a los lectores.
Hablando de lucifer, a mi me resulta más estética la versión de Hesse de Abraxas en que bueno y malo son las caras de la misma moneda y en última instancia metáforas que nuestra pequenia mente necesita. Los animales viven bien sin dioses ni explicaciones.Los monos tienen cola, las jirafas cogote y a nosotros nos creció el cerebro como un tumor infectado de representaciones, dioses y ambición de fabricar y fabricar.
pero cuando estoy de buen humor me encanta tener cerebro.
Boy
Celebro tu cerebro.
Vamos, vamos, que habrá otros indiecitos escuchando en silencio escondidos en la espesura.
S.
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