Sunday, April 27, 2008

Esto

Vuelvo a casa de noche.
Debiera estar cansado, como las calles solitarias, pero estoy lleno de espacio.
Siento en las manos el placer del volante, duro y dócil.
Y bajo el pie la viril sensibilidad del acelerador y su respuesta.
Me llaman la atención dos cosas: no tengo apuro y gozo cada curva, cada recta, cada semáforo rojo y cada acelerada.
Viajo en una indiferencia enamorada.
Y, con esa seriedad con que suelo reírme solo, pienso que es el hijo que viene el que me ha preñado de energía.
Amo a un desconocido.
Amo y soy poderoso por un tipo del que no hay mucha información.
Pienso que estará hecho de lo mismo que Mateo y que Simón y debe tener algo del resto de las gentes que andan por ahí. Hecho de una fuerza abstracta que viene como lava, rodando incandescente cuesta abajo por el tiempo.
De un magma que luego inventará sus formas y elegirá su color propio al afirmarse.
De una luz que hará sombras y reflejos, a su modo, cuando toque. Una voz que tendrá ecos y sentidos a los que otros prestarán, alguna vez, oídos.
Por ahora es inasible cosa abstracta, y me pone tan optimista y hueco como el aire del camino dándome las infinitas formas del vacío.
Pues bien. Si alguna vez hay que rezar, si se trata de hablarle a eso, estoy dispuesto…
Que le encuentro sentido a la vida, al estar quieto, junto a esta lava, hablándole de
esto. Nomás que esto.

Saturday, April 26, 2008

Garfios

Entre la palabra y el objeto que nombra hay una conexión de la que nadie se hace cargo.
Ni siquiera el Estado o la Iglesia.
Puedo adherir a la irresponsabilidad de la masa y lavarme las manos. Con la primera palabra que aparece sobre este papel, no tengo parentesco.
Pero cuando armo una frase… Ahí todos me miran. La particular constelación que une esas palabras, hasta entonces sueltas y públicas, me incrimina.
En un hecho misterioso la palabra pública se hace privada, particular, personal y viva. Por menos magia que esa inventaron los papas la palabra transubstanciación.
Quedo en la telaraña que tejo. Estaré allí cuando caiga un lector desprevenido.
Ver como se animan las piezas inertes es enterarme de que hay vida antes de la muerte. Lo sintió, seguramente, un hombre como yo, en una caverna, cuando pintó su mano sobre la piedra.

Puedo elegir palabras, como estrellas en el firmamento, y unirlas con mi tanza de renglón. Maravillarme al ver las formas que ilumino. Y saber, como ya supo Platón, que allí estaban, siendo siempre lo que son.
Puedo escribir poemas, cuyos sonido caiga como una hoja de otoño en el silencio y no se vuelva a repetir.
Puedo tocar, con las palabras, cosas lejanas y desconocidas.
Puedo desatender lo que no nombren.
Sí, podría hasta huir.

Friday, April 18, 2008

Humo, emociones, negocios.

¿Para que sirve este humo?
Varios millones de personas experimentan lo mismo al mismo tiempo.
¿Cómo afecta eso a nuestras creencias, valores y conducta? ¿Qué aporta un fenómeno tan inusual a ese patrimonio intangible llamado cultura? ¿Qué hace con la idea que tenemos de nuestra libertad para gozar de un medioambiente sano, de el rol del hombre en el planeta, de nuestros roles como empresarios?

No es fácil escapar del humo por que está en todos lados. Si cinco millones de personas intentaran dejar la ciudad presenciaríamos el mayor caos de nuestra historia. Cuando en EEUU varias ciudades del Sur debieron ser evacuadas por una alerta meteorológica el sistema colapsó, se agotó el combustible, las rutas estuvieron tapadas de autos inmóviles o a paso de hombre. En Buenos Aires el transporte no daría abasto.
Y de todas maneras… ¿A dónde irían? ¿Qué pasaría con los enfermos? ¿Cómo se resolvería la logística de albergar y alimentar millones de personas fuera de su domicilio habitual? ¿Qué grado de gobernabilidad tendría una población sacada de sus recursos habituales?
La persistencia del humo hace que dediquemos a pensar en el tema más tiempo que de costumbre. Como ocurre con el susto y los pensamientos de muerte que nos sobrecogen cuando nos enfermamos, este es un momento en que el humo paradójicamente nos hace ver más clara la posibilidad de problemas ambientales graves provocados por el Hombre.
¿Cuál es el rol del sector privado en un mundo donde estos riesgos aumentan día a día con el crecimiento de la población y con la capacidad de la industria y la tecnología de modificar la realidad? Durante siglos el sector privado ha tenido como objetivo la rentabilidad. Lo cual es bueno: al ganar dinero beneficia a sus clientes, proveedores y al Estado. El poder del sector privado ha crecido con la tecnología y hoy en día es el factor de mayor creación de valor y por consecuencia, de mayor impacto en el medio. Pero hoy, en estas dimensiones, ya no es lógico que limite su meta a la rentabilidad. El niño ha crecido, se ha puesto grande y fuerte y las consecuencias de sus actos pueden ser graves. Ya no puede buscar sólo su satisfacción. Debe hacerse responsable. Y hasta debe tener un rol de liderazgo en el cuidado del mundo. Pero la transición es difícil. No resulta sencillo servir a dos señores: la rentabilidad y el bien común. Dado que la competencia eliminará del mercado al que se rezague en eficiencia como las pirañas se comen a las últimas vacas en cruzar el río, la prioridad será la rentabilidad hasta que cambien las reglas del juego. La responsabilidad social empresaria es todavía apenas un barniz. Ante una crisis las empresas anteponen aún la supervivencia de la rentabilidad sobre lo socio ambiental. Y con las reglas de juego actuales parece justo: La caridad empieza por casa.
Este humo será pasajero. Pero puede dejarnos algunos pensamientos. Lo importante es que elaboremos ideas constructivas y políticamente atractivas. El uso que hizo EEUU de la caída de las torres gemelas transformando un hecho impactante en una excusa para la guerra y la justificación de la tortura es un ejemplo de lo que el sector privado debe evitar. El susto y el pánico llevan a conductas atolondradas.

Tal como señala Marshall Rosemberg, especialista en formación de líderes para la prevención del conflicto, uno de los desafíos para tomar decisiones racionales entre personas que comparten una situación de riesgo, es evitar una racionalidad de víctima-culpable y respuestas de juicio y castigo. Y conectarse en cambio con la responsabilidad de generar nuevas estrategias que respondan más eficazmente a las necesidades básicas que subyacen los temores: protección, cuidado, seguridad.

Tener advertencias de que las cosas pueden ocurrir, como este inocente humo, es una suerte. La pregunta es si el empresariado y los ejecutivos del mundo estamos demasiado atrapados en un sistema que no podemos reinventar nuestro rol. Si eses es el caso, nada mejor que estas advertencias suaves para que empecemos a encarar el cambio. Si a los actuales nos cuesta cambiar, que sean las nuevas generaciones las que tomen la posta y corran en una dirección innovadora. Que deje de sonar a utopía imaginar a la UIA colaborando con el gobierno en busca de un plan de reducción de emisiones y leyes que graven a combustibles contaminantes a la vez que desgravan a las energías limpias. Que el MERCOSUR ayude a los países a comprometerse y controlarse…etc. etc.
Esta puede ser una oportunidad de cambio. La clave es entender bien las señales de humo y encausarlas.

Wednesday, April 16, 2008

¿existe una solución win-win para el conflicto del campo?

Por Francisco Ingouville para Materia BIZ



El conflicto del campo abundó en agresiones entre dos posiciones, en apariencia, irreconciliables. Veamos algunos consejos de la escuela de negociación de Harvard para comprender el conflicto y, quizá, hasta encontrar un camino hacia la solución...…

Para leerla haga click en el siguiente link:
http://www.materiabiz.com/mbz/empresaysociedad/nota.vsp?tok=1208329989156&nid=35620

Wednesday, April 09, 2008

Foto movida de reloj parado

Parte de mi te está esperando mañana en una de esas esquinas por las que a veces pasás.
La otra parte se arrepiente de haberse servido dos veces pastel lleno de cerdo.
Y otras partes están regadas irregularmente por dimensiones que no se presentan al ojo.

La anatomía me describe como un ser orgánico completo, pero la poesía y el psicoanálisis me muestran víctima del limpiaparabrisas, yendo de acasssss para allasssss.

La pregunta es si por primera vez puedo atravesar, entre mis organos dispersos, la frontera de mi inaccesibilidad.
Como un fugitvo del alambre de púas...
como un disparo en la noche
como un eructito tierno
como la luz de la luna

Se puede?

Aún en este estado que no tiene ni ceros ni unos?
se puede coger?
Se puede engañar al universo y salirse uno con la suya...
Cogerse una estrella y que todeo siga igual... ?
y que yo nunca le cuente a nadie que lo logré?

De vez en cuando sería bueno saludar a los vecinos para que vean que no soy tan raro.
Y al final de estos poemas podría poner mi cuit por si me lee algún inspector de la Afip.... hay que ponerse en los zapatos de los fariseos.

Y si esta fuera la última frase antes de morir, cuantas veces la releerías en busca de sentido.
Cuantas veces te tirarías por esa montaña rusa que te conduce al ombligo y a las constelaciones...
Te podés ir... ya lo sabías.
Pero a veces es mejor decirte lo que ya sabías... para hacer juego con el color de la alfombra.

Cuando se vayan todos los mozos con las copas sucias y queden dos o tres borrachos sin vasos tendremos que recorrer los salones a ver si alguien se dejó por error alguna pregunta nueva.
Hace días que no pasan del consorcio a fumigar para que no se acumulen las curvas de los codos en los rincones. En mis tiempos esto no ocurría. Pero estos son tiempos de otros.

Ya ni le encuentro sentido a los zapatos.