Friday, September 30, 2016

La parte que pregunta



Carla era mi hermana.


La enfermera de mi vieja grabó unas anécdotas de la infancia de Carla que mi vieja le contó y anduvieron en Facebook gozando de sus quince minutos de fama.


Las voy  a copiar acá para que el que no las haya visto sepa un poco como era el estilo de Carla:


 


- Tengo miedo de servir para algo – me dijo


Apoyé sus medias sobre la cómoda sin decir nada y me fui a la cocina… a prepararle el desayuno o a algo, porque no hubiese podido explicarle por qué su madre lloraba.


 


O quizás  le dije “No te preocupes que no corrés mucho riesgo… y vestite de una vez, Carla, que vas a llegar tarde. A ver, una pata acá, que hace frío, no andes descalza…”


 


Ella no se acuerda.  Tenía cuatro años, no puede acordarse. Y yo tengo setenta y ocho  así que tampoco debería acordarme.


 


Un día me preguntó cuánto costaba un auto. Y, después de un rato,  por qué  no usaban algo más barato para armar embotellamientos de tránsito.


-Tendríamos que elegir una persona y entre todos los demás, hacerla feliz - me dijo a los once – pero no me elijan a mí, porque lo que me hace feliz a mí es no ser feliz.


A los doce conoció a un neurocirujano en el barco, yendo a Montevideo. Le preguntó si podía conectar un nervio suyo con otro de una amiga de ella, porque quería saber cómo sentía el prójimo.


 


A los diez y siete, cuando estaba por terminar el colegio preguntó por qué no agrandaban el colegio en vez de echarla a ella y su promoción.


 


No podía elegir una carrera porque quería saber todo.


- Tengo miedo de no servir para nada si no se todo.- me dijo. Y esa vez sí lloré, no me cabe duda. Y cuando me preguntó qué me pasaba le dije que cuando tenía cuatro años tenía miedo de servir para algo.


-¿Y llorás por haber estropeado ese maravilloso proyecto que fui?-


 


Eso es lo que nos ha quedado como recuerdo excluyente, sellado y aprobado por la fama de las redes.


Junto con que Sarmiento nunca faltó al colegio o que Washington siempre dijo la verdad, o que Belgrano creó la bandera del color del cielo y las nubes.


Odio hablar de Carla porque tengo más presente su muerte que su vida.


Mi viejo era geólogo y le gustaba explicarnos cosas. Era un filósofo, todo le interesaba y todo lo quería explicar. Me acuerdo especialmente de un verano a la noche en que con una naranja en la mano nos explicaba como la tierra daba vueltas al rededor del sol representado, en esa ocasión, por la lamparita que colgaba desnuda, como un ojo desorbitado,  sobre la mesa del comedor diario. Nos mostraba el día y la noche y cómo por la inclinación del eje de rotación se producía el verano  y "acá ven que la luz pega más suave por que los ángulos llegan oblicuos" el invierno. Era una linda explicación que yo seguramente hubiese recordado toda la vida aún si no hubiese sido subrayada por lo que ocurrió unos meses después.


Yo pedí de postre una naranja y mi madre mostrándomela, medio verde de moho,  desde la frutera, me dijo, "queda una sola y está mala".


Carla sugirió: "sacale la parte que pregunta"


Mi madre no intentó entender pero mi padre que tenía adoración por Carla le pidió que explicara.


Carla, haciendo de cuenta que tenía la naranja en la mano empezó a orbitar al rededor del la lamparita como había hecho Papá. "Esto es la Tierra dando vueltas y vueltas por miles de millones de años alrededor de uno de los millones de  soles que hay en el universo. Inerte. Inerte .Inerte, decía mientras  giraba una y otra vez alrededor de la lamparita. Hasta que se dan las condiciones... agua carbono rayos y paf... empieza a fermentarse la superficie de la naranja. Aparece la vida más primitiva y durante millones de años esta fermentación del universo progresa y fabrica la fotosíntesis y nace el oxígeno y patatín patatán. Es el universo... haciendo lo que hacen los universos. Lo más Pancho. Pero la fermentación va generando nuevos bichos y aparece el hombre. Y el hombre pregunta qué es el universo. Algo le falla. Sale del universo y se cree que no es el universo. Y cuando explica que la Tierra gira alrededor del sol con una naranja, no dice giro  o giramos alrededor del sol dice  la Tierra gira. Algo pasó en la fermentación que hizo que este bichito dejara de ser naranja, Tierra, Universo. O por lo menos que se lo creyera. O que preguntara. No creo que ninguna otra parte de algo se pregunte nada."


Yo era cuatro años mayor, o sea que yo ya estaba en edad de entender esas ideas y Carla había logrado captar mi atención. Cuando terminó de hablar miré a mi padre y vi las lágrimas. No me gusta contar esto porque quedo muy mal, pero odié que Carla hiciera llorar a mi Padre. La odié a ella y me distancié de él. No recuerdo con qué palabras intenté descalificar y ridiculizar lo que ella había dicho y me fui sin mirar a Papá.


La cara de mi padre con lágrimas rodando por las mejillas y la boca cerrada todavía me duele. Porque con el tiempo entendí que en ese instante endiosó a Carla. Ya la admiraba, pero en ese instante ella se transformó para él en el sentido de la vida. Y que ocho años más tarde cuando ella eligió tomarse ese frasco de pastilla y  la encontró dura y fría en la cama,  recién cumplidos los veinte,  la puerta a la trascendencia se le cerró en la cara.


El mío fue un duelo complicado. Perdonarla y volver a quererla no era imposible, pero aceptar  el universo que ella había descartado…? ¿No sentirme culpable de ser la parte que pregunta…?

2 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Desde hace miles de letras escritas vengo observando un proceso de profunda humanización en tus cuentos. Siempre fueron sensibles, pero con la sensibilidad que le gusta a la gran mayoría de la gente. Hoy dejas en la superficie la humanidad que todos tenemos y pocos reconocen. Los celos, la envidia, el no querer llegar al fondo del cuestionamiento por las dudas de resultar que no somos ni tan buenos ni tan bonitos como nos ven o como creemos ser. Yo siento un gran privilegio de ser una espectadora de cómo madura hacia la sabiduría simple un escritor al que admiro hace solamente cuarenta años. Me encantó! Flor

6:23 AM  
Blogger naio said...

uff...
qué bueno

5:31 AM  

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