Thursday, February 21, 2008

Cesar

Cesa la velocidad. Se encienden las luces posteriores de los autos que van delante de mí en la autopista. Una nube de ojos rojos que se van abriendo impactados por la noticia a medida que disminuyen la velocidad y ruedan respetuosos en dirección al lugar del hecho, quién sabe cuantos kilómetros más allá. Intuimos sin hablar que en algún lado posiblemente se hayan despanzurrado las chapas, las carnes y los vidrios en democrática obediencia a las leyes de la realidad. Avanzamos en silencio, al ritmo de vacas.
Si es sólo un roce o una frenada con faros rotos no nos detendremos más que por minutos aquí o allá. Un accidente menor estrangula el paso como un reloj de arena. A menudo he visto, en la mano contraria de la autopista, miles y miles de autos esperando a lo largo de kilómetros para cruzar ese punto que los libere nuevamente al paraíso de la velocidad, la dicha de no ver detalles, el sensatez de avanzar al por mayor, la imposibilidad de tocar o ser tocado.
Avanzo, freno, avanzo. Nos vamos acomodando. Estamos estrechando las distancias pero pareciera que no hay progreso real. El diario hablará del número de muertos y del caos en el tránsito. El acondicionador de aire se oye más con el auto detenido. Lo bajo un par de puntos. Y entonces, después, bajo también la radio. Habrá que esperar. Me saco la corbata. Estoy junto al murete de hormigón de la izquierda. Lo que hasta recién era la mano rápida. Miro una vez más las marcas dejadas por accidentes antiguos en el concreto. Ya he pensado en ellas muchas veces y no logro más que repetir ideas. Concreto, digo en voz alta para ver si lo sugestivo de la palabra me emociona. Pero pienso en croqueta.
A metro y medio de mí, los autos que van en la dirección contraria pasan a ciento cuarenta, ciento treinta, ciento sesenta kilómetros por hora…Pasan por su carril rápido, a intervalos de tres a diez segundos. Cuando uno pasa el impacto en el aire sacude mi auto. VFUM! VFUM! Siento que estoy dentro de un corazón que late y que por alguna razón ha perdido la noción del ritmo… ha inventado su propia densidad del tiempo. Pero cada latido en sí mismo es un latido normal. No hay sangre en este corazón. Todo es aire transparente dentro de mi auto. Pero se siente como un corazón.
Hay latidos provocados por camionetas cuatro por cuatro destinadas a cocheras de directorio de grandes bancos, furgonetas de reparto de productos alimenticios vigiladas por radar satelital, autos familiares con cabecitas peinadas que van al colegio, gordos en camiseta en grandes autos de segunda mano, ómnibus de dos pisos ostentando majestad, y cada uno sacude mi auto. Sigo detenido en un trozo de pavimento que ahora muestra sus detalles como visto con lupa.
Uno de esos latidos de pronto se apodera de mí. Se me clava con una tristeza tan revolucionaria y total que tiene destellos de alegría. Es que se me ha ocurrido la idea de que este último VFUM! En el auto de ese último sacudón fugaz, iba el amor de mi vida.

Monday, February 11, 2008

Una copa de más… allá.

Tras la sesión de espiritismo hubo dos que quisieron restarle su credibilidad al evento y al mismo tiempo alardear de ingeniosos.

Uno dijo:

Una copa verdaderamente mágica. Logra un equilibrio difícil de explicar, pues nos hace creer algo que no creemos. Si creyésemos realmente lo que nos hace creer no tendría mérito que lo lograse.

El otro:

Cuando salí a fumar un cigarrillo le preguntaron a la copa el nombre de mi primera novia y estuvieron diez minutos para deletrearlo.
Les hubiera tomado veinte segundos preguntármelo por la ventana.

El vidrio de la ventana debe ser más espiritista que el de la copa.

Saturday, February 09, 2008

Encuesta para la farándula ex

Estaba escribiendo.
(Uno podría preguntarse para qué)
Y llegué a una palabra que me gustó mucho.
Quise detenerme allí.
Con esa palabra era feliz.
Pero no había terminado la idea, la frase… no había puesto el punto.
Ni estaba cerca del final.
Pero era feliz.
Pensé que los lectores no entenderían.
Me equivocaba…
¿no?

Tuesday, February 05, 2008

Tomate Tu Tiempo.

Miro en el lecho de muerte la noticia de los disturbios que incluye a la secta TTT en el título y creo que ya estoy mas muerto que vivo. La violencia me resulta tan ajena a Toma Tu Tiempo que para entenderlo necesitaría reencarnar.
Yo ya me sentía viejo cuando descubrí el significado de take your time y publiqué ese post en mi blog que terminó siendo un maifiesto de la secta, pero la historia registra que no había cumplido los sesenta.
Estaba recogiendo la manguera después de regar el jardín cuando cantó un pájaro.
Repito para darle dramatísmo y ritmo: cantó un órajap.
Uno ques débil y vulnerable a la belleza dedica más teimpo a pensar sobre lo que lo emociona y el canto del pájaro es en ese sentido un lugr común del tañmaño de una telenovlea.
Entonces ¿qué pensé?: Yo te digo: pensé lo siguiente dospuntos.. "el trino del ave alcanza mi oído y penetrando ese mínimo orificio provoca el vibrato del tímpano que cual timbal acciona martillo y yunque para activar fluídos y afectar en la humana y limitada forma que la naturaleza les dio los nervios que hacen creer a uno que oyó un pájaro. Entonces... puede haber cientos de personas en mi derredor y cada uno se llevará su trino... o sea que lo que yo me llevo es sólo una ínfima parte y me creo que he oído el trino en su totaildad.
No puedo ser yo mismo cientos de personas. No yo no puedo. Opued on oy on. Pero si puedo tomarme el tiempo sumado de todos los que oírían si aca hubiese infinitas personas. El tiempo es mio. Take your time.
No es mío el territorio que invadieron los corpulentos bárbaros de bolivia y paraguay.
No es mía la tecnología que robaron los chinos.
No es mío el amor de las mujeres que prefieren a los imberbes que se bañan a diario.
Me queda el tiempo. El baboso tic tac del reloj. La oruga muerta del avance temporal. La paz de agujero negro transformando siglos y milenios en manchitas pardas.

después empezaron a perseguirlos y se ve qeu los institnos belicosos volvieron a ocupar el lugara de todo.... pero en su origen la idea esra tomar lo que es tuyo... tomarte tu tiempo para que toda la realidad te pertenezca. muero contento muero contiempo. perdón por la letra.