Como cuando era chico
He dejado de comer.
Al carcelero no le importa.
Ni se entera ya que mis compañeros devoran mi ración.
La aventura de la muerte me ha resultado súbitamente, en un
amanecer, mucho más interesante que la rutina de la vida en cautiverio. En un
segundo me ha parecido obvio que si Abraham y Sócrates y Julio Cesar y Napoléon ya están de ese lado y lo aceptaron, no tenía
mucho sentido que yo me resistiera. Veo a mis amigos del alma comerse mi ración con avidez y me debato suavemente
entre dos ideas: la primera es que no
han entendido lo breve de la vida a la que se aferran y la segunda …ay … me cuesta admitirlo... la idea de que debe haber un sentido en el
feroz instinto con que se agarran a esa
pasajera vida.
Seguramente a alguien le interesará saber quién encerró y en
cierta manera mató al que morirá cuando yo muera. Alguna jerarquía que la edad
confiere al que no comete muchos errores me han dado cierto reconocimiento social
contemporáneo y quizás tenga mis quince minutos de fama post mortem.
No recuerdo a mis verdugos. Unos jóvenes me arrancaron de mi
casa. Pero supongo que ni me conocían.
Me está matando una máquina sin caras a
la que es difícil odiar si uno se sincera.
El hambre es muy doloroso
los primeros cuatro o cinco días. Después es una gloria.
Quien quiera entender lo que digo
deberá agacharse. Desde la altura del hombre en pie no se puede entenderme. Acuéstese si quiere entenderme y sienta cómo el
horizonte viene a taparlo de tierra para que la vida siga. Tome usted conciencia de
que las horas no son nada, ni los años ni los siglos.
Con el hambre de diez días ya el
cuerpo, flaco como un cuchillo, es
invencible y el alma mira desde los pájaros.
Cabe pedir perdón por esta soberbia…
pero, ateo como soy, me siento cerca del cielo, y viendo lo que veo desde
arriba…. nada de lo que tuvo sentido lo
tiene ahora.
Si tuviera un alto parlante le diría
a todo el mundo que dejaran de pelear…. Pero ya no tengo ni fuerza para
levantarme…. Ya no sé por qué estoy acá… ya no siento culpa.
La vida ha vuelto a ser simple como
cundo era chico.
3 Comments:
Genial Boy!
Saludos.
Leo.
Muy bueno.
Ayuno y misticismo siempre ha ido bastante juntos. Pero la vida viene con el hambre. Y con la voracidad todas las plagas humanas.
Por otro lado, con toda la gente que no come en el mundo, no lo ha vuelto un planeta más lúcido, no.
La muerte...Qué difícil ignorarla! Me gustó mucho. Flor
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