Película recomendable
Es sobre una mina que en algún momento dijo que había estado en otro planeta. Medio un documental, pero el director actúa algunas escenas El es un tipo que trabaja en tecnología para videojuegos y que está en medio de su crisis de la mediana edad. Es su ópera prima y, como suele suceder a los directores noveles, mete mucho de su biografía y su problemática personal.
El director va narrando y comentando en off algunas cosas que ayudan a entender lo que estamos viendo. Si bien el recurso es primitivo, nunca la voz resulta redundante y la sinceridad con que habla le da una cosa casera, muy genuina, como si un amigo estuviese mostrando su video de vacaciones mientras nos cuenta cómo se sentía en esa época.
La escena del baño
Ante el espejo del baño Alcides Bracholetti pide paz.
Sin darse cuenta lleva en la mano una banderita blanca hecha de afeitadora y espuma.
Todo el mundo se ve la cara a diario, piensa… pero yo me cansé más que los otros.
No de verla sino de pensar siempre el mismo tipo de cosas.
De soportarme a mi mismo pensando y pensando.
No puede ser que cada mañana la mire y le diga que trabajamos para vivir, no vivimos para trabajar. Que los videojuegos son una mierda pero que los chicos se tiene que dar cuenta solos…que sería un heroísmo absurdo renunciar y quedarme sin laburo y que otro los siga haciendo en mi lugar. Peor sería que los hicieran en Tailandia.
Pensar una y otra vez lo mismo no es lo agotador, se dice ahora Alcides, el agotamiento es señal de que hay falsedad en el pensamiento. Y luego baja la cabeza preguntándose cuántas veces se ha dicho la misma idea intrascendente.
Después viene todo el tema de que siendo psicólogo debiera ser capaz de salir de esta trampa, que en última instancia es una trampa psicológica…que al menos se podría conseguir un trabajo que no le dañase la autoestima y a partir de eso empezar a cambiar todo.
La hepatitis de Saldivar
Con un pequeño corte en el cuello tapado por una curita, llega a la oficina.
El licenciado me ha encargado que le transmita que por razones de salud el no podrá asistir al congreso de tecnología de Málaga y que debe ir usted en su lugar.
Qué le pasa a Saldivar?
Tienen hepatitis…
Uy!.... A Málaga? Cuándo?
El avión sale esta noche a las 22.55hs vuelo 1137 de Aerolíneas Argentinas y conexión con Spanair desde Madrid a Málaga.
De inmediato vemos a Alcides atendiendo a una conferencia sobre el uso de neuroreceptores, emisores, actividad cerebral, mapeo de emociones.
Uno siente que debiera haber habido una escena de él haciendo las valijas o el típico aterrizaje de avión… Pero la torpeza del montaje la hace más creíble, o más querible.
El conferencista está explicando que con el mismo principio con que algunos programas de computación aprenden la caligrafía del individuo que escribe para reconocerla, se han diseñado programas que aprenden el estilo de juego de cada chico en los videos juegos y pueden trazar perfiles psicológicos. Un psicólogo filipino profesor de conductismo en los Estados Unidos ha experimentado con un casco que detecta las zonas del cerebro en que se registrar la actividad y cruza eso con el tipo de emoción que propone el juego y el tipo de conducta que realiza el chico. Un observador humano difícilmente hubiera podido sacar conclusiones, pero un mapeo estadístico de miles de chicos jugando y jugando horas y horas va mostrando patrones. Las computadoras puestas a analizar estos patrones sacan conclusiones cada vez más sutiles. Es decir, identifican cada vez más emociones diferentes y tendencias de los individuos a repetirlas en cierto orden ante determinados estímulos. La incidencia de factores como el cansancio, la frustración, la sorpresa, la competencia, la colaboración, la felicitación, el premio obtenido por mérito o el premio obtenido por azar. La lista que muestra el conferencista es interminable y no se alcanza a leer todo. Vemos algunos mapeos muy complejos que explican sucesiones de conductas en triunfadores destacados y en perdedores consistentes. Al cierre de la conferencia se sugiere que esta tecnología podría aplicarse a la reducción de accidentes de tránsito, entrenamiento de deportistas y otro tipo de conductas contenidas por algunos parámetros medibles. Hay también unos experimentos con ratas hechos por un famoso Dr. Johnatan Mincez, un precursor del tema, pero se lo muestra casi a modo de homenaje. Vemos la cara de Alcides superpuesta con la imagen de las ratas corriendo en sus laberintos en un simbolismo algo obvio y clásico, pero efectivo.
Siguiente escena (bastante mala) Alcides en su cuarto de hotel, tirado en la cama, mirando el techo. Dura mucho más de lo necesario y termina con un llamado a la secretaria de Saldivar diciendo que se va a tomar algunos de los días de vacaciones que tiene pendientes. La rata escapa.
Se compra una camisa de mangas cortas y amplias con palmeras verdes y violetas y loros amarillos y rojos. Pide un wisky en un bar de la playa y como no le gusta mucho lo lleva en la mano mientras camina. Se mete en un taller mecánico, cuando lo encaran pregunta cuánto cuesta una puesta a punto, trata de sacar otro tema pero no le dan mucha bola y se va. Entra en una casa de mascotas pero la vieja que atiende le dice que en el local está prohibido por ley ingresar con bebidas alcohólicas. Se mete en un Supermercado Sol. En el hall de entrada, antes de trasponer las mesas hay una panadería que tiene un par de mesitas para que el público se siente y tomen algo. Un recurso de marketing para darle buen aroma y ambiente familiar a un lugar típicamente impersonal.
Una de las dos minas que atiende se llama Adriana y es argentina, de La Plata. Habla en perfecto argentino sin una mácula de de andaluz. Alcides se sorprende al saber que vive en España hace 5 años. Ella comenta orgullosa y un poco antipática que no piensa cambiar nunca su forma de hablar.
Alcides vuelve varias veces. Desayuna almuerza y cena allí. En una de esas aparece un tipo que se mete con Adriana. Alcides sospecha que es un ex novio o marido. Ella no quiere ni atenderlo, pero el tipo insiste. En un momento se oye a Adriana decir… sabe lo que publicaron ustedes… “ojala se hubiesen llevado a otro que tuviera al menos dos dedos de frente y pudiera explicar lo que vio!” Estoy de acuerdo búsquense otro… yo no hablo más! Ya se los he dicho!
Alcides se para y se acerca al tipo y el tipo sin mediar palabra se va. Ella ni le agradece su intervención, pero más tarde le dice que su consumición es invitación de la casa.
Al día siguiente la invita a salir. Maquillada y vestida la mina está muy bien y uno se pregunta si la peli se nos va a poner romántica.
Pero no…. Independientemente de que hay algunos diálogos en una cama post sexo, la orientación no es sentimental. Simplemente un setting adecuado para que la mina cuente que tres meses atrás salió en algunos diarios y en tv por decir que había sido llevada a otro planeta por extraterrestres. Le conté a mis amigos , mis vecinos, necesitaba hablar…todos me preguntaban dónde había estado…pero en seguida pagué las consecuencias…Me arruiné la vida. Nunca debiera haber contado nada. Y ahora estoy tratando de que se olviden de mí, pero cada dos o tres días vienen de alguna revista, o entidad de investigación. Son los que realmente están interesados que se enteran tarde y vienen cuando pueden, pero ya no quiero. Me usaron y me abusaron en la prensa local. Nunca debiera haber contado nada. He llegado a creer que estuve loca. Y después peor, que soy idiota. Es cierto que no soy ni intelectual ni periodista y que no tengo una gran facilidad de palabra, pero lo que estos intelectuales y periodistas y parlanchines no se dan cuenta es que no es fácil explicar lo diferente. Y se burlaron de mí hasta por los codos.
(Che, si la vieron comenten... si no sigo contándola salvo que la quieran conseguir para verla, pero hablen)
El director va narrando y comentando en off algunas cosas que ayudan a entender lo que estamos viendo. Si bien el recurso es primitivo, nunca la voz resulta redundante y la sinceridad con que habla le da una cosa casera, muy genuina, como si un amigo estuviese mostrando su video de vacaciones mientras nos cuenta cómo se sentía en esa época.
La escena del baño
Ante el espejo del baño Alcides Bracholetti pide paz.
Sin darse cuenta lleva en la mano una banderita blanca hecha de afeitadora y espuma.
Todo el mundo se ve la cara a diario, piensa… pero yo me cansé más que los otros.
No de verla sino de pensar siempre el mismo tipo de cosas.
De soportarme a mi mismo pensando y pensando.
No puede ser que cada mañana la mire y le diga que trabajamos para vivir, no vivimos para trabajar. Que los videojuegos son una mierda pero que los chicos se tiene que dar cuenta solos…que sería un heroísmo absurdo renunciar y quedarme sin laburo y que otro los siga haciendo en mi lugar. Peor sería que los hicieran en Tailandia.
Pensar una y otra vez lo mismo no es lo agotador, se dice ahora Alcides, el agotamiento es señal de que hay falsedad en el pensamiento. Y luego baja la cabeza preguntándose cuántas veces se ha dicho la misma idea intrascendente.
Después viene todo el tema de que siendo psicólogo debiera ser capaz de salir de esta trampa, que en última instancia es una trampa psicológica…que al menos se podría conseguir un trabajo que no le dañase la autoestima y a partir de eso empezar a cambiar todo.
La hepatitis de Saldivar
Con un pequeño corte en el cuello tapado por una curita, llega a la oficina.
El licenciado me ha encargado que le transmita que por razones de salud el no podrá asistir al congreso de tecnología de Málaga y que debe ir usted en su lugar.
Qué le pasa a Saldivar?
Tienen hepatitis…
Uy!.... A Málaga? Cuándo?
El avión sale esta noche a las 22.55hs vuelo 1137 de Aerolíneas Argentinas y conexión con Spanair desde Madrid a Málaga.
De inmediato vemos a Alcides atendiendo a una conferencia sobre el uso de neuroreceptores, emisores, actividad cerebral, mapeo de emociones.
Uno siente que debiera haber habido una escena de él haciendo las valijas o el típico aterrizaje de avión… Pero la torpeza del montaje la hace más creíble, o más querible.
El conferencista está explicando que con el mismo principio con que algunos programas de computación aprenden la caligrafía del individuo que escribe para reconocerla, se han diseñado programas que aprenden el estilo de juego de cada chico en los videos juegos y pueden trazar perfiles psicológicos. Un psicólogo filipino profesor de conductismo en los Estados Unidos ha experimentado con un casco que detecta las zonas del cerebro en que se registrar la actividad y cruza eso con el tipo de emoción que propone el juego y el tipo de conducta que realiza el chico. Un observador humano difícilmente hubiera podido sacar conclusiones, pero un mapeo estadístico de miles de chicos jugando y jugando horas y horas va mostrando patrones. Las computadoras puestas a analizar estos patrones sacan conclusiones cada vez más sutiles. Es decir, identifican cada vez más emociones diferentes y tendencias de los individuos a repetirlas en cierto orden ante determinados estímulos. La incidencia de factores como el cansancio, la frustración, la sorpresa, la competencia, la colaboración, la felicitación, el premio obtenido por mérito o el premio obtenido por azar. La lista que muestra el conferencista es interminable y no se alcanza a leer todo. Vemos algunos mapeos muy complejos que explican sucesiones de conductas en triunfadores destacados y en perdedores consistentes. Al cierre de la conferencia se sugiere que esta tecnología podría aplicarse a la reducción de accidentes de tránsito, entrenamiento de deportistas y otro tipo de conductas contenidas por algunos parámetros medibles. Hay también unos experimentos con ratas hechos por un famoso Dr. Johnatan Mincez, un precursor del tema, pero se lo muestra casi a modo de homenaje. Vemos la cara de Alcides superpuesta con la imagen de las ratas corriendo en sus laberintos en un simbolismo algo obvio y clásico, pero efectivo.
Siguiente escena (bastante mala) Alcides en su cuarto de hotel, tirado en la cama, mirando el techo. Dura mucho más de lo necesario y termina con un llamado a la secretaria de Saldivar diciendo que se va a tomar algunos de los días de vacaciones que tiene pendientes. La rata escapa.
Se compra una camisa de mangas cortas y amplias con palmeras verdes y violetas y loros amarillos y rojos. Pide un wisky en un bar de la playa y como no le gusta mucho lo lleva en la mano mientras camina. Se mete en un taller mecánico, cuando lo encaran pregunta cuánto cuesta una puesta a punto, trata de sacar otro tema pero no le dan mucha bola y se va. Entra en una casa de mascotas pero la vieja que atiende le dice que en el local está prohibido por ley ingresar con bebidas alcohólicas. Se mete en un Supermercado Sol. En el hall de entrada, antes de trasponer las mesas hay una panadería que tiene un par de mesitas para que el público se siente y tomen algo. Un recurso de marketing para darle buen aroma y ambiente familiar a un lugar típicamente impersonal.
Una de las dos minas que atiende se llama Adriana y es argentina, de La Plata. Habla en perfecto argentino sin una mácula de de andaluz. Alcides se sorprende al saber que vive en España hace 5 años. Ella comenta orgullosa y un poco antipática que no piensa cambiar nunca su forma de hablar.
Alcides vuelve varias veces. Desayuna almuerza y cena allí. En una de esas aparece un tipo que se mete con Adriana. Alcides sospecha que es un ex novio o marido. Ella no quiere ni atenderlo, pero el tipo insiste. En un momento se oye a Adriana decir… sabe lo que publicaron ustedes… “ojala se hubiesen llevado a otro que tuviera al menos dos dedos de frente y pudiera explicar lo que vio!” Estoy de acuerdo búsquense otro… yo no hablo más! Ya se los he dicho!
Alcides se para y se acerca al tipo y el tipo sin mediar palabra se va. Ella ni le agradece su intervención, pero más tarde le dice que su consumición es invitación de la casa.
Al día siguiente la invita a salir. Maquillada y vestida la mina está muy bien y uno se pregunta si la peli se nos va a poner romántica.
Pero no…. Independientemente de que hay algunos diálogos en una cama post sexo, la orientación no es sentimental. Simplemente un setting adecuado para que la mina cuente que tres meses atrás salió en algunos diarios y en tv por decir que había sido llevada a otro planeta por extraterrestres. Le conté a mis amigos , mis vecinos, necesitaba hablar…todos me preguntaban dónde había estado…pero en seguida pagué las consecuencias…Me arruiné la vida. Nunca debiera haber contado nada. Y ahora estoy tratando de que se olviden de mí, pero cada dos o tres días vienen de alguna revista, o entidad de investigación. Son los que realmente están interesados que se enteran tarde y vienen cuando pueden, pero ya no quiero. Me usaron y me abusaron en la prensa local. Nunca debiera haber contado nada. He llegado a creer que estuve loca. Y después peor, que soy idiota. Es cierto que no soy ni intelectual ni periodista y que no tengo una gran facilidad de palabra, pero lo que estos intelectuales y periodistas y parlanchines no se dan cuenta es que no es fácil explicar lo diferente. Y se burlaron de mí hasta por los codos.
(Che, si la vieron comenten... si no sigo contándola salvo que la quieran conseguir para verla, pero hablen)
posted by Boy at 3:44 AM
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