Monday, November 21, 2011

El vaso de agua

- ¿Tu viejo estuvo?- Preguntó María
- Si, pero no le gusta hablar.- Contestó Patrick.

Se acaban de encontrar. No se conocían. Patrick está investigando el episodio en que tanto su padre como la madre de María se vieron involucrados hace unos (o dentro de unos) años.

- Si… Mi madre se deprimió, cuando volvió.
- ¿Pero contó cosas?
- Si, habló muchísimo al principio. Creo que fue hablando que buscó una salida, pero se fue deprimiendo y al final dejó de hablar.
- ¿O sea que vos sabés cómo fue? No te puedo creer.
- Bueno... sé lo que cuenta ella.
- ¿Sabés cuántos fueron?
- Según mi vieja, once.
- Once! ¿Y dónde están?
- No… eso no sé. Creo que algunos murieron. Uno se suicidó, que era medio amigo de la vieja.
- ¿Pero vos no intentaste conocer algún otro?
- ¿Suena raro? Claro para vos es una curiosidad enorme, para mí la parte más dolorosa de la historia familiar. Ya otra vez me preguntaron lo mismo. La comparación es horrible, pero ¿si tu viejo hubiese tenido cáncer y lo hubieses visto sufrir y abandonarte, querrías salir a buscar otros enfermos para ver cómo les va?
- Si, claro, pero… pero yo recuerdo cuando la sola idea de un viaje en el tiempo era lo más interesante de la ciencia ficción. Digamos, yo era chico y la vida extraterrestre, la inmortalidad y viajar en el tiempo eran las tres ideas que más interés suscitaban. Nunca podría haberme imaginado que una vez logrado perdería tanto interés…
- Si, te entiendo. Es que un milagro deja de ser milagro cuando ocurre. Porque la definición de un milagro es algo que no ocurre. Cuando padecés por años la obsesión y la depresión de tu madre, el viaje… no te voy a decir que pasa a ser trivial, pero es parte de la vida.
- Mirá vos… me has hecho pensarlo desde otro ángulo. Que un bebe nazca a los nueve meses de hacer el amor, es sin duda una cosa tan milagrosa como ir al futuro, pero nos acostumbramos a aceptarla por que el tipo está ahí todos los días, llorando, pidiendo mamadera y necesitando que le cambies los pañales…
- Ja! Si es comparable. Solo que más alegre. Yo perdí a mi vieja en ese portal y tenía doce años. Lo que volvió nunca fue lo mismo.
- Ah! Contame: ¿ella habló del portal? ¿Vos sabés cómo fue? ¿Puede volver a ocurrir?
- Habló muy poco de eso. A ella la obsesionó el idioma. Bah, lo que ella llama el idioma. El no entender nada.
- Pero… ¿evolucionó tanto en doscientos y pico años el idioma? ¿O es que cayó en otro país? ¿Ella coincide en que fueron doscientos y pico hacia el futuro?
- Mirá, si bien mi vieja era científica, es como si hubiera dejado de serlo. Paró de importarle ese camino. Los detalles… no sé… es como que el tiempo dejó de existir par ella como lo vemos nosotros. Pero me parece que ella cree que no, que no va a volver a ocurrir. Que no se puede. ¿Te imaginás lo que debe sentir…?
- No puedo. Mi curiosidad me domina. Yo lo viví más de lejos. Mis viejos estaban separados y yo vivía con mi madre. Me impactó menos desde lo personal y emocional.
- ¿Y qué supiste vos?
- Bueno, yo lo hablé mucho con mi terapeuta… la idea que fui construyendo es que a mi viejo, ver el futuro le hizo perder todo interés por el presente. Es como leer el final de una novela y saber quién es el asesino. Nada que ocurra te resulta tan interesante por que sabés cómo va a terminar la cosa. Hay gente que cuando ve un partido de futbol en diferido prefiere no saber el resultado para no perder interés. A mi viejo, saber el resultado lo mató. A él le hubiese convenido viajar para atrás.
- Increíble… que reacciones diferentes…
- ¿A tu madre no le pasa eso?
- No. El drama de mi vieja es que no pudo comunicarse. Digamos, habló con algunos que sabían hablar como nosotros, pero paradójicamente eso le sirvió para darse cuenta de que había otra forma a la que nunca tuvo acceso.
- ¿Otro idioma?
- No. O sí, si, talvez podría llamarse idioma. ¿Vos visite cómo hace unos años empezó a haber cada vez más gente que vivía pendiente de su celular, su Facebook, su twiter y los demás los cargaban…? Viste cómo se comentaba que para cualquier dato recurrían al Google, la Wikipedia…
- Si, jaja, me había olvidado de algunos de esos nombres… ya es como si pertenecieran a la prehistoria, y no hace tanto…!
- Claro, porque fuimos evolucionando… Pero la evolución, según mi vieja, pegó un salto exponencial cuando conectaron lo electrónico con las terminales nerviosas y fabricaron el “you on line”.
- Mierda!
- Tu viejo te contó algo?
- No pero la idea abre un universo…
- Claro.
- Dejaron de hablar!!
- Si.
- ¿¿Que hacen??
- Patean.
- ¿Cómo “patean”?
- Patty Kim fue una (o mejor digo será una) coreana norteamericana que murió haciendo esta especie de telepatía electrónica. No se sabe muy bien porque no contó el cuento, pero se transformó en un ícono de la revolución. Y de su nombre Patty y quizás también por Tele "patí" a, se adoptó en la jerga la palabra “patting” que en castellano pasó a ser “patear”.
- Pero ¿no se sabe por qué murió?
- Bueno, saberse no, pero como dice mi vieja, nadie nunca sabe nada de nada. Hay que conformarse con las creencias, con lo que somos capaces de entender de lo que otros son capaces de decir de lo que fueron capaces de entender.
- Mierda, mierda, mierda! ¡Contame más!! ¿Cómo explican su muerte?
- Bueno, aparentemente algunos dicen que creyó que comía, que viajaba, que vivía porque hacía todo pateando, es decir estando en “you on line”, y el chiste de humor negro es que pateó el balde, estiró la pata. Pero también se dice que la mina era drogadicta, bulímica, autodestructiva… de todo. O sea, no se puede creer mucho de una leyenda... creo que nadie más se murió por patear. Es más la cosa evolucionó cada vez más, la adoptaron millones de personas para su propio beneficio, aprendieron a hacerlo cada vez mejor, desarrollaron tecnología alrededor de esta práctica y la explosión tecnológica y de hábitos en una población con más gente en internet que sin ella fue una bola de nieve. El crecimeiento fue tan rápido que una generación ya no entendía lo que hacía la siguiente y es el motivo por el cual mi vieja no pudo entrar.
- ¿Entrar?
- Bueno , mi vieja lo llama "entrar"... No pudo acceder al idioma, al sistema. Ella llegó en un tiempo en que desde chicos, desde bebes se preparaba a la gente a integrarse. En vez de ir al colegio los conectaban de bebes. En vez de aprender a hablar aprendían a funcionar en red. Y ella llegó de grande. Su sistema neurológico era el de un animal, como el tuyo o el mío.
- ¿Los enchufaban de bebes? ¿A qué los enchufaban?
- No sé. Mi vieja sabe más que yo pero dice que no sabe bien.
- Pero, por ejemplo, ¿no hay mas colegios, universidades? ¿No se aprende matemáticas?
- Ja, lo de matemáticas justo es algo que hemos hablado bastante… Agarrate: no existen más los números.
- No existen más los números…
- No. La vieja dice que eran muy imprecisos y se volvieron innecesarios.
- Me estás por matar, pero dale, estoy listo…
- Claro, no es muy raro una vez que te lo explican. Si yo te digo tengo veinte vacas vos te tenés que imaginar las veinte. Si yo te transfiero la idea completa de las veinte vacas que yo tengo, exactamente como es, no necesitás de la abstracción del número. Estás en poder de la idea perfecta. El número no le aporta nada. Si yo te digo que mi casa mide cien metros cuadrados no te estoy informando mejor que si tenés acceso a la información infinita de lo que es mi casa.
- ¿Y cómo hacés para darme información infinita? ¿Cómo hago yo para digerir tanto? ¿No prefiero la simplificación de un número para comunicarme más rápido?
- Buscadores…
- ¿Buscadores?
- Lo que hoy conocemos como buscadores evolucionaron mucho y se combinaron con mentes biológicas lo que les dio mucho más celeridad. Imaginate que todo lo que se sabe de mi casa, lo que saben los que la construyeron, la información que está en los planos, las vivencias de los que la habitan, los detalles físicos y químicos de cada baldosa, caño, lámpara están en algún lado y vos tenés acceso con sólo sentir curiosidad.
- ¿Pero el arquitecto está en red? ¿Deja que te metas en su mente?
- Si. Puede resistirse, teóricamente, pero nadie lo hace. Se le entra a su mente por un nivel de conciencia que no interfiere en su vida. Pensá que todo está asistido por un nivel de computadoras que han evolucionado mucho y que trabajan asociadas con todos los cerebros humanos del planeta. Si un tema del que yo soy experta se pone de moda y todos quieren entrar a sacar info de mi cabeza yo no me saturo. No se obstruye el normal funcionamiento de mi mente por que hay sistemas de apoyo y reemplazo No me resulta difícil pensar en lo mío ya que casi sin darme cuenta entro a pensar con las mentes de otros. Mi mente está acostumbrada a pensar en equipo y si bien cuenta con un centro volitivo, pued pedir prestadas neuronas e información a infinitos otros cererbros, al mayoría de los cuales estarán durmiendo, en otros países.
- Esto supera todo lo que yo quería saber. No se si cabe decirte gracias.
- Patrick… ¿notaste que grité cuando llamaste por teléfono?
- ¿Gritaste?
- Sí, grité: “Mamá!”
- No me acuerdo….
- Claro, es típico que cuando uno llama a alguna casa el que atiende grite para llamar al destinatario del llamado.
- Sí, supongo…
- Pero en este caso no fue así. El grito fue medio… fue pánico. Fue “Mamaaaaaaá!”. Y además, vos no habías preguntado por ella y además mi mamá no estaba y además yo sabía quién eras.
- No claro, yo pregunté por vos porque, Mercedes, que me habló de tu vieja, me dijo que convenía primero hablar con vos. Me explicó que tu vieja serguram,ente no estaría en condiciones…
- Yo ya sabía quien eras.
- ¿Te llamó Mercedes?
- No.
- ¿Qué sabías de mí?
- Agarrate:…
- ¡Ja, voy a negar todo! ¿Quién te habló de mí?
- ¿No se te ocurre?
- No sé… puede ser mi primo que fue al colegio con…
- No, Patrick… Mi vieja.
- ¿Tu vieja?
- Mh.
- Mierda!
- Mh.
- Pero yo no puedo haber estado vivo doscientos años después! Claro, puede haber investigado el pasado… ¿Qué averiguó? ¿Qué te dijo? No me digas!! No me mires así… mierda, mierda, mierda, ¿qué te dijo? Mierda! Es amor?
- Mh.
- Mierda…
- Te voy a traer un vaso de agua.
- Mierda…
- No te me mueras que esto recién empieza.

Saturday, November 19, 2011

Efervescencia de jirafa

- Me duele acá- dijo una voz
Pero no había nadie.
- A mi me pasa lo mismo- tipeó el escritor en una hoja totalmente blanca que asomaba de su Underwood como una mañana amenazante.
Se paró, fue hasta el espejo del baño y le dijo: "Siento la fuerza de una idea pero no la veo, no la entiendo, no tiene forma, no puedo escribirla. Estoy inspirado como un calamar sin tinta."
El espejo optó por no contestar.
- No quiero escribir. Pero estoy haciendo un experimento. Quiero ver qué pasa cuando escribo sin querer.
El espejo le contestó con un poco de impaciencia contenida- Lo del calamar es un fuego artificial, una impostación, poesía barata, letra de canción. En última instancia una burda mentira. - dijo
- Puede ser... pero si vamos a ponernos exigentes mucho más absurdo es hablar con el espejo. Es un burdo recurso fílmico. Es hacerse el loco. -
Volvió y se sentó frente a la máquina. Escribió al azar con los ojos cerrados, golpeando cualquier tecla.
El resultado fue insatisfactorio. Otro burdo recurso.Pensó que tipear sin mirar era demasiado irracional, pero que en el fondo lo que estaba buscando era innovar. salirse del camino habitual. ¿Qué ideas lejanas podía conectar para que lo que escribiera no obedeciese al paradigma lógico habitual y explorara así un mundo nuevo?
Se paró de nuevo y fue hasta el espejo pero esta vez no le habló. Lo miró a los ojos y sintió un poco de pena. La mirada era interesante, pero con la belleza romántica de la búsqueda. Y ahora la búsqueda le parecía una señal de debilidad, una adicción, una inmadurez. Volvió a la Underground.
"Incompleto: Se empieza por ser parcial y nececitado. Cuando se dan cuenta te piden algo a cambio de alguna limosna que te complete un poco."
- Si te acostumbrás a eso te pasás la vida laburando para los demás.- dijo la voz.
Ya me puedo ir a dormir, pensó el bombero.
- ¿Cómo Bombero? ¿No eras escritor?- dijo la voz
Siempre quise ser bombero.

Tuesday, November 15, 2011

¡En la pared!

Hay un punto de vista intermedio.
Se llega a él cuando los albañiles se enteran de que llevás medio millón de dólares en el maletín y deciden golpearte fuerte con el martillo en la cabeza a fin de que dejes de estar vivo y no te opongas a que ellos elijan el destino de esos dólares.
Para que no se sepa ellos colocan tu cuerpo contra la pared de ladrillos y le agregan mucho cemento y más ladrillos mientras uno de ellos dice emperador emparedado.
desde la nueva posición, cuando el desmayo por los golpes pasa, y antes de que la falta de oxígeno te provoque la muerte, viendo muy de cerca los propios párpados adquirís esa nueva perspectiva y te parece todo bien. que se gasten la plata. yo estoy en otra cosa. son puntos de vista.

record guiness

Nunca quise publicar dos veces seguidas en el mismo río. Y no es por miedo a aplastar una trucha inocente sino porque sospecho que la capacidad de lectura de los extras que pone el destino en esta película es limitada y decreciente.
Dios te da el pan al dente... agarralo y corré porque si Dios existe la cuenta va a ser carísima y allí viene el diablo que con frack y con galera se la cobra a cualquiera.
Huir es un estilo de vida que puede pasar inadvertido a otros que se mueven a la misma velocidad y en la misma dirección. Es más: (esos) suelen mandar a los hijos al mismo colegio y hacer otras cosas inconfesables que después te cuento.
Yo soy peor.
A nadie le importa, afortunadamente.
El portero de una oficina que a pesar de ser una persona anónima se dio cuenta de que yo pensaba que era peor me preguntó peor que quién y yo le respondí con la actitud del que da una propina: pero que vos, cosita. Sé que existe la vida después de la muerte por que ni aún muerto voy a olvidar que dije eso.
Me ofrecieron trabajo en un circo pero debía compartir camarín con el marido de la mujer barbuda y no acepté. El trabajo era sencillo debía hacerme el muerto mientras el presentador se sacaba la galera, dejaba caer el látigo y gritaba "el único muerto que respira, pasen y vean, comprando dos entradas pueden tocarlo". La paga era buena, los beneficios excelentes, los compañeros de trabajo macanudos, pero qué queres que te diga, a esa altura yo ya no me veía respirando toda la función para darle el gusto al público. Opté por pudrirme.

reviendo el tercer ojo.

si a esta altura estas todavía leyendo este blog no te merecés ni mayúsculas que son en última instancia una señal de respeto y buenas costumbres a la antigua. si has sobrevivido es porque algo en tus genes que descienden del big bang eleigió entre la poesía y el microondas y optó por el café instantáneo.
y si estas todavía aca es que sos más cucarcha que bomba atómica. ganaste. te llevás unas dobleves de premio: wwwwwww ww w ww .
y además, te llevás la posibilidad de espiar las olas que llegan después del tsunami. los remesones del temblor. los suspiros del orgasmo. las cuotas de la licuadora. la basura del corso. la resaca de esas cuatro o cinco botellas demás.
aca hubo un cuento sobre un escultor cubano (hay quienes dicen que era ecuatoriano) que perdió un ojo. y esas pérdidas no son gratis. viene alguien y cuenta y después, viene el ridículo autor a decir que siguió pensando. (aca estoy, el autor soy yo. dispuesto afirmar el primer autógrafo de mi vida a quien ose pedir, ostia puta)
y en qué se puede haber quedado pensando el autor?
pues en sus padres, que eran dos, como los ojos de la gente normal.
y en sus manos y en sus piernas y en lo bueno y lo malo y en frío y caliente, y en fresco y batata, y en la azul y blanca, y en el gordo y el flaco y en caliente y frío, en pelopincho y cachirula, en ida y vuelta, en ella y yo, en perón y evita, en la guerra y la paz, en abierto o cerrado, y en sí o no .
toda una vida binaria.
toda una lluvia, llendo al cine en que el limpiaparbrizas iba y venía, blanco y negro, entrar y salir, te gustó o no te gustó, vivo o muerto, wash and wear.
y toda una adolescencia en te gusta o no te gusta, viene o no viene, te la cogiste o no te la cogiste, está embarazada o no está un carajo festejemos, se casan o no se casan quien paga la fiesta.
si fuera mas jóven me pondría a hacer el sudoku de cómo se diseña la motosierra que corte la dualidad para siempre y deje que el infinio nos nuble y libere los infinitos ojos.
por mucho que uno respete a mama y papa hay que sacarlos del camino para ver un poco más.
está permitido odiarlos siempre y cuando uno odie generosamente a mucho mas que dos de los árboles que nos nos dejaron multiplicar las visiones de lo que soy. soy mucho más de lo que ellos vieron y de lo que me dejaron ver. tengo que hacer malabares con mis pobres dos ojitos para que vean desde todos los ángulos, y finalmente quizas acepten que el infinito es insuficente (fue hermoso mientras duró, no sos vos soy yo, te llamo en un par de años).
un buen escritor no explica su obra, pero yo soy el otro asique a ver si me entienden dos putos puntos estamos cagados.

Monday, November 14, 2011

Me hice

Me hice el boludo lo mejor que pude.
Me daba lo mismo y solo quería que me dejaran en paz.
No quería ni el esfuerzo de sonreir ante la adulación.
Me ponía las corbatas más viejas, comía en boliches de segunda, decía que si a lo que dijeran, hablaba del tiempo, del calor sobre todo, y repetía "qué va hacer" en lugar de proponer soluciones. No miraba a las minas por bien que estuvieran, llegaba sólo un poquito tarde a todos lados. Trataba de imitar a los boludos que había conocido a lo largo de mi vida, un rato a cada uno.
Pero nadie se dio cuenta del cambio.
No me dieron la espalda con desdén.
No me abandonaron los amigos ni dejaron de darme tarea los directivos.
Las mujeres, algunas (vale aclarar), se me acercaron un poco más descaradamente. Y me hice el boludo.
Una de ellas que es directora de la empresa me ofreció con indirectas un puesto por el que hasta hace poco hubiese matado. Pero en tren de hacerme el boludo lo dejé pasar. Y el presidente se debe haber enteradeo porque al dia siguiente me saludó en el ascensor, por primera vez en la vida. Me hice, allí con él, en el ascensor, el boludo, tanto, que ni le respondí el saludo... y me bajé en el piso equivocado.
Por supuesto, se corrió la bola. Obviamente, porque el ascensor estaba lleno. Y para el tiempo que llegué, por la escalera, a mi sección, me esperaban mirándome. No tuve otra que hacerme el boludo. Todos sabían que en el ascensor me había hecho el boludo. Y nada, nada que hubiese hecho antes en mi vida me había ganado tanto el respeto de mis pares. Y hasta de algunos superiores. Y de la secretaria que anda con Giacometti. La que andaba con Carlos Granja, antes.
Para hacerse bien el boludo hay que poner la lengua, adentro de la boca, en una posición medio rara, como un poco más ancha y aplastada contra los dientes, medio resignada y tensa. Nunca dispuesta a la frase rápida. Eso no es de boludo. La ironía y el sarcasmo no pueden vivir sin velocidad oportuna. El boludo prescinde del tiempo. Sabe que no puede ganar.
Y a medida que la lengua se apoltrona contra los dientes, a los ojos les pasa algo parecido, pierden esa viveza saltarina, la precisión que requiere el contexto, y sin mucha dilación, ojos y lengua contagian al pensamiento: ya no hay nada que perder.
Como una ballena moribunda, la lengua, y como piedras de casulaidad, los ojos, fabrican un pensamiento pedestre, podólogo, pediatra, pseudópodo, pedícuro, grave.
Entender eso me ayudó a hacerme el boludo.
Y empecé a recibir abrazos. Antes de subirme al taxi, al llegar algún cumpleaños, con la partida de un compañero que cambiaba de laburo, al volver de vacaciones, el día del despachante de aduana, después de escuchar por un rato a mi jefe quejarse de su mujer... y en otras ocaciones que no recuerdo porque no estaba prestando atención a los acontecimientos previos.
Si no estás muy concentrado en lo que le pasa al otro, el abrazo es una cosa abrúptamente física, una presión inoportuna, desmedida, invasiva, ilegal, entrometida, injustificada, con adjetivos por todos lados parados como pelos de loco.
No te queda otra que hacerte el boludo.
Admitamos que hacerse el boludo es más fácil que no hacerse el boludo.
Es difícil entender por qué tan poca gente se hace.
En comité ampliado me encontré con uno que obviamente se estaba haciendo. Por un instante me aterró la idea de que me iba a reconocer y desenmascararme. Acá se acaba todo pensé con terror. Tuve súbita conciencia del enorme valor de mi boludez en el momento que sopspeché que me sería arrancada por la fuerza y quemada en público.
Pero el otro, torpemente y sin disimulo se hizo el boludo, y yo, aunque podría haberlo delatado, o podría haberle agradecido, me hice el boludo.

Saturday, November 05, 2011

El tercero ojo.

Un escultor cubano llamado Pedro Juarez perdió un ojo por una infección.
El experimentado médico que le hizo el transplante no quiso arriesgarse a tener que repetir la dificil operación en caso de rechazo y le colocó los dos ojos del donante para que hubiera más probabilidades de que, al menos uno, prendiese. Y prendieron los dos.
Al poco tiempo los tres estaban funcionando perfectamente y la mente de Juarez se vio invadida por un punto de vista adicional. Su compleja perspectiva desplegaba día a dia posibilidades insospechadas que obligaban aceptar una nueva visión de la vida.
- Cuando cualquier persona ve una foto entendie la profundidad, sin necesidad de que se la muestren en 3D - dijo Juarez- pero en cuanto te la muestran en 3D te das cuenta de que había algo que te estaba faltando. Con el tercer ojo ocurre lo mismo. Hasta que no lo tenés no lo necesitás ni podés imaginarlo.
Juarez se veia ver. Y se veía verse ver. Tardaba más en tomar el desayuno, aunque comía menos. Hacía más pausas entre las palabras, al hablar. Dejaba de respirar cuando se miraba al espejo. Tocaba la gata con las dos manos y en vez de acariciarla la atrapaba como una tenaza. Arrastraba los pies para caminar. La gente le importaba menos que antes. Y comenzaron a interesarle más las piedras.


Un día dejó de comer y casi un mes más tarde se murió.
Fue una agonía de gran felicidad.
La mayor parte del tiempo con los ojos cerrados.
Cuando la hija no pudo convencerlo de que comiera se quedó en silencio largas horas junto a él. Y finalmentee le preguntó:
- ¿Qué estas haciendo, Papá?
- Evolucionando - dijo él.
- Contame más...
- Lo vivo es un error. Hay un desequilibrio en el hecho de que haya sujeto y objeto. Tarde o temprano todo debe ser menos que uno. Como en las piedras. Las piedras van en la dirección correcta. Son la dirección correcta. Son la no dirección. Inexplicablemente me pasé la vida queriendo hacerlas hablar. La sabiduría máxima está en el punto de vista cero... la única verdad es que nadie sepa.

Su hija no puso lápida sobre la tumba.
Una amiga de ella dice que dijo que no hay cuerpo.
Yo digo que la amiga dijo que dijo.
Y los lectores quizas se sumen a la cadena diciendo que yo dije.
Quizas terminemos logrando que haya cuerpo.
Amarrado a una cadena de puntos de vista.