La Gran Ola
Estoy viendo la ola marina grande y fría del noviembre otoñal
en Gran Bretaña (en cámara lenta y alta definición) formándose hasta una altura
que supera lo aceptable y rompiendo con el violento vendaval de de la tormenta
insensible de la que es parte.
Eso hace de mí un mísero burgués (ni que hablar del whisky on the rocks que me
acompaña) que es mero espectador y cuyo
aporte al universo sólo se registra en las estadísticas que conforman el
ranking de los programas de tv.
Maribel se mueve por
la casa ordenando todo lo que dispersó el
fin de semana, con cara de domingo
agónico, casi lunes.
La grandeza unilateral de los Andes, esa inmensidad de
piedra indiferente, me ha hecho sentir
algo similar a estas olas. Creo que lo más místico que he experimentado en mi
vida.
Le pido a Maribel que mire y se detiene frente a la gran
pantalla del televisor (cargando cosas
entre las manos) pero el documental ahora muestra unos cachorros de foca que
aprenden a nadar. Le explico que antes había unas olas impresionantes. Pero para
quien estaba haciendo orden en la casa, la inmensidad de la ola es un idioma
extranjero. Le da lo mismo ver a las foquitas.
Justo antes de que siga su camino restaurador del equilibrio hogareño, muestran
otra ola, no tan buena, pero ola al fin.
Y cuando ya está lejos,
aparece la mejor ola de todas, la mejor
de la historia, casi increíble.
Se hace un silencio en mi vida.
No tengo, ya, casi, dónde poner eso.
Me siento solo.
Salgo de la realidad.
Se me presenta mi padre. Es el de aquella última vez que lo
vi, en el sanatorio, afiebrado y senil, con olor a pis rancio, flaco y
arrugado, su lengua seca hablando con dificultad para decir incoherencias.
La ola.
Una semana más tarde llamé desde Concordia y me avisaron que
había muerto.
Pero él no se presenta hoy a hablar de la muerte.
Sino de la soledad. De ver la ola a solas. De enfrentar la
vida sin la ilusión de una mano tibia que sostenga la tuya ante el infinito de la montaña muda.
Suena el teléfono.
4 Comments:
si leiste decí ola
if you read this, wave
ola
Intenso, realista, detallista, excelente transcriptor (aca el corrector me dice que no existía hasta recién la palabra TRANSCRIPTOR, que infamia!). Digo que relatas muy bien lo que le pasa a otros que normalmente la gente no ve. Me gustó mucho.
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