Saturday, November 29, 2008

Maneras

La película se inicia con una larga toma, cámara al hombro, que va recorriendo el barrio de Palermo Soho presenciando diálogos entre gente que toma cerveza en la vereda, otros que se pasan un mate, empleados de locales, una señora que pasea el perro, un pintor que está fileteando un cartel, tres personas tomando medidas para una refacción, alguien que llega a un hostal con valijas extranjeras… Es temprano y todavía no ha llegado el aluvión de gente y los turistas. El hecho de que la acción transcurra en un barrio bohemio y creativo justifica que todos los hombres sean un poco amanerados cuando no totalmente feminoides. Las mujeres en cambio se muestran crudas, sin maquillaje ni tinturas que oculten canas, masculinas y secas. Tienden a ser mal habladas y poco seductoras.
Poco a poco vamos conociendo algunas historias y encariñándonos con los pequeños proyectos y aventuras de los habitantes del barrio. Lo amanerado de los personajes principales que son alrededor de doce deja de llamarnos la atención porque en el inicio hemos visto otros más extremos que si bien luego pierden importancia, marcan un estándar. Lo mismo pasa con la áspera masculinidad de las mujeres. No se ve un solo personaje que escape a estos estilos y uno termina por olvidar que existen otras maneras de hablar y comportarse. El tono costumbrista de la película pega un leve giro cuando llega la noticia al bar, en que transcurre mucha de la acción, de que se han llevado a uno de los personajes al hospital. Y hay quienes dicen que ya estaba muerto cuando lo llevaron. El personaje era muy querido y la película registra una serie de diálogos entre los otros, en parejas, tríos, o grupos en que lo recuerdan, lo extrañan y se hacen las difíciles preguntas del caso. Ha dejado al la deriva un exitoso negocio de ropa de moda de vanguardia. En uno de esos diálogos se menciona por primera vez a una hermana del finado que vive desde hace unos meses en España y a la cual dicen ya haberle avisado para que se haga cargo. Su marido es un ingeniero de una constructora argentina con operaciones en varias partes del mundo.
Hacen una comida en el bar en que todos reciben a Ramiro y Mercedes los recién llegados de España. Por primera vez en la película (ya ha pasado una hora) se oye hablar a alguien que no es amanerado y después de habernos acostumbrado al modo imperante, su estilo parece impostado y presuntuoso.
En un momento Ramiro y Mercedes están contando una anécdota y él exclama - Viste cuando decís…puta madre, qué mujer!!!- Mercedes lo acompaña en la narración y hace un par de comentarios muy afectados en su tono de Barrio Norte. El lo ha dicho en forma tan varonil que la película pierde el sonido y va mostrando la manera en que los demás los miran y las pequeñas miraditas que se entrecruzan.
Esa escena marca el inicio de una creciente desaprobación que se va manifestando en la poca colaboración que todos y cada uno prestan para facilitar el traspaso del negocio a Mercedes. Al rato los roces dan lugar a algunos pequeños conflictos a medida que Ramiro y Mercedes intentan hacerse cargo del local para venderlo y volverse a España.
La sensación constante es que si bien no hacen nada malo, como nadie desea ayudarlos en lo más mínimo, las circunstancias se van confabulando para que les vaya mal.
La película termina cuando un policía de civil les informa que no podrán viajar ya que están imputados como instigadores del asesinato del hermano de Mercedes. El espectador sabe que no es justo pero como en tantas otras películas en que los sentimientos nos ponen del lado de los malos, de alguna manera siente que se ha hecho justicia.

Sunday, November 23, 2008

Jaque mate o mate con bombilla.







El mundo y sus ecosistemas.
Me preocupa la globalización porque un problema nacido en cualquier parte del mundo, puede afectar al planeta mediante un contagio generalizado. El planeta nos queda chico y ya no hay para donde descomprimir. En una generación se cuadruplicó la población mundial y si seguimos así es obvio que los ecosistemas colapsarán.
Los gobernantes.
No estaría tan preocupado si no fuese por que he visto que los líderes mundiales han demostrado una falta de interés, sentido común y habilidad negociadora para resolver la crisis global ambiental.
Negociación ganador-ganador.
Después de algunos años trabajando en la Funación Ambiente y Recursos Naturales me convencí, como muchos otros, de que los medios económicos y tecnológicos actuales alcanzan para prevenir el desastre, pero que el talón de Aquiles es la capacidad de coordinar voluntades. Sin ir muy lejos hemos visto como un gobierno transformó dos pequeños problemas como las papeleras y el conflicto del campo en grandes y costosos conflictos mediante mala calidad de negociación.
Comprender al otro.
Una vez, un viejo indígena oyó a una elegante mujer blanca hablar de ponerse en los zapatos del otro y sacándose su vieja y húmeda alpargata se la ofreció. Cuando la vio dudar le dijo: “eso es algo que se dice más fácil de lo que se hace”.
Es muy poco probable que alguien esté dispuesto a aceptar propuestas del otro si no siente que ha sido escuchado y comprendido.
Como salir de un laberinto.
Para salir de cualquier situación es necesario ver dónde está la puerta y cuáles son los obstáculos. Sin luz los problemas serían innumerables en cualquier habitación. Con luz es tan fácil que nadie gastaría un elogio para quien lo logre. En los humanos prender la luz equivale a escucharlos de forma en que nos confíen sus intereses y se sientan comprendidos.
Relación esperanzada.
Tras casi dos décadas de dedicarme a consultoría y capacitación en negociación, si tuviera que elegir un factor que genera buenos resultados diría que es la confianza de las partes en que juntos lograrán algo mejor que separados. O dicho de otra manera, esa actitud con la que uno invita a tomar mate a otro. No es para sacarnos la sed ni para alimentarnos: es para escuchar y ser escuchado.
Usar el mate.
Cuando ingresé a la universidad de Harvard, el programa al que pertenecía, tenía la tradición de que cada Fellow hiciera una presentación de su país. Yo presenté el mate. Como publicitario había trabajado varios años creando publicidad para un par de marcas de yerba. Me había pasado muchas horas investigando y pensando qué significaba el mate para nosotros... Les expliqué a los extranjeros el ritual que implica pasarse el mate y saber que estaremos unidos por esa rueda durante un rato. No lo que se tarda en bajar un café y partir. Más parecido a la ceremonia del te. La ida y vuelta del mate, como un péndulo en cámara lenta, aminora el paso del tiempo y nos pone bajo una cúpula de serenidad y paciencia. Nos estimula, pero al mismo tiempo nos calma como un chupete a un bebe. Nos conecta con las cosas importantes y con el otro.
Usar lo que aprendimos en casa para salvar al mundo.
Es señal de elevada cultura tratar la rueda del mate con respeto: hablar con calma; no interrumpir; escuchar; demostrar que escuchamos y entendemos; dejar de lado el sarcasmo y otros irritantes… Confiar en que juntos estaremos mejor que separados.
Ponernos en los zapatos del otro. Es lo que se aprende tomando mate con gente evolucionada. Una actitud de búsqueda del otro. Un clima de serenidad para tejer juntos soluciones. Hay otros modelos como el de Bush o los K. De confrontación y poca comunicación. A veces me resultan tentadores, lo admito, pero trato de no caer en eso. Para salvar al mundo es mejor la colaboración de la yerba mate que el más brillante jaque mate logrado en competencia.

Wednesday, November 19, 2008

“Lo mataron tratando de resucitarlo”.

COMO EVITAR QUE NUESTRA RESPUESTA A LA CRISIS HAGA MAS DAÑO QUE LA CRISIS.
Cuentan que un motociclista se puso un saco al revés para que el pecho no le quedara expuesto al viento y luego tuvo un accidente con la moto. Lo llevaron al hospital por una pierna golpeada… y allí murió cuando intentaron enderezarle la cabeza.
Toda crisis tiene una parte objetiva y real que posiblemente esté ajena a nuestra voluntad y otra parte subjetiva y controlable que es la calidad de nuestra respuesta a esa crisis. En la India, por ejemplo, murieron, el 3 de agosto, 150 personas aplastadas ante una falsa alarma de bomba. Y en Estados Unidos tres estudiantes por un incendio que nunca existió.
Si esa gente llega al extremo de morir por procesar mal una noticia y actuar de manera inconveniente, debemos, por lo menos, preguntarnos cuánto del daño que nos hace una crisis económica reside en la forma equivocada en que actuamos, y distinguir eso del daño real e inevitable. Ya que estamos, podemos hacer una estimación de cuántas de las oportunidades que trae una crisis desaprovechamos por padecer los efectos psicológicos y sociológicos de la crisis. Y si nos ponemos realmente exigentes podemos preguntarnos cuánto disminuyó la eficacia y motivación de nuestros empleados, proveedores y clientes porque cada vez que les hablamos de crisis o recortamos un gasto, los desalentamos, les dimos un motivo para que se esforzaran menos y una excusa para justificar resultados subóptimos.

Cuáles son las facultades de la gente para actuar eficientemente que se ven perjudicadas por las emociones que conllevan las crisis? Es obvio que, lejos de hacernos más poderosos al estilo que fantasearon los creadores de Hulk, las emociones fuertes nos hacen más torpes e irracionales. La habilidad para funcionar en equipo es sin duda muy vulnerable. El desaliento, la desconfianza, el pánico, la anomia, son algunos de los peores enemigos de la empresa en épocas de crisis. El incremento de la conflictividad, el deterioro de la comunicación, la formación de bandos y quintas, la degradación de la adhesión a valores éticos, la concentración del poder, la paranoia, el ausentismo, el stress, el aumento de enfermedades psicosomáticas, son problemas que disminuirán el resultado de la empresa aunque la crisis sea sólo una ilusión y la agravarán cuando sea real.

Cómo evitrlo:
· Adoptemos una actitud basada en que la crisis no es eterna. Comuniquémoslo formal e informalmente a nuestro personal, clientes y proveedores. Eso implica cuidar relaciones y trabajar para estar mejor a la salida del túnel. En el anillo del sabio Rey David decía: “Esto también pasará”
· Recordemos que la crisis trae oportunidades y que es necesario estar atentos bien coordinados para aprovecharlas.
· Consensuemos internamente qué riesgos y oportunidades se vienen.
· Hagamos un plan conjunto para evitar riesgos y aprovechar oportunidades.
· Escuchemos a la gente con más cuidado y educación que antes.
· Recordemos que la frustración, más que el trabajo abundante, es causa del stress. Y que la buena comunicación reduce la frustración.
· Una reducción de gastos es una excusa para producir menos. Solo reduzcamos si tenemos algo mejor en que invertir. Y entonces encuadrémoslo como una mejor oportunidad más que una mala noticia.
· Evitemos la profecías pesimistas autorrealizadas.
· Recordemos que los argentinos tenemos un gran expertise en crisis y hemos sobrevivido a varias. No vale la pena perder el sentido del humor.
· No hablemos de los problemas sin decirle a la gente lo que esperamos que hagan al respecto, acordando con ellos el camino a seguir para lograrlo.
· Recordemos que, como dijo Henry Ford, el que cree que puede y el que cree que no puede, ambos tienen razón …
· …Y que toda empresa que valga la pena requiere cierta dosis de locura. Pero a la hora de elegir, conviene elegir locuras optimistas.